Tadashi estaba emocionado, bueno, emocionado era demasiado corto con respecto a como se sentía en aquel momento.
Era doce de agosto, en pocas palabras, hoy era el O-bon matsuri
Por fin volvería a ver a su tía Cass, a Hiro y sus amigos... por fin vería a su familia de nuevo.
Se levanto temprano y bajo las escaleras con Baymax detrás de si, se acomodo su cabello debajo de su gorra cuando oyó la puerta tocar, una sonrisa se instaló en sus labios mientras iba en dirección a la puerta y abría, encontrándose con Héctor quien le saludaba con esa bella sonrisa que tanto le gustaba.
-Hola chamaco, ¿vamos a...
No lo dejo terminar cuando lo agarro de su rostro y lo beso, el mayor tenía los ojos abiertos y, de no ser por que lo estaban besando, su mandíbula estaría caída de la sorpresa, pero le correspondió el beso tomándolo de la cintura
Para ambos, era el mejor beso de su vida.
Aunque, ha decir verdad, Tadashi había dado su primer y segundo beso con el catrín y ambos, pero aún así sentía aquel remolino de emociones que le provocaba el simple hecho de besar a su contrario.
Se separaron con lentitud mientras veía al mayor a los ojos, no es que fuera un cursi de primera pero, esos ojos marrones que caracterizaban al mexicano eran los más bonitos que había visto en su vida.
-Wow —Exclamo Héctor —¿Qué hice para que me recibieras con semejante besote?
Solo pudo dedicarle una sonrisa nerviosa al mayor, sin saber con que responder aquella acción que realizó sin pensar.
—Es que hoy es el O-bon matsuri —respondió con timidez
—¿El Ojón marino? —pregunto Héctor confundido
Solo pudo reír por su mala interpretación al japonés.
—El O-bon matsuri, no ojón marino, Héctor
—¿Y de qué trata esa cosa tan rara? —Pregunto el mayor curioso, si aquello era causante de la felicidad de su destinado, pues quería saber que era.
Sus ojos se iluminaron, Héctor quería saber sobre su festividad, lo tomo de la mano para llevarlo al interior de su casa y cerrar la puerta tras de si y aventar al mayor en el sillón
—¡Epale chamaco!, esas cosas las prefiero hacer cuando hayamos formalizado esta relación —reclamo el mayor tapándose con su sombrero de paja el rostro.
Tadashi se quedo confundido unos momentos hasta que entendió lo que quería decir el mayor y se tapó el rostro de igual manera
—¡No iba a hacer eso!
El mayor solo pudo reír mientras se acomodaba en el sillón
—Era juego chamaco, vamos cuéntame de ese O-bon matsuri
Se destapo el rostro para sentarse a lado de Héctor —El O-bon matsuri es una tradición religiosa en la que se honra a las almas de nuestros antepasados, la primera noche se realiza el Tōrō nagashi donde se lanzan farolillos de papel a las aguas de un río para que guíen a los muertos al mundo de los vivos, la segunda se realiza el Bon Odori donde se celebra al aire libre sonando los tambores ceremoniales y las personas se reúnen a cantar, bailar y comer en honor a los difuntos, y en la última noche se realiza el Gozan no Okuribi que es un festejo celebrando que los muertos vuelven a su mundo —Explico
Héctor oyó todo atentamente mientras acariciaba el lomo de Baymax —Que chido —exclamo —en pocas palabras, tienes tres días para visitar a tu familia y yo solo tengo uno
Solo pudo encogerse de hombros con una sonrisa —Pero puedes acompañarme hasta el puente para cruzar
Héctor se incorporó con el felino en sus brazos mientras le acariciaba su gorra —Entonces vamos a disfrutar el día antes de que vayas pal otro lado, chamaco —Dijo sonriente, sonrisa que correspondió
Ambos salieron de la casa entre risas y sonrisas, caminaron por la plaza mientras el felino iba volando de un lado a otro inquieto
Héctor toco varias canciones que el oía con atención
Fue un gran día y, cuando se dieron cuenta ya estaba atardeciendo, era la hora de cruzar para él.
Fue a donde se cruzaba el puente, una mujer esqueleto vestida de oficial lo saludo para después escanearlo, trago saliva mientras se dejaba escanear, estaba nervioso
—Lo siento —Dijo por fin la joven esqueleto —parece que nadie lanzo un farolillo con su nombre
Entonces su sonrisa desapareció, no, esto no podía pasar, ¡Hiro y su tía Cass debieron haber puesto su farolillo!
Antes de poder reclamar y hacer un alboroto, Héctor lo tomo de los hombros llevándolo de regreso a casa.
Las lágrimas empezaron a salir de sus cuencas sacando varios sollozos de su boca, esto debía ser una pesadilla
Héctor lo abrazo mientras él seguía llorando aferrado al chaleco del mayor
—Lo lamento Tadashi, no quería que sintieras esto
Héctor tenía miedo, aquel dolor ya lo había sentido él, no quería que olvidaran al menor
¿Qué había pasado en el mundo de los vivos?
Mientras que en San Fransokyo, Hiro había roto el farolillo del mayor mientras su tía y amigos lo veían sorprendidos
—¡Tadashi no volverá! Es tonto que siquiera lo piensen —Grito para salir del lugar
La tía Cass se tapó el rostro mientras lloraba
Ya no sabia que hacer con el menor
Tal vez era cierto y lo mejor sería...
Olvidarse de Tadashi
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Yei!!!! :D
-le pegan con todo-
Felicidades habéis llegado al capítulo veinte
Agradezco a todos por leer
Y también sus comentarios
Y sus votos
¡Y sus 4.2 K de lecturas!
Las amo
Adiós
-se va antes de que le sigan pegando-
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Editado 03-05-2019
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Futago no tamashī (Hectashi)
FanfictionEn un mundo donde el nombre de tu alma gemela se vuelve parte de tu cuerpo, las personas esperan el momento a que su marca aparezca. Tadashi solo era un niño, un niño que no sabía lo que sucedía cuando la marca apareció en su piel. ¿Quien dijo que e...