Capítulo 40: Despedidas

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Isabel corrió junto con otros miembros de su escuadrón hacia donde le había indicado Volto, según el mensaje que recibió de él, había encontrado a los dos seyrens que estaban en la escuela. Pero cuando llegó allí, lo único que encontró fue el cuerpo de Volto congelado.

—¡Diablos! —No pudo evitar maldecir, ¿cómo podía ser que a ellos se les escaparan dos niños? Todo era culpa de ese maldito de Killcide que los había distraído mientras su prisionero se les escapaba. Y no solo eso, sino que Edward ahora estaba grave en la enfermería. Todos estaban muy preocupados por él y esperaban que se recuperara pronto.

Entre Isabel y su pelotón regresaron el cuerpo congelado de Volto hacia la escuela. Lo descongelarían junto con Tomy y con los otros guardias que habían estado en el sótano.

Finalmente, decidieron que desistirían a la idea de recapturar a Smoke. En lo que debían preocuparse ahora era en rescatar a West, y el prisionero al menos les había dado una pista de por dónde empezar: el recinto de los peones.

***

Zed abrió los ojos. Se encontraba en la enfermería del colegio, ya no sentía dolor y sus heridas estaban cicatrizando, muy probablemente Stacey había usado sus poderes en él. ¿Cómo estaría Laly? La última vez que la había visto estaba muy grave y Dafs la había acompañado a la enfermería. Esperaba que se encontrara bien, ¿y si sus padres ya habían venido por ella? Iba a extrañarla un montón en estos cuatro meses de vacaciones, pero al menos ella se encontraría a salvo en su casa y volverían a verse después.

Se levantó de su camilla y se dirigió a la puerta de su habitación. ¿Y qué había pasado con Killcide? ¿Y Amanda? Había pensado que estaba en peligro pero al parecer ella estaba negociando una alianza con Killcide...

Y estaba pensando en todo eso, tratando de recordar la pelea que acababa de presenciar, cuando al intentar abrir la puerta, se encontró con que del otro lado, el director también estaba tratando de abrirla.

—¡Zed! —exclamó el director, sonriendo—. Qué alegría que ya estás bien.

—Hola, director. —Se sorprendió Zed—. ¿Por qué vino a verme?

—Quería asegurarme de que estuvieras bien —le respondió él, entrando a la sala y haciendo que Zed lo imitara—. ¿Podemos hablar un momento?

—Claro. —Asintió Zed—. Me gustaría saber cómo terminó la batalla con Killcide, ¿usted sabe cómo está Laly?

—Están todos bien y a salvo —le respondió con calma el director, sentándose en la camilla e invitando a Zed a que lo hiciera también—, y Laly está en la sala de al lado, puedes ir a verla enseguida, pero hay algo específico que querría preguntarte.

Zed inclinó su cabeza hacia un costado y el director se acercó confidencialmente.

—Tu archivo escolar está bastante vacío, ¿hay algo que no nos hayas contado?

—¿Algo sobre qué?

—De tu pasado, tus padres, ¿hay algo?

Zed lo miró serio, no le gustaba hablar de ese tema.

—¿Qué quiere que le cuente? —le preguntó.

—Bueno... por ejemplo ¿sabes quién es tu padre? ¿Cómo se llama?

Zed hizo un esfuerzo por recordar.

—No, lo siento. Yo le decía "papá" —habló finalmente—, no recuerdo su nombre.

—¿Si lo vieras lo reconocerías?

—Supongo que sí.

—Está bien, luego continuamos hablando —le respondió el director, poniéndose de pie—. Perdón, no era mi intención ponerte mal, solo necesitaba preguntarte si sabías algo.

Escuela de Villanos [1]: Los IniciosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora