CAPÍTULO 29: VOLVERTE A VER

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Tara saltó hacia la luz blanca y en menos de dos segundos se encontró sentada en un suelo de baldosas blancas. Al levantar la cabeza, pudo ver frente a ella una camilla de hospital. Sin pensarlo más, se levantó. Sobre ella se encontraba su hermano.

-¡Main!

Tara casi saltó sobre el sorprendido chico, abrazándolo durante un buen rato.

-No sabes lo que te he echado de menos. No paraba de pensar en ti y yo fui quién te salvó. Y tengo muchísimas cosas que contarte, cosas que no vas a creer...

-Lo primero que no me creo es que tú estés aquí. ¿Eres real o todavía estoy en coma?

-¡Soy yo, tonto!

-Entonces explícame por qué has aparecido de la nada.- Main se tocó la frente- ¿Tendré fiebre? Porque creo que deliro.

-No, Main estás bien. Soy real. Tengo cosas que contarte, y te prometo que cuando te lo cuente, comprenderás todo.

-Bueno, sí es así, y eres real.- La cara de Main se iluminó, se iluminó como nunca, con una gran y verdadera sonrisa- ¡Ven aquí, hermanita!

-Cuando desperté papá me dijo que te habías ido, que habías desaparecido y te daban ya por muerta. Cuando lo oí, me hubiese gustado no haber despertado nunca. Soñé contigo, soñé que estabas en medio de una llanura nevada con unas altas montañas al fondo y cada vez que te veía intentaba ir contigo, pero no podía. Había como una barrera que me lo impedía.

-Tal vez yo pueda dar explicación a eso también.

-¿Desde cuándo lo sabes todo?

-He aprendido muchas cosas.

-Cuéntame dónde has estado. Qué has hecho. Cuéntamelo todo.

-Lo haré. Pero antes debes prometerme que... ¡No! ¡Jurarme! Que no dirás nada a nadie. No hablarás sobre todo lo que te cuente con nadie que no sea yo. ¿Entendido?

-Entendido. No entiendo porqué, pero lo he entendido.

Tara le relató toda su aventura, desde que el haz de luz  azul la llevó hasta Nerba hasta el momento en que lo sacó del coma con la ayuda del mago Brillan y volvió con el haz rojo. También le explicó cómo era la princesa Cirí, el rey Escaro, Tasin, Miala y Yaro, la persona que le había ayudado y que era de su misma edad. Así, le habló de las cuatro diosas, de cómo habían cruzado el lago Esmeralda, les había ayudado Rubí, Zafiro, Esmeralda y Amatista, o como Zafiro le había explicado que no podía contar nada a nadie. También le habló de Blacky y del verdadero traidor, el randu Zankek. De las tribus, de como Yaro descubrió quién era su familia, de las luznieras, del Bosque de las Brumas, la prisión de la Mentira... y, así, se pasaron las horas.

Main escuchaba todo sin decir nada. Todo esto era demasiado. No sabía si creérselo. ¿Qué podía hacer sino? Hace un rato había visto a Tara aparecer a través de una luz roja y esto daba explicación a su sueño. Además, la chica le había mostrado el libro del mago Brillan.

-¿Así que, soy un hechicero?- preguntó, todavía asombrado.

-Sí, al igual que Tasin y yo. Brillan es un mago.

-Creo que todavía estoy en coma o algo así. O delirando.

-¡No lo estás!¡Es verdad lo que te digo!

-Si te quiero creer, Tara. Pero acabo de despertar de un coma del que pensé que no saldría. Después papá me ha contado que estabas desaparecida y ahora te veo aquí. Y es que encima no has entrado por una puerta normal. Acabas de aparecer de una luz roja con el libro más raro que he visto en mi vida en las manos.

NerbaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora