JIMIN POV.Todo el mundo odia los lunes, porque son los que ponen el pecho y nos sacan de la comodidad del hogar, de entre las cálidas sábanas detras de un domingo de flojera o te devuelve a la realidad de que, después de tantas fiestas durante el fin de semana, tienes que volver a tomar rienda de tu vida como cualquier otro adulto.
Yo en particular, desde que empecé a trabajar en la empresa Jeon por unas pasantías que sólo durarían cuatro meses continuaba con esa idea, era una tortura tener que asistir al trabajo tan temprano, ¿a quien se le ocurre tal cosa?, mas mi idea fue cambiando al pasar el tiempo y notar que cierto pelinegro tenía interés en mí y, lo que en un principio fueron cuatro meses, pasó a ser un año y contando de trabajo aquí.
Era algo emocionante, cada día venía acompañado de algo nuevo. Miradas discretas, toques sutiles, palabras fuera de contexto... no crean que jamás pensé en mi novio y no me sentí mal por todo esto, yo le quiero, es como un ángel guardián para mí, tan cariñoso que parece un... hermano mayor, pero simplemente no pude evitarlo.
No cuando Jeon se acercaba con una sonrisa socarrona y decía palabras subidas de tono para mí, cuando sus labios danzaban sobre los míos o cuando teníamos nuestros encuentros amorosos.
Mi corazón saltaba con entusiasmo cada vez que lo veía, y sé que el suyo también. Aunque no lo admita.
En fin, volviendo al principio... desde que Jungkook viajó a Japón por negocios mis lunes, y el resto de la semana, se han tornado super aburridos aquí. Claro, tengo más tiempo para salir antes y almorzar con Tae, o visitar algún sitio pero... ya no es lo mismo, aún así, le quiero.
Estoy perdido en mis pensamientos ignorando la gran pila de papeleos que debo checar para la próxima semana cuando noto como unos profundos ojos negros me miran desde la puerta.
Jungkook. Mi corazón late ferozmente con sólo verlo parado allí observandome por no sé cuanto tiempo.
Oprimo en mi pecho las inmensas ganas de ir corriendo a él, le extrañé tanto.
No dice nada, sólo se acerca a mi escritorio y aparta mi silla. Sus ojos viajan de mis zapatos a mi cara y tira de mí para que me levante.
—Hoy estás muy sexy —dice con la boca en mi cuello antes de darme un pequeño beso. — Te extrañé tanto bebé.
Me estremezco.
—¿Qué... qué haces aquí?
—¿No te alegras de verme? —Sonríe y me sienta encima de la mesa.
«Ah.»
—Sí... Claro que me alegro —le digo. Siempre me alegro de verlo.
—Es posible que tenga que replantearme lo de volver a trabajar aquí y dejar que otros viajen por mí, aunque sólo sea para poder hacer esto todos los días —dice poniéndome las manos en los muslos.
—Podría entrar alguien. —Intento sonar sereno, pero me tiembla la voz.
—No. Tus compañeros estarán reunidos toda la tarde, y he dado un comunicado, nadie te molestará en un tiempo.
Que les haya dicho a todos que estaría ocupado con tareas cuando en realidad será con su cuerpo hace que se me enciendan las mejillas, pero mis hormonas han tomado el control. Miro la puerta de reojo.
—He cerrado con el pestillo —responde con chulería.
Sin pensar, lo atraigo hacia mí y le beso fuertemente, le hago saber cuanto le he extrañado. Atrapa mi labio inferior y le cojo el paquete con la mano. Gruñe, se desabrocha los vaqueros y se los baja junto con el bóxer.
—Va a ser más rápido que de costumbre, ¿está bien, bebé? —dice bajándome los pantalones junto con la ropa interior.
Asiento, a la espera, y me relamo. Se ríe y tira de mis caderas hasta que están justo en el borde de la mesa. Mis labios atacan su cuello y oigo cómo rasga el envoltorio del condón.
—Menudo cambio... Hace apenas unos segundos estabas ruborizado por mis intenciones aquí y ahora vas a permitir que te folle en tu escritorio.—me susurra al oído y entra en mí.
Me tapa la boca con la mano y se muerde el labio inferior. No me puedo creer que vaya a dejar que me lo haga encima de una mesa, de mi mesa, en mi lugar de trabajo, con ejecutivos a menos de treinta metros. Por mucho que odie admitirlo, la idea me vuelve loco... En el buen sentido.
—Tienes... que estar... callado... —dice moviéndose aún más rápido.
Asiento y jadeo. Me aferro a sus bíceps para que sus embestidas no me tiren de la mesa.
—Te gusta que te lo haga así, ¿verdad? Duro y rápido —masculla.
Me tapo la boca con la mano y me muerdo la palma para no gritar.
—Contéstame o paro —amenaza.
Lo miro y asiento con la cabeza. Esto es demasiado como para poder articular palabra.
—Ya lo sabía yo —dice, y me da la vuelta para que mi estómago quede pegado a la mesa.
«Joder...»
Vuelve a entrar en mí y se mueve lentamente antes de cogerme del pelo y tirar de él para poder besarme en el cuello.
-Oh Minnie... te extrañé tanto. Extrañé tenerte sólo para mi.
La tensión en mi vientre aumenta y sus movimientos son más torpes. Los dos estamos a punto. Con un último envite, me besa el hombro, se abraza por unos segundos a mi figura para luego salir de mí y ayudarme a levantarme de la mesa.
—Ha sido... —intento decir, pero me acalla con un beso.
—Sí..., lo ha sido —dice terminando mi frase mientras se sube los pantalones y me ayuda con los míos.
Vuelve a besarme con delicadeza y me pega a su cuerpo. Parece que sí, me extrañó tal y como dijo.
Abrí mis labios, dándole acceso a su lengua, nos fundimos en un caliente beso hasta que nos vimos interrumpidos.
Por mi novio.
-¡Jiminieee!, mira lo que te tra...
Su boca silenció al ver la penosa imagen que tenía en frente.
Me aparté rapidamente e intenté darle una explicación a lo inexplicable.
-T-tae... esto no...
Lo próximo que supe es que mi cuerpo fue azotado por unas fuertes manos, llevandome a caer de espalda al suelo.
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[TO GET TO YOU]- KOOKMIN⚘
FanfictionTus ojos, tu sonrisa, tus labios, tu perfecto cuerpo. Todo en ti hace estragos en mí, Jimin. QUIERO TENERTE. #1 psycho [120918] #5 psycho [070818]