- ¡No me puedo creer que tengas la desfachatez de venir aquí después de lo que has hecho! –cuando escucho el grito de Alexa me asomo para ver qué es lo que pasa.
- Venga Alexandra, sabes que no puedes vivir sin mí. –le dice una voz ronca.
- Claro que puedo y lo haré, ahora lárgate de aquí. –no puedo ver al chico. Alexa lo tapa.
- Que sepas que volveré, así que ten cuidado. –después de la amenaza, Alexa le cierra la puerta en las narices y sale corriendo a su habitación.
Dudo unos momentos hasta que empiezo a andar hacia su cuarto. Me encuentro la puerta cerrada. ¿Debería dejarla sola? Ahora mismo no me apetece tener una charla... pero está mal no ayudarla.
- ¿Alex? –pregunto después de dar unos golpes a su puerta. No obtengo respuesta así que decido abrirla.
Alexa se encuentra tumbada boca abajo en la cama y por los movimientos de sus hombros deduzco que está llorando.
Me acerco a ella y cuando estoy al lado de su cama, me siento a su lado y apoyo una mano en su hombro. Se limita a seguir llorando.
- ¿Estás bien? –la pregunto y ella niega con la cabeza– ¿Quieres hablar de ello? Puede que te venga bien.
Se incorpora hasta quedarse sentada, apoya su espalda contra el cabecero y se encoje, parece indefensa. Se limpia un poco el resto de lágrimas que empapa sus mejillas.
- ¿Quién era? –la doy un pequeño empujón para que empiece a hablar.
- Mi ex. –susurra.
- ¿Qué hace aquí? –la verdad es que me sorprende que esté en Estados Unidos si Alexa siempre ha vivido en Italia.
- Dice que... –se sorbe la nariz– Que ha venido porque me echa de menos y me necesita.
- ¿Cuál fue el motivo de vuestra ruptura? –Alexa me mira. En su mirada se nota el miedo y eso no me gusta nada. Cierro los ojos y respiro hondo– Dime por favor que no te tocó ni un pelo.
- Yo era muy tonta, le amaba con toda mi alma y le creía. Después de pegarme, me pedía perdón y me prometía que era la última vez y yo le creía. –intento respirar hondo para calmar mi enfado.
- Quiero que me des todos los datos de ese cabrón. –ella niega con la cabeza.
- No hagas nada, si haces algo se enfadará y todo será peor. –dice aterrada.
- Tiene que pagar por todo lo que te ha hecho. Por favor Alexa, no puedo dejarlo estar. –hago una pausa– ¿Qué piensa tu hermano de esto?
- Ares no sabe nada. –estira una mano y me aprieta el brazo– No le digas nada de esto.
- Alexa, tienes que entender que no puedes vivir así, es tu hermano y necesita saberlo. Se preocupa por ti, estoy segura de que te quiere más que a nada en el mundo. Merece saberlo. Respóndeme a algo ¿Si fuese al revés tu querrías saberlo? –Alexa parece pensarlo un momento.
- Sí, querría saberlo para hacer justicia.
- Pues ya está. ¿Entiendes lo que te digo? –ella asiente despacio– Bien, quiero que me des todos los datos.
- Se llama Paolo Truniel, tiene una hermana pequeña, más o menos tiene unos doce años. Su número de teléfono es 682648555. Su padre murió por sobredosis. –se queda pensando– Ha estado y no sé si seguirá haciéndolo, pero trafica con droga. ¿Con eso te sirve?
- Por el momento me es suficiente. Pronto conseguiré toda la información de su vida.
- ¿Cómo? –sonrío sin enseñar los dientes.
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Recuérdame
Novela JuvenilIsabella Smith es una chica que guarda muchos secretos. Ares de Luca es un chico que está dispuesto a descubrir todos sus secretos. Una historia oculta en el rincón más profundo de la oscuridad está a punto de sacarse a la luz. Una vida apunto de d...