5 "¿Odio?"

254 14 0
                                    

Aquel día, en el segundo descanso, todo el mundo se concentro en el mismo lugar. Como ovejas que forman un rebaño, todos seguían a la nube de gente, pero yo continué mi camino habitual a la cafetería, que como era de esperar estaba desértica a excepción de las empleadas.

Mientras me tomaba el desayuno y repasaba algunos apuntes en mi portátil la puerta se abrió de golpe, tan abruptamente que sigo preguntándome como no rompió los cristales de ésta. Rápidamente mi atención y la de las camareras se desvió al lugar del golpe y el causante era Luke, la primera impresión fue alegría porque podría aprovechar el momento para volver a hablar sobre la banda, pero cuando vi su cara mis esperanzas de que eso ocurriera se desvanecieron. Llevaba un gran moratón cada vez más evidente en el ojo y lo que me pareció ver también fue que le sangraba la comisura del labio.

Obviamente me preocupe por lo que podía haberle pasado, pero no era quien para meterme en sus cosas, así que solo le observe, ni siquiera se percato de mi presencia en la cafetería cuando entro. Una vez en la barra y esperando a que una de las camareras le sacara el hielo que había pedido, se giró y fue cuando me vio, observándole fijamente. El cruce de miradas no duro demasiado, yo volví mi mirada a la pantalla y él a la barra.

El silencio se había vuelto incomodo por su presencia, así que recogí mis cosas y me dispuse a marcharme.

-Shailene.- le temblaba la voz, como si fuera a llorar, por lo que me volví a mirarle y ver si era así, de momento no se veían lagrimas asomar.- ¿Tienes prisa?

Negué con la cabeza. ¿Por qué me preguntaba aquello? Si pretendía que yo le diera consuelo con algo estaba acudiendo a la persona equivocada, además de no conocerle de nada nuca se me había dado bien dar consuelo.

-¿No has ido a ver el espectáculo?-preguntó limpiándose la sangre del labio.

-No.

Creo que esperaba que preguntara que había pasado porque nos quedamos mirando el uno al otro sin decir nada hasta que él volvió a arrancar.

-¿Quieres saberlo?

-Nunca me han interesado los chismorreos.- como al parecer quería hablar un rato con alguien me acerque hasta él y me senté en el taburete contiguo.

-¿Te lo puedo contar?

-Si eso te hace sentir mejor, adelante, te escucho- conteste dejando todas mis cosas sobre la barra.

-Pues resulta que un chico, mientras estaba yo desayunando con mi novia, le ha dicho una palabra no muy bonita y yo como buen novio me he levantado en su defensa, pero mi sorpresa ha venido cuando ella se ha enfadado conmigo ¡Eso no tiene ningún maldito sentido! Ahora bueno todos se han puesto del lado de ellos y yo estoy aquí.

-Contándole tus problemas a una desconocida.- añadí.

-Fuimos juntos a clase.- a pesar de lo que acababa de contarme me hablaba sonriente.

-Claro, eso nos convierte en grandes amigos.-conteste sarcásticamente.

-¿Tu sabes algo que yo no?- pregunto cambiando su expresión alegre.

-La gente hace cosas sin motivo alguno y yo por desgracia no se las respuestas a todo.- por su cara supe enseguida que comprendía por donde iba, todo el mundo sabía lo que había pasado con Derek y conmigo, así que esto se volvía incomodo.

Sin decir nada más volví a coger mis cosas y a poner rumbo a la salida. No quería ser una borde, pero me había puesto de mal humor, ¿a qué viene ahora contarme sus problemas? ¿Acaso no tiene amigos?

-Lo siento, no quería que te sintieras mal.

Le ignore por completo. Achaco este comportamiento a mi estado anímico, que se puede describir como bipolar. Puedo decir que en ese momento le odiaba por completo y sin ninguna razón aparente. Me hubiera gustado preguntarle que pasa entre él y Michael o intentar convencerle de que se uniera a la banda, pero la verdad es que después de esa conversación no me apetecía verle, ni al ni a nadie. Puede que en el fondo el problema sea Derek.

Burned Too Bright / 5sosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora