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JIMIN



-¿Qué pasa? -pregunto una vez me ve entrar y se acerca a cerrar con pestillo la puerta de su oficina. Mis mejillas se encuentran rosadas debido a la corrida que hice hasta aquí. Ya sé lo que pasa cuando a Jeon lo hacen esperar.

-Te necesito -me dice, y se quita la chaqueta.

-¿Te encuentras bien? -pregunto con el corazón desbocado. Sus palabras encienden algo en mi.

-Sí, pero necesito distraerme -gruñe.

Da dos pasos hacia mí, me coge por las muñecas y me levanta los brazos.

Yo encantado de distraerlo de la sobrecarga emocional que han supuesto las nuevas campañas de marketing y nuevos contratos. Sé que estoy siendo un idiota por lo que pasó antes, pero...

En vez de preguntarle nada o insistir más, lo cojo del cuello de la camisa y pego las caderas a las suyas. Ya la tiene dura como una piedra. Con un gruñido, me suelta las muñecas y lo peino con los dedos. Su boca cubre la mía y su lengua está caliente y dulce, como el champán. En un segundo está metiéndose la mano en el bolsillo y sacando un envoltorio metálico.

-Espero algún día pueda no usar esto. Quiero poder sentirte de verdad -dice con voz ronca mientras me muerde el labio inferior y lo chupa con gesto seductor.

No puedo desearlo más. Pero, por Dios, Taehyung...

Alejo todo pensamiento sobre lo que está bien o no en este momento y lo oigo respirar entre dientes cuando le bajo los pantalones y el bóxer hasta la rodilla. Me sube la mano por el muslo, agarra el el borde del pantalón y el elástico de mi ropa interior y me los baja. Me apoyo en sus brazos para poder quitármelos, con bastante torpeza. Se ríe y me besa en el cuello. Me aprieta las caderas con las manos, me levanta y enrosca mis piernas alrededor de su cintura.

Me agarro el botón superior de la camisa para intentar desabrochármela, pero Jungkook me suplica al oído:

-Déjatelo puesto. Es muy sexy... Joder... Me muero por follarte. Eres precioso.

Me levanta un poco más en el aire y luego me baja hasta que lo tengo dentro. Mi espalda está apoyada contra la pared y Jungkook empieza a subirme y a bajarme. Lo hace con un fervor y una desesperación que nunca había visto en nadie. Es como si yo fuera de hielo y él de fuego. Somos completamente distintos e iguales a la vez.

-¿Está... bien... así? -pregunta a trompicones mientras me abraza con fuerza para que no me caiga.

-Sí -gimo.

La sensación de que me lo esté haciendo así, contra la pared, con mis piernas en su cintura, es muy intensa y celestial. Jamás me había sentido tan deseado por nadie, ni siquiera por Taehyung.

De nuevo su imagen aparece en mi mente, no puedo evitar sentirme culpable. Pero se siente tan bien, tan malditamente bien tener a Jeon, mi jefe y el tipo más ardiente que mis ojos han visto, entre mis piernas.

-Bésame -suplica.

Deslizo la lengua por sus labios hasta que abre la boca y me deja adentrarme en ella. Le tiro del pelo y hago lo que puedo para besarlo mientras él entra y sale de mí más y más rápido.

Nuestros cuerpos se mueven a toda velocidad, pero nuestro beso es lento e íntimo.

-No me cansaría de follarte, Minnie. Joder... Te quiero -dice en mi boca mientras yo jadeo y gimo y siento esa presión en mi vientre cada vez más intensa.

Gruñe un par de veces y yo grito. Estamos a punto de corrernos los dos.

-Relájate, bebé -me dice, y le hago caso.

Sus labios siguen pegados a los míos, ahogando los gemidos de mi clímax. Entonces se tensa y estalla en el condón. Jadea y deja caer la cabeza en mi pecho, abrazado a mí unos segundos más antes de levantarme, salir de mí y dejarme de pie en el suelo.

Ladeo la cabeza contra la puerta y recupero el aliento mientras él le hace un nudo al preservativo, lo coloca en su envoltorio y se lo guarda en el bolsillo antes de volver a subirse los pantalones.

Una vez logramos estabilizar nuestras respiraciones, le miro y recito tres palabras que al salir de mi boca parecen una buena idea. Que ingenuo.

-También te quiero.- Pero al llegar a sus oídos, su cara se contorsiona de una forma indescriptible y se aparta rápidamente.

No dice nada, sólo se queda mirándome, casi deseando que no hubiera escuchado sus palabras antes.

-Jung...

-Tienes que irte, Park.

-¿Ah?, no, no me apartes de ti de nuevo.- Intento tomar sus manos pero bruscamente vuelve a apartarse.-Jungkook... no tienes que hacer esto.

-Oh, si. Tengo que Jimin, ¿no entiendes nada verdad?.

-Si me permitieras saber que es lo que...- sus labios danzando sobre los míos logran ahogar mis palabras.

Me besa con furia, desesperación, como si quisiera reprimir (tal como lo  hizo con mis palabras), alguna verdad. Pero más allá de eso... también noto un poco de cariño, sí, debo estar volviéndome loco pero este hombre se encuentra acariciando con añoranza mis mejillas y besándome con una calidez que no se presencia en todos los besos del mundo.

Porque estos besos no se olvidan ni en otras personas, ni en otras vidas.

Entonces... ¿Por qué te empeñas tanto en apartarme de ti, Jeon?.

Depositando castos besos sobre mis labios vuelve a apartarse de mí, junta nuestras frentes y entonces dice;

-Perdóname, pero de verdad tienes que irte ya.

-Yo...

-Jimin, por favor.- suplica - Vete.

Con lagrimas acumuladas en mis ojos y el corazón latiendo fuertemente, salgo de su oficina lo más rápido que mis piernas me lo permiten.



¿Qué es a lo que le temes tanto, Jungkook?














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Rayos, disculpen la tardanza, la universidad consume todo mi tiempo. :(

Trataré de actualizar lo más rápido que pueda.


Si hay algún error, lo corregiré después. Gracias por leer.

[TO GET TO YOU]- KOOKMIN⚘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora