Capítulo 6

959 109 12
                                    

Su teléfono no paraba de vibrar sobre su mesita de noche. Lapis había decidido ignorar las miles de llamadas que llevaba recibiendo desde hace unos quince minutos aproximadamente.

Necesitaba pensar, aclara su mente. Ver a Amatista de nuevo le había impactado más de lo que ella creía y fue ahí cuando una sola pregunta vino a su cabeza.

"¿Qué cojones es lo que estoy haciendo con mi vida?"

Eso es, ¿qué mierda estaba haciendo con su vida, con su juventud, que ella bien sabía que se acabaría pronto? Dentro de nada tendría que ir a la universidad, comenzaría a trabajar, viviría por su cuenta. ¿Y qué mierda es lo que llevaba haciendo este último tiempo? ¿O con qué propósito?

Había perdido a bastante gente conforme ha ido avanzando en esto a lo que llamamos vida. A gente que quizá le convenía a su lado, Steven, Amatista... Personas que trataron de aconsejarla, que le dijeron un par de verdades y que ella rechazó por su insensatez.

Y ahora que acababa de conocer a Peridot, el miedo se estaba comenzando a apoderar de ella. No quería perderla, se negaba rotundamente a ello. Ella era demasiado simpática, demasiado alegre. Se negaba a perder a más gente como ella.

Pasó su mano por su cabello, con algo de desespero. Quería dejar atrás la vida que llevaba. Ya no era feliz siendo una "chica mala", quería cambiar. Pero sentía como si estuviera anclada, como si no pudiera salir de ahí, como si fuera un pozo profundo sin escapatoria.

Todo se detuvo cuando escuchó una grotesca voz llamándola desde el patio de su casa. Ella sabía perfectamente que ahora sus padres no estaban ahí. Se dirigió a la puerta principal, suspirando con exasperación.
.
.
.
Peridot y Amatista acaban de llegar a casa de Steven, donde les esperaban el chico, Garnet y Perla.

–¡Hola chicas!– saludó el alegre Steven con una gran sonrisa.–

–¡Hey Steven! ¡Mira lo que he traído!– enseñó una emocionada Amatista la bolsa llena de comida basura que acaba de comprar junto a su amiga.–

–¡Wow!

Los tres jovenes entraron al interior de la vivienda, encontrándose a las dos chicas también. Perla estaba sobre el sofá y Garnet se encontraba en el suelo.

–Y bien, ¿qué tal tu salida con Lapis ayer?– preguntó Steven a la vez que se sentaba en el sofá junto a a Perla y Amatista.–

–Bueno, no fue para tanto.– se rascó la nuca la joven.– No era demasiado mi rollo. Además, me da la impresión de que a los únicos que les caía bien era a Lapis y a Joey.

El chico de cabello rizado asintió en silencio a la vez que cogió el mando de la televisión, dispuesto a buscar alguna película interesante.

–¿Y si luego salimos? Me han dicho que hay una cafetería buenísima cerca del paseo marítimo.– sugirió la de hebras lilas a la vez que Steven pasaba de una película a otra.–

–Me parece bien.– se encogió de hombros Perla.–

–Por mí vale.– dijo esta vez Garnet.–

Peridot y Steven tan sólo asintieron, haciendo sonreír con autosuficiencia a Amatista.
.
.
.
Notaba como sus besos bruscos bajaron de sus labios a su cuello. Apretó sus ojos a la vez que los besos de Jasper se incrementaban cada vez más y más.

Volvió de nuevo a sus labios, dándole apasionados besos a Lapis.

–Cuando no me contestabas al teléfono pensaba que estarías con otra.– mencionó esto con brusquedad la albina.–

Lapis desvió su mirada algo incómoda.

–¿Con quién crees que podría estar?– preguntó algo molesta la peliazul ante la desconfianza de la albina.–

–No sé, con esa Peridot tal vez.– rió con sorna la de ojos amarillentos.–

Lapis la empujó, lejos de ella, extrañándola un poco.

–¿Por qué la metes a ella en esto?–la joven de ojos azules se cruzó de brazos. Sonaba realmente molesta.–

La albina alzó una ceja, tratando de acercarse a ella de nuevo, pero la contraria se alejó inmediatamente.

Jasper entonces frunció el ceño, haciendo que la menor se estremeciera. Cogió su brazo con brusquedad y masculló de forma insensible:

–Espero que la cerebrito realmente esté fuera de esto, no sé si me entiendes. Recuerda, tú eres mía.

–Nadie te ha dicho lo contrario.– le contestó desafiante Lapis, haciendo que la de ojos amarillentos soltara su brazo con desgano.–

–Vamonos de aquí. A tomar algo o lo que sea.

Y Lapis obedeció, como siempre. Ella le habría dicho que prefería quedarse pensando en su casa, pero es lo que había.
.
.
.
El grupo de amigos caminaba de forma relajada por el paseo marítimo. El día ya había pasado, dando paso a la tarde. El sol brillaba sobre el cielo, iluminando toda la ciudad con esa luz natural.

–Y entonces, ¿dónde está esa cafetería a la que nos querías llevar?– preguntó Steven alzando una ceja.–

–Justo allí.– dijo señalando un edificio que estaba a unos cuantos metros de donde ellos estaban.–

Caminaron un poco más, quedando justo frente a la entrada del lugar. De repente, alguien chocó contra Peridot y Steven, que iban el uno al lado del otro.

–Agh, ¿p-pero qué?–masculló Peridot.–

–Vaya, vaya.–gruñó una voz feroz justo detrás de ellos.– Pero mira quien es, la cerebrito.

La rubia volvió la cabeza, con algo de miedo. Vio a Jasper, con una sonrisa burlesca, cogiendo con brusquedad la cintura de Lapis, que iba con una expresión de indiferencia total.

–Eh, eh. Te vas calmando.– Amatista puso su cuerpo entre el de la albina y la de ojos verdes.–

–Oh, que sorpresa verte aquí Amatista. Con que tú y la empollona sois amigas. Vaya sorpresa. No creía que acabarías siendo amiga de alguien como ella.– fingió sorpresa la morena.–

La de cabello lila gruñó por lo bajo y frunció el ceño, apretó los puños, dispuesta a responder con una grosería a la más alta, pero Garnet la cogió del hombro, tirando de ella para adentro, haciendo que el resto del grupo caminara junto a ella sin mediar palabra.

Lapis nunca olvidará la mirada de Peridot. Era una mirada dolida. Ella no la había defendido, la única que había tenido lo que hay que tener para enfrentarse a Jasper siempre había sido Amatista, en cambio, ella era una cobarde.

Al otro lado del jardín [Peridot X Lapis] Steven Universe. AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora