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Corriendo desesperadamente, su desnudo cuerpo se fue perdiendo entre los inmensos pasillos de ese horrible lugar. Ese lugar... el que tanto le entregó a lo largo de su desamparada y solitaria vida, ahora era el mismo que le quitaba cada mañana las ganas de levantarse de aquella cama, testigo de todo. La mejor para guardar secretos.

Con su corazón tamborileando en sus oídos acompañado de sus profundas respiraciones yacía un pálido cuerpo encorbado dentro de uno de los armarios de las tantas haitaciones del lugar. Podía escuchar los gritos reclamando por él, buscándolo. Sus ojos se apretaron hasta dejar caer finas gotas de lágrimas de ellos cuando sintió otra presencia en la habitación. Sosteniendo con fuerza el aparato en sus manos y luchando contra sus impulsos de llorar se mantuvo allí, silencioso, invisible. 

- Jiminie... vamos, no quieres hacer enojar a Tae ¿cierto?

Oía las pisadas de los caros y lustrados zapatos ir de aquí para allá.

- Se un buen niño Jiminie, Tae no te hará daño.

Desearía poder confiar en su palabra, mas las moradas marcas en su piel sólo le gritaban que no debía confiar en nadie nunca más. Al menos no en la persona buscándolo allí afuera. Contuvo la respiración al escucharlo irse, sólo tenía unos minutos antes de que diera con él y si era astuto sabría como aprovecharlos. Esa mañana había logrado conseguir su teléfono de uno de los sacos de Taehyung cuando éste estaba dormido. Sin pensarlo lo tomó y comenzó a correr, fue allí cuando Taehyung le escuchó, aún desconociendo el hecho de que tenía un teléfono consigo.

Rápidamente buscó en sus contactos el numero de Jeon, ignoró todos esos mensajes que jamás fueron respondidos por él y su pecho se oprimió cuando se encontró sollozando contra el aparato suplicando que Jungkook contestara rápidamente. El tiempo era su peor enemigo.

- ¿Sabes que puedes llamarme de tu teléfono verdad Taehyung? - Jungkook suspiró pesadamente desde el otro lado - ¿Qué es lo que quieres?

- Jungkook... necesito ayuda, Taehyung, él... él- Jimin rompió a llorar, se maldijo a si mismo, debía darle información, no llorar como bebé.

- Jimin, lo sé, tranquilo amor... Sé todo, noté que algo estaba mal, todo está listo para ir por ti. Solo resiste un poco más, por favor...

Jimin sintió como su corazón saltaba en su pecho al escuchar como lo había llamado Junkook, pero no era momento para sentimientos. Debía salir de allí.

- Estoy en la mansión Kim, todos están aquí y no será fácil pero no puedes dejarme ahora, por favor Jungkookie...

- No te dejaré Jimin, te prometo que te sacaré de allí lo antes posible.

- Gracias Jungkookie, yo...

- ¡AQUÍ ESTÁS!

Las puertas habían sido abiertas de pronto, el rostro de Taehyung se deformó en una mueca cargada de molestia cuando notó el aparato pegado a la oreja de Jimin. SU JIMIN.

- ¡¿Que mierda?! - tomó a Jimin por uno de sus brazos y lo arrastró hacia el piso, dejandolo caer de bruces. 

- ¡Tae no! 

Taehyung empuñó su mano sobre el pelo de Jimin y tirando de si le acercó a su rostro ensombrecido. 

- Eres un idiota Jimin, podrías habertelo pasado bien aquí. Ahora no me dejas opción.

Alcanzó el teléfono en el piso y le habló a la persona detrás de la línea, bien sabía quien era.

- Escucha Kook, hagas lo que hagas jamás podrás llegar a él.

[TO GET TO YOU]- KOOKMIN⚘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora