Capítulo 15: Las parejas de la Cuarta Prueba

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Ese mismo día, después de almorzar, Rain decidió visitar a Lavanda en su habitación, todas las parejas se reunirían para entrenar, los combates comenzarían pronto. Aunque, por supuesto, entrenar para las Pruebas era algo que no podía interesarle menos a Rain, pero era la excusa perfecta para pasar más tiempo junto a la chica. No entendía muy bien por qué, pero no había podido parar de pensar en ella, le parecía muy linda, le gustaba su cabello rubio, sus mechas lilas y sobre todo su sonrisa y su acento levemente diferente.

Esa chica lo había cautivado con su simpatía y belleza, pero ahora que sabía su secreto, debía cuidarse de lo que pensaba delante de ella, ya que podía estar leyendo sus pensamientos.

Llegó hasta la puerta de su habitación gracias a sus contactos, que nunca negaban confiarle información, golpeó la puerta y esperó la respuesta, sin embargo, Lavanda tardó bastante en abrirle. Cuando lo hizo, se la notaba nerviosa.

—Hola, Rain —lo saludó con una sonrisa muy estirada para ser natural—, no te esperaba por aquí.

—Lo siento —le dijo él—, venía a preguntarte si te interesaría que entrenáramos para los combates ahora. Es decir, no sabemos cuándo pueden comenzar y sería bueno tener al menos una estrategia básica.

—Oh. —Lavanda pareció relajarse—. Claro, vamos, dame unos momentos.

Volvió a encerrarse en su habitación por algunos largos minutos, tantos, que Rain comenzaba a aburrirse, y estaba pensando en retirarse y volver más tarde, cuando Lavanda volvió a abrir la puerta.

—Lo siento —se disculpó—, ya estoy lista. ¿Quieres que vayamos a entrenar al bosque? Vi que había un río, allí podrías entrenar tus poderes de agua.

La sonrisa de Rain volvió a su rostro, ¡sí! ¡Agua y Lavanda! No podía haber una combinación mejor. Habían pasado seis días juntos en la Tercera Prueba, ¡y ahora tendrían que pasar más tiempo juntos en la Cuarta Prueba! Rain sentía que el destino por fin estaba obrando a su favor. Confiaba mucho en sus dotes de seductor, Lavanda caería a sus pies, no había dudas de que lo lograría.

Por su lado, Lavanda se notaba muy pensativa todo el camino hasta el bosque, dijo muy pocas palabras y sonreía sin prestar realmente atención a lo que Rain le estaba diciendo.

—¿Estás bien? —le preguntó Rain en cuanto llegaron al lado del río, pensó que quizá ella podría contarle lo que la tenía tan preocupada una vez que estuvieran a solas y el sonido del agua corriendo le taparía sus palabras, de modo que nadie podría oírlos.

—Tengo algo que confesarte —le dijo ella, entonces, sin mirarlo a los ojos.

Rain sintió que su piel se erizaba al instante, odiaba ese tipo de frases.

—Descuida. —Le sonrió ella, que le había leído el pensamiento—. Intentaré que sea rápido —agregó, con un suspiro.

Rain no sabía qué vendría después de eso, ¿acaso le confesaría que le gustaba?

—¿Recuerdas que te dije que quería ganar las becas por un bien mayor?

Esa pregunta lo tomó por sorpresa, pero como respuesta, y porque quería que ella siguiera hablando, simplemente asintió.

—Pues, en parte es cierto, pero no te iba a decir toda la verdad apenas te conocía. Verás Rain yo... no pertenezco a este lugar. —Lavanda no lo miraba a los ojos.

—"¿Cómo que no pertenecía a este lugar?" —pensó Rain—. "¿A cuál? ¿Al bosque escolar? ¿A la escuela? ¿Al planeta Tierra?"

—¿Qué? ¿A qué te refieres? —le preguntó.

—Mira, es difícil decirte esto —suspiró—. Pero es un secreto, no podrás decírselo a nadie.

Escuela de Villanos [1]: Los IniciosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora