1 "Desde lo más profundo"

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Pertenezco al grupo de "Los Especiales" como me gusta llamarnos, esas personas que nunca piden ayuda, que creen que pueden con todo y nunca quieren entorpecer el camino de los demás pidiéndole un favor por pequeño que sea. Por otro lado cuando alguien nos necesita estamos los primeros al pie del cañón, haciendo lo posible porque otros se sientan bien aunque eso nos lleve a nosotros a estar mal.

Puede que pertenecer a este selecto grupo sea el causante de mi estado actual, que es depresivo. No es que sea realmente de vida o muerte, o quizá a mi me lo parezca así porque no me quiero lo suficiente como para darle importancia a mi vida, pero a mí no me parece tan grave, se trata de estar todo el día en la cama o el sofá, mirando el techo y haciéndote miles de preguntas que por desgracia no reciben respuestas. Otro dato importante es no contestar las llamadas telefónicas ni los mensajes y decirle a tu familia que solamente te encuentras mal del estomago, que si alguien pregunta por ti contesten cualquier cosa con tal de no ver a nadie.

Si haces todo eso podrás pasar una depresión en la que nadie se dé cuenta que estas sumergida.

-Buenos días.- llevaba ya despierta un rato, pero aun así fingí que acababa de despertar.- ¿Te encuentras mejor?- mi madre se dedicaba día y noche a preguntarme lo mismo.

-Un poco si.-contesté perezosamente sin mirarla.

-Deberíamos ir al médico.

-No es necesario, seguro que mañana ya estoy corriendo por ahí.

-Si no es así, definitivamente iremos al médico.

-Vale...-mañana era mi límite para hacer el mayor esfuerzo en no pasarme el día tumbada.

-Por cierto, Michael insiste en que quiere verte y ya no sé qué decirle.- si Mike me veía así descubriría al momento que es lo que me ocurre y no quería para nada eso, no quería que nadie se preocupara por mí, ni sintiera pena.

-No te preocupes, ahora lo llamo.

Cuando por fin todos se fueron de casa, tanto mis hermanos como mis padres me fui al salón, hice uno de los dos traspasos del día, de la cama al sofá, y estuve unos minutos pensando si llamar a Michael o no, tenía que hacerle saber que todo estaba bien y que no era necesario que viniera.

-Shailene Bridgit Green pienso vengarme por el abandono sufrido esta semana ¡He tenido que ser sociable!

-Eso no me lo creo.-contesté riendo.

-Vale, no lo he sido, pero querían obligarme a serlo por tu culpa, ¿Qué demonios te pasa?

-Nada grave, solo me encuentro mal.-mentí.

-Genial pues como no es nada grave ábreme la puerta si no quieres que rompa una ventana para entrar.

Antes de poder reaccionar ya me había colgado y el timbre no paraba de sonar.

-¡Michael no voy a abrirte!

-Te aviso que tengo una piedra en la mano y no me gustaría tener que pagar después una ventana nueva.

Sabía que era capaz de romper una ventana con tal de entrar, así que me levante cansada del sofá y fui hacia la puerta. Antes de abrir intente parecer realmente enferma, no sé cuánto podría hacer que durara esa apariencia.

Cuando le vi descubrí que había vuelto a cambiar su pelo de color, ahora era verde y la verdad es que le quedaba muy bien.

-¿Qué quieres? Intento dormir.- intentaba que no entrara, pero fue inútil, en un momento estaba sentado en el sofá.

-¿Vas a contarme de una vez que es lo que te pasa? Pero la verdad, no eso que le haces creer a todos de que te encuentras mal.

-Solo me encuentro mal.- era imposible que ya me hubiera descubierto, realmente me conocía de verdad.

-Shai, no me engañas.

Me senté junto a él, abrazándole y escondiendo mi cara en el hueco de su cuello y su hombro, él rápidamente me devolvió el abrazo, con más fuerza. Por un lado sentaba bien que por fin alguien intentara aliviar el verdadero malestar.

-Me encuentro tan mal...

-¿Ha vuelto a pasarte de nuevo?-pregunto acariciando mi pelo.

Negué con la cabeza, en la universidad era invisible, era imposible que alguien quisiera tomarla conmigo, pero comprendía que fuera eso lo que pensara, ¿Qué otro motivo podría haber?

-No sé qué me pasa y tengo miedo.

-Bueno mientras este yo aquí no tienes por qué tenerlo, vamos a algún sitio.- nos puso en pie a ambos como si fuera algo que hacia todos los días, y me llevo a mi cuarto para que me cambiara.

-¿Has avisado a Cal?

-Si miraras tu móvil sabrías que aun no ha vuelto.

Ya había olvidado que se había marchado hacia un par de semanas a un campamento de entrenamiento para que le cogieran en el equipo nacional de futbol, estando así era como si el tiempo se hubiera parado alrededor.

-¿No vais a seguir adelante con la banda?

Íbamos andando sin rumbo, se suponía que Mike me llevaba a alguna parte.

-Es imposible, solo estamos él y yo y teniendo esta oportunidad no podía dejarla pasar.

-Sabes lo que opino.

-Y tú sabes que odio a Hemmings y jamás le pediría que se uniera a nosotros.

-No he dicho que tú debas hacerlo, siempre me he ofrecido yo para hablar con él, va a mi misma universidad.

-Olvídalo.

-Pero Michael... es tu sueño.- dije un poco apenada sabiendo que siempre había querido formar una banda.

-Olvídalo, yo estoy bien, además te tengo a ti, ¿no?- me paso el brazo por los hombros y me pego a él, llevaba una gran sonrisa, pero al igual que el sabia cuando yo mentía, yo también sabia cuando él lo hacía y esto no iba a acabarse tan rápidamente.

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Aquí esta el comienzo de una nueva, pretendo subir un capitulo por semana, pero teniendo en cuenta que estaré más de una semana fuera de casa y no voy a poder subir la semana que viene, para la próxima subiré dos seguidos.

Espero que os guste, si es así me lo podéis hacer saber en los comentarios, dándome estrellitas, añadiendolo a vuestras bibliotecas o compartiéndolo.

Muchas gracias :)

-A

Burned Too Bright / 5sosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora