Epílogo

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Has pasado más de dos años desde que me dieron de alta en el hospital, sinceramente los dos meses que estuve ingresada no fueron tan horribles ya que nunca estaba sola, siempre había alguien a mi lado, incluso Luis estuvo conmigo desde el primer instante al que le dieron el alta. Lo peor fueron las dos primeras semanas en casa ya que todo el mundo estaba encima de mi como si me fuesen a raptar o algo por el estilo.

Han cambiado muchas cosas desde ese entonces, pero cabe destacar que han cambiado a mejor. ¿Queréis saber qué cambió? Bien, os lo diré.

Lo primero de todo es que todos volvimos a Estados Unidos. Pude volver a ver a mis amigos, Paul y Rachel siguen juntos y parece que les va muy bien, Will se fue a California a estudiar pero de vez en cuando nos escribe, Ben y Rick se hicieron oficialmente pareja, Simon sigue igual que siempre (todo un pica flor) y por último Luis... esto es un poco raro de decir, pero él y mi hermano Benji tienen una relación un tanto extraña.

La verdad es que nunca me di cuenta de que a mi hermano le gustaran los chicos, pero parece ser que Luis si que se lo olía porque desde hace mucho tiempo se comportaba de una forma muy extraña cuando Benji estaba cerca. Sinceramente todo el mundo se quedo impresionado cuando Benji y Luis nos contaron todo. Por un lado me hace realmente feliz ya que les quiero a los dos y se merecen ser felices, pero por otro lado... ¿mi hermano y mi mejor amigo? Es un poco raro.

Mi otro hermano, Fede, sigue igual, no hay novedades acerca de él. Yo creo que acabará solo por el resto de su vida ya que según él hay más cosas importantes que las relaciones. Es un idiota.

Mi madre se volvió a casar, pero esta vez con su amor verdadero, Gale, mi padre. Desde que supe la verdad, me sentí tremendamente feliz y desde que mi madre me dio la noticia de que volvían a estar juntos, fui la persona más feliz de la tierra. Mi madre está verdaderamente feliz, mi padre le hace realmente feliz. Se puede decir que somos una familia muy unida y muy feliz.

Mi supuesto padre, Gary y el padre de Ares se encuentran en la cárcel y parece que no saldrán en mucho tiempo. Cuando me rescataron, la policía fue a sus casas y encontraron mercancías que hicieron que los años de condena se alargasen. La verdad es que me alegro de que paguen por todo lo malo que han hecho, merecen ser castigados. Lo que más me alegra es que no tendré que verles nunca más.

Alexa... Desde que estuve en el hospital se comportó como una verdadera hermana, siempre me hacía compañía, nos contábamos historias, me contó todo de su vida y eso nos acercó mucho más. Aunque al principio, cuando la conocí me pareció una chica muy pesada y rara, me alegro de haberla conocido porque si no la hubiera conocido yo no tendría una hermana. Cuando volvimos a casa ella conoció a un chico en un parque, Trevor, la verdad es que es un chico muy simpático y se nota que quiere mucho a Alexa, aunque no lo haya tenido fácil gracias a Ares... Ahora Alexa y Trevor llevan exactamente un año y tres meses juntos. Estoy muy feliz por ellos.

Por último...

Ares y yo decidimos comprarnos una casa juntos, llevamos tres meses viviendo juntos y la verdad es que el primer mes fue muy duro ya que discutíamos por cosas estúpidas, pero era normal, a la mayoría de las parejas le suelen pasar esas cosas. A los dos meses de estar viviendo juntos, un día, Ares se presentó en casa con un pequeño cachorro de labrador negro, al principio me negué rotundamente, pero cuando ese animalillo vino corriendo hacia mí, no pude hacer otra cosa que amarle. Se llama Patch, lo eligió Ares.

Sinceramente cada día que paso al lado de Ares me hago más y más feliz.

- ¿Qué piensas? –la voz de Ares hace que me de la vuelta– Llevas una hora mirando las flores.

- En todo supongo.

Ares me sonríe mientras se acerca a mí. Yo me vuelvo a dar la vuelta para seguir mirando las flores.

La verdad es que la casa en la que vivimos es muy agradable. Es una casa de un solo piso con cuatro habitaciones, dos baños, una cocina y un salón grande, además de tener un gran patio trasero en donde se encuentra una pequeña piscina y un gran jardín lleno de rosas y amapolas. Desde el primer momento en el que vi el jardín supe que esta era la casa donde querría vivir por el resto de mis días.

Noto los brazos de Ares rodearme la cintura. Él me acerca a su cuerpo todo lo posible y yo no puedo evitar sonreír. Estoy tan feliz...

- Hay que ir a elegir las flores. –susurra– Aunque ya sé cuáles van a ser.

- Rosas blancas. –sonrío.

- No se verán ya que tu vestido es blanco.

- No importa.

- No puedo esperar a que llegue el día, realmente quiero que llegue ya. –Ares me estruja entre sus brazos.

- Aún me acuerdo en la cara que puso mi padre cuando le dijimos que nos íbamos a casar. –no puedo evitar reírme– Realmente parecía un fantasma de lo pálido que se quedó.

- Por un momento me dio miedo, parecía que se iba a negar a ello.

- Era imposible que lo hiciera. –me las arreglo para darme la vuelta y quedarme cara a cara con él– No se negaría sabiendo que tú eres mi vida.

- He esperado tanto tiempo para esto... –Ares mira a su alrededor– Todavía no me creo que está viviendo con el amor de mi vida y mucho menos que me vaya a casar con ella.

- Yo tampoco.

- Bella, realmente me haces el hombre más feliz del mundo. –ambos sonreímos– Creo que no puedo amarte más.

- ¿Estás seguro de ello? –mi pregunta parece pillarle desprevenido.

Me separo un poco de él, lo justo para quedar a un paso de él y poder ver bien su reacción. Mi movimiento para preocuparle porque ahora está totalmente serio, como si fuese a darle una mala noticia.

- ¿Qué pasa? –me pregunta impaciente.

- Tengo algo que decirte. –me llevo una mano al estómago y su mirada sigue mi mano– Estoy embaraza.

Cuando digo la palabra embarazada Ares abre de par en par los ojos, al principio creo que está decepcionado con ello pero cuando miro bien sus ojos puedo notar un brillo en ellos que jamás podría describir. Al momento empieza a sonreír mientras se lleva una mano a la boca. Realmente está sorprendido.

- ¿Es enserio? –asiento– ¿De verdad?

- Fui al médico ayer y me lo confirmaron, estoy de dos semanas.

En un segundo me encuentro ente los brazos de Ares, no para de preguntarme si de verdad es enserio y yo no paro de decirle que sí.

- Te amo. –nos decimos al unísono.

Ahora sí que sí.

Nos espera una gran vida

Llena de felicidad y de amor.

Juntos por siempre. 

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Ahora si que si angelos...

Esto ha llegado a su fin😢

Espero que lo hayáis disfrutado. Mañana empezaré a subir la siguiente historia que estoy escribiendo.

Nos leemos pronto angelos❤

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