Escuela de Villanos [1]: Los Inicios

Último ejercicio: Las llaves

Inmediatamente, los chicos fueron reunidos para el cuarto y último ejercicio de la Segunda Prueba.

—En este ejercicio —les comentó el director— es en dónde más trabajarán su capacidad grupal, ya no elegirán a uno de ustedes, sino que irán los cinco juntos.

—¿Y qué hay que hacer? —preguntó Slade.

—Este ejercicio puede que dure hasta mañana, o tal vez termine antes para algunos grupos. El objetivo es el siguiente: en el bosque escolar se hallan escondidos cincuenta cofres. Una vez que el grupo haya encontrado un cofre, deberá abrirlo. Dentro hay una llave.

Los chicos escuchaban atentamente la explicación del director.

—Luego deberán dirigirse a las puertas que están ubicadas del otro lado del lago, es un galpón con cincuenta puertas —describió el hombre—. Cada llave corresponde a una. El grupo deberá introducir su llave en una de las puertas. Si esta se abre, pasaron el ejercicio, y si no, tanto la llave como la puerta quedarán trabadas y el grupo será descalificado del ejercicio.

—Me parece un poco difícil —comentó Rain.

—Dependerán mucho de su suerte en este ejercicio.

—¿Y un grupo puede tener más de una llave? —preguntó Pranch.

—Sería injusto para los demás grupos, de modo que tener más de una llave está prohibido.

—Pero hay cincuenta llaves —continuó insistiendo Pranch.

—Y cincuenta puertas —le contestó el director—, y cada grupo solo tiene una oportunidad, si encuentra el cofre, claro. Con respecto a los puntajes, el primero obtendrá 50 puntos y el resto 25 puntos. ¿Entendieron?

Todos asintieron. Después de esta explicación, fueron enviados, por grupo, a diferentes partes del bosque.

***

El grupo Número 15 comenzó a buscar.

—Este ejercicio otorga demasiados puntos —reflexionó Katy—, estamos en riesgo de perder nuestra posición.

—Supongo que es para que no nos relajemos —pensó en voz alta Wany—, y aunque vayamos ganando, lo demos todo en este ejercicio.

—Y quienes van perdiendo también lo darán todo —comentó Frost—, supongo que todo depende de mí para que ganemos esto.

—¡Ey! ¡Somos un equipo! —lo detuvo Flux.

—Vaya equipo de perdedores —murmuró Frost.

—¡Ey, Wany! —consideró Rain, ignorando al resto—. Esto debe ser como encontrar las sílabas del laberinto, tú te teletransportas, ¿verdad?

—Sí —asintió Wany—, pero ¿a dónde?

Rain se rio:

—¿Necesitas la guía de tu amorcito Dafs?

—¡No! —replicó Wany —¡Él no es mi amorcito! Dejen de molestar con eso. —Empezaba a cansarse de la broma.

—Pero —puntualizó Katy—, tiene visión de rayos X, creo que sería útil.

—¿Están pensando en formar una alianza con el Grupo 21? —cuestionó Flux.

Wany hizo un puchero.

—No... —suplicó—, nosotros podemos ir sin él.

—Qué estupidez —intervino Frost.

—¿Ah sí? —le preguntó Rain—. ¿Entonces qué propones que hagamos, niño genio?