Power Rangers Samurai: El Regreso [PAUSADA]

Capítulo Dieciséis

“Brillante como un Qilin”

—¡Aleluya que llegamos! —exclama Mike agotado.

—No exageres Mike —dice Emily.

—¡Que lindo! ¡Siempre quise venir a China! —exclama Antonio felizmente para luego sacar su cámara y empezar a tomar muchas fotos.

—Después de la aventura pasada no tengo ganas de seguir con esto —asume Lucy cruzada de brazos.

—Bueno por lo menos ya no hay más ríos ni mares al que ir —asegura Lauren.

—Y si lo hay, Kevin estará para salvarte como un ¡hombre pez! —exclama en broma el verde.

—¿Ahora soy hombre pez? —pregunta el azul indignado.

—Chicos, ya tenemos que irnos —interrumpe Jayden.

—Dame un momento —le pide Antonio y toma la foto de una hermosa estatua de reina china que se encontraba en una tienda de antigüedades. —Listo —alsa el meñique.

(...)

Mientras tanto en el otro mundo...

La sala del maestro estaba toda destruida ya que el desahogaba su frustración rompiendo todo a gritos.

—El maestro está muy enojado —asume Goldinius estando chismoseando por la puerta a escondidas con Forcla.

—¿Qué haremos para que se ponga feliz? —se pregunta la rosada pensando como un niño —¿Debería preguntarle a Bob? El era payaso.

—"Era" —recalca el amarillo —, hasta que te llevaste su cabeza; el esta muerto en tu armario, Forcla, el no habla.

En eso llega Lorclus de brazos cruzados.

—¿Qué hacen aquí? El maestro está muy furioso y si los ve los rostizara —les avisa viéndolos.

—Si pero ¿viste cómo dejo la sala imperial? —responde el amarillo. —Esta enojado, y el por alguna razón cree que el Glosario Ancestral es suyo, el maestro es muy raro.

—No lo pueden juzgar, después los escucha, tenemos que irnos —asegura Lorclus.

Mientras tanto adentro de la sala imperial.

—¡Esto no puede ser posible! ¡Me voy a volver loco! —por enésima ves suelta un grito de frustración mientras sacaba una bola de poder y la tiraba contra la pared. —¡Estúpidos rangers! ¿¡Cómo pueden tocar algo que es mío!? ¡Hubiera sido mejor que el Maestro Xandred hiciera bien su trabajo! ¡No tendría que estar pasando por esto! ¿Qué hago? ¿Qué hago?.

Empezó a tratar de pensar.

—Ellos están en China por lo que están buscando al Qilin y el es de luz, eso significa... ¡Necesito oscuridad! —exclama —¡Comendius, ven aquí!

En esto el comandante escuchando su grito viene rápidamente, antes de entrar ve a los otros subordinados detrás de la puerta en donde se encontraba el maestro.

—No nos haga caso y siga —dice Goldinius dándole pase.

Este confundido entra.

—Si, maestro.

—Necesito que busques a alguien que tenga el poder de la oscuridad, que sea poderoso. Que acabe con el Qilin o que me lo traiga, ¡pero esa criatura no puede caer en manos de los rangers! ¿¡Entendiste!? —exclama enojado.

—Si, maestro —asintió para luego retirarse de la sala. Al salir vio nuevamente a los demás subordinados —¿Saben lo qué haría el maestro si los ve husmeando? —pregunta seriamente.