Capítulo 20: Primeros resultados

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Al día siguiente, el director anunció que los combates continuarían después de almorzar, tendrían toda la mañana libre, pero también recomendó tomar precauciones y estar siempre acompañados por alguien.

Laly salió de la habitación de Katy y Dizum —que dormían plácidamente acurrucados en la cama de Katy— para dirigirse al baño.

Y se estaba lavando las manos cuando alguien más entró al baño, y en un tono sarcástico le dijo:

—Buenos días

Laly volteó para ver a la que había hablado, se trataba de Amanda.

—Buenos días —le contestó ella, secándose las manos y tratando de salir, pero Amanda se le interpuso.

—Al fin estamos solas —le dijo—. ¿Por qué te vas?

—No me interesa hablarte —le respondió Laly con tono de obviedad.

—A mí sí. —Amanda fingió amabilidad—. Quería hablar contigo. Dime, te gusta Zed, ¿no?

—¡Qué te importa! —le respondió ella—. Él ya no es tu novio.

—Eso es cierto. Pero a ti sí te gusta, y te gustaba desde antes que nos separáramos.

Laly suspiró, el momento en el que menos le gustaba ser molestada era justamente la mañana, cuando acababa de levantarse:

—Pero ya se separaron, o sea, ¿qué te importa? —le preguntó, tensando su cuerpo y acercándosele unos pasos, intimidante—. Ya perdiste tu oportunidad con él y lo lastimaste mucho, así que no me vengas a hablar sobre eso.

Amanda la escuchó sin inmutarse:

—Quiero que te mantengas lejos de él —le pidió hasta con una sonrisa.

—Pues no —le sonrió Laly también, aunque con agresividad—, lo siento, eso no pasará— y trató de retirarse. Pero no pudo, de pronto sintió que no podía moverse. Amanda se le acercó.

—Zed vino a pedirme perdón y mi condición para perdonarlo es que se aleje de ti, no se lo hagas difícil y aléjate de él.

—¿Qué? ¡Estás... loca! —pronunció Laly frustrada por no poder moverse ni defenderse, pero rápidamente Amanda la soltó, pues Jenny entró al baño.

—¡Hola, chicas, buen día! —les dijo alegre—. ¿Qué hacen?

—Nada —le contestó Amanda—. Solo charlábamos, nos vemos en los combates. —Aprovechó y salió del baño.

***

Pronto los llamaron a desayunar. Kiara estaba sentada con sus amigos: Jenny y Speedy, cuando alguien más se sentó a su lado.

—Hola, Kiara —le dijo con energía.

Era Dafs. Ella lo saludó contenta, y él empezó a hablar, a hablar y a hablar. Jenny miró a Speedy con cara de "¿cuándo se calla?"

Wany no pudo evitar mirarlo desde su mesa, ¿en serio? De repente toda la atención de Dafs estaba destinada a Kiara, ¿ya se había olvidado de ella?

—¡Y entonces, Amanda dijo que Zed le había pedido perdón! —las exclamaciones de Laly trajeron a Wany de nuevo al presente.

—No puedes saber si eso es cierto. —Stacey se encogió de hombros—. Puede ser una mentira de Amanda.

—Ya no sé si quiero confesarle a Zed mis sentimientos... —balbuceó Laly por lo bajo.

—¡Vamos! ¿Dónde quedó mi amiga valiente? —la animó Katy, golpeándole el hombro—. Zed debe estar triste y confundido, pero ir a pedirle perdón y volver con Amanda es una opción. Tienes que ayudarlo, y para eso tendrás que declararle tus sentimientos.

Escuela de Villanos [1]: Los IniciosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora