Tuve la mayor discusión con mi madre al día siguiente.
Un gran cumulo de cosas sin sentido, como que no podía llevar a mi cama a Michael en mitad de la noche. ¡Se pensó que pasaba algo entre nosotros!
Eso se le junto con el hecho de que no voy a continuar con la universidad. A parte de que no quiero, no creo que me sirviera para nada, ni siquiera sé que quiero hacer el resto de mi vida.
Con todo esto nada más empezar el día decidí quedarme en casa, exactamente en mi habitación encerrada, para que no siguiera calentándome la cabeza.
No tarde mucho en tener compañía.
-Luke, mi madre no quiere que tenga chicos en mi habitación.- dije riendo cuando lo vi entrar por la ventana.
-¿Es que esto es un motel de carretera en el que siempre paran chicos a pasar la noche contigo?-pregunto cerrando la ventana tras de sí.
-No, pero piensa que hice algo anoche con Michael porque no la avise de que estaba aquí.
-¿Y paso algo?- cogió la silla de mi escritorio y se sentó frente a mí.
-Claro que no, nunca ha pasado nada, no es la primera noche que se pasa aquí sin que ella lo sepa.
-Bueno, entonces no pasa nada porque yo esté aquí, no tiene que pasar nada... ¿O sí?
-Si me lo preguntas y pretendes que...- antes de poder terminar la frase me calló con un beso.
Esperó unos segundos a que reaccionara y cuando vio que no le apartaba pasó de besarme con timidez a hacerlo con deseo, mucho deseo. ¿Esto era real? Porque lo había imaginado muchas veces, pero nunca pensé que pudiera hacerse realidad.
-¿Te apetece salir a tomar un chocolate caliente?-preguntó separándose escasos milímetros de mi.
-Ahá.- contesté con la voz temblorosa antes de que volviera a besarme.
-Nos vemos abajo.- dijo yendo hacia la ventana, yo me quede plantada observándole, seguramente cuando se marchara me desmayaría, pero antes de salir volvió y me beso de nuevo.- por si acaso.- añadió riendo.
Cuando deje de verle me tire sobre la cama con una gran sonrisa y las majillas ardiendo. Al pensar que me había besado no pude evitar dar gritos y saltos en la cama.
-¡Puedo oírte!-escuché a través de la ventana.
Al oírle me entró la risa tonta y fui a cerrar la ventana.
Después de abrigarme bien y asegurarme que nadie me impedía salir, corrí hacia la puerta y dije un rápido "después vuelvo". Son técnicas de escapada expertas.
-¿Qué haces?-preguntó Luke riendo cuando corrí hacia él y le escondí detrás de los arbustos.
-Shhhh.- susurré tapándole la boca.
La puerta de casa se abrió y pude ver un poco a mi madre mirando en todas direcciones en mi busca.
-Shailene se que estas escondida.- dijo dirigiéndose a la nada.
Yo intentaba aguantar la risa, pero no era de gran ayuda tener a Luke al borde de un ataque. Estaba rojísimo y se le escapaban pequeñas risas, que nos acabarían delatando.
Volví a mirar hacia la puerta y mi madre ya no estaba, pero aun no deje a Luke que se riera a gusto, teníamos que alejarnos. Al girarnos mi madre estaba con un semblante serio detrás de nosotros y Luke ya no pudo aguantar más y comenzó a reír sin control.
Debería estar seria porque mi madre parecía enfadada, pero era imposible no reírse oyéndolo. Sé que mi madre también tuvo que hacer un pequeño esfuerzo por no reírse.
-Deberías probar a cambiar de escondite.- dijo colocando sus manos en las caderas.
-Es que no me ha dado tiempo de encontrar otro.- contesté intentando taparle la boca a Luke para que pudiera ponerme seria.
-Sabes que estoy cabreada, ¿Por qué me provocas de esta manera?
-Mamá no hice nada con Mike, ¿Cómo puedes pensar algo así? Es amigo mío desde siempre, de pequeños dormíamos juntos.- contesté en mi defensa.
-Yo ya no se qué pensar, estas muy rara, yendo y viniendo y cuando te encerrabas... quiero que me cuentes que está pasando.
Sabía que no iba a parar hasta que le contara que pasaba, en realidad no pasaba nada, pero ella se empeñaba en que si, así que le daría algo en lo que entretenerse.
-Vale, me has pillado. Este es mi novio. Luke.- mi madre pasó como una flecha de mirarme a mí a mirarle a él. Analizándolo.
También le mire para ver como se había tomado que mintiera con respecto a nosotros, pero no parecía para nada molesto. Miraba también a mi madre, intentando transmitirle confianza con una amplia sonrisa.
-¿No habrás dormido con mi hija?- preguntó apuntándole con el dedo.
-No señora.- contestó mirándome de reojo.
-Nombre completo.
-Luke Hemmings.
-Mmmmm, Hemmings, ¿el mismo Hemmings con el que ibas a clase?-preguntó esta vez en mi dirección.
Asentí y volvió al tercer grado que estaba realizándole.
Le pregunto si seguían viviendo en el mismo lugar, como estaban sus padres (al parecer los conocía), si conocía a Michael y Calum, y mil cosas más a las que el contestaba con brevedad, si intentaba extenderse mi madre le cortaba con otra pregunta.
Para que todo fuera perfecto solo me hacían falta unas palomitas, habría sido el espectáculo de comedia perfecto.
-¿No serás tu el que la ha hecho llorar?-preguntó otra vez en modo madre a la defensiva.
Rápidamente negó con la cabeza.
-¿No sería ese estúpido con el que salías?-dijo mirándome a mi.- ¿Cómo se llamaba? Drew... Dester... era algo con d...
-Derek.- contesté apartando la mirada.
-Nunca me gusto ese chico.- hablaba de nuevo con Luke.- Ni siquiera llego a presentármelo y sé que estuvieron al menos un año juntos, pero fue horrible, la pille más de una vez volviendo a casa con copas de más.- y esa era la faceta de mi madre la cotilla, al menos ya no parecía enfadada, tenía un nuevo entretenimiento.- ¿Tu eres el Luke del pingüino?- preguntó haciendo memoria.
-Si señora.- contestó él feliz seguramente de que le hubiera enseñado el pingüino a mi madre y le hubiera dicho que él me lo había conseguido.
-¿Y cuando lleváis juntos? Porque también ha estado con este tal James, tampoco me gustaba, se la llevo a Nueva York, algo de locos.- hablaba como si yo no estuviera presente.
-No tendrías que haberme dejado ir entonces.- dije haciéndome notar.
Me miro un segundo, sonriendo, y volvió a mirar a Luke, esperando que le contestara a cuanto llevábamos juntos. Él me miro y después miro a mi madre.
-Pues no sabría calcularlo con exactitud... ¿15 minutos?
Mi cara de seta de escuchar a mi madre hablar de mis novios cambio al escuchar esa contestación, me empecé a reír al ver la cara de confusión de mi madre.
-Genial, pues entremos y sigamos hablando, quiero que me contéis como ha pasado todo y como os conocisteis... aunque ibais juntos a clase, que bonita historia.- cogió a Luke del brazo con toda la confianza del mundo y aunque me divertía mucho la situación no quería entrar y que mi madre siguiera preguntándole cosas.
-Mamá íbamos a ir a tomas chocolate.- me queje aun desde detrás de los arbustos.
-Yo he preparado chocolate.- contestó sin siquiera darse la vuelta.
-¡Genial! Vamos Shai, esto parece divertido.- dijo Luke girando la cabeza para mirarme.
Maldije en susurros el momento en que había decidido que decir que era mi novio era una buena idea y los seguí al interior de la casa, preparándome para momentos incómodos y seguramente varias risas, no sería todo vergonzoso.
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Burned Too Bright / 5sos
Teen FictionCreo que cuando todo ha llegado a su fin se repite en flashbacks, ¿sabes? Es como un caleidoscopio de recuerdos, todo regresa, pero él no lo hace. Pienso que parte de mi, al segundo de verlo, sabia que esto pasaría. En realidad no es algo que dijera...