Ju hachi (18)

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Paso el tiempo desde que Tadashi había llegado a aquél mundo tan extraño y tan hermoso, todos los días Tadashi se levantaba temprano y Héctor pasaba y lo invitaba a desayunar o él a Héctor, ambos desayunaban e iban a caminar por la plaza mientras hablaban sobre sus gustos.

En ocasiones el señor Omar habría la ferretería y compraba algunas cosas para construir que, amablemente Héctor llevaba a su casa.

En otras Héctor llevaba la guitarra y tocaba canciones en la plaza siendo alabado por todos

En una ocasión conoció a la familia de Héctor...también conoció a Imelda y a Coco, la ex-esposa e hija de este. Eran unas grandes personas con las que tenía la confianza de charlar con todo el gusto del mundo y, no fue cuestión de demasiado tiempo para que se encariñara con toda la familia Rivera.

Cuando se presento como el alma gemela del mayor, la matriarca de la familia le dio un zapatazo a Héctor antes de reclamarle por no presentarlo a la familia desde hace tiempo. Coco por otro lado, le sonrió con cariño mientras le daba la bienvenida a la familia, presentándole de paso a todos los integrantes de la misma que, era muy grande a decir verdad.

La familia los invito, más bien los obligo, a cenar con ellos y, por educación, aceptó a dar la cena con la familia Rivera, nunca se sintió más feliz e incómodo en su vida y le había costado separarse de aquella dulce familia.

A veces Héctor y el iban a visitarlos y platicar un rato, a veces la misma Imelda era quien iba a la morada y los llevaba a patadas a la casa sin poder objetar nada y en algunas otras iban ellos a la casa de Héctor para llevarse toda la comida.

Pero Héctor los seguía recibiendo con una sonrisa aunque tuviera que ir después por comida.

Ese día habían salido a caminar por la plaza mientras comían un helado cuando un peso lo hizo caer al suelo y hacerse un revoltijo de huesos

Héctor se acercó preocupado mientras él se reconstruía rápidamente, algo que le molestaba de estar muerto era su cuerpo frágil que se desmontaba como si fuera una pluma.

Ambos voltearon a ver al culpable hallando a un bello felino de colores brillantes y unas alas de loro color morado que lo veía detenidamente antes de que Héctor sonriera

-Al parecer tu alebrije por fin se digno a venir -Dijo mientras reía

-¿Mi alebrije? -Pregunto curioso viendo a aquel ser de cuatro patas que se lamia su pata.

-Tu guía espiritual -explico el mayor señalando al felino -pero mira si esta rechulo como el dueño -confesó el mayor acercándose a aquel felino tan pequeño.

Solo pudo taparse el rostro avergonzado mientras que el otro sonreía y cargaba al felino, que era muy manso, por lo que podía apreciar.

-Vamos Tadashi, ponle un nombre a esta cosita

Se destapo el rostro viendo a Héctor con el felino en brazos, se lo pensó un momento buscando el nombre adecuado, hasta que en su mente apareció aquel robot blanco que había creado tiempo atrás.

-Me gustaría llamarlo...Baymax

-¿Baymax? Esta raro el nombre, pero bueno, el alebrije es tuyo, así que si quieres llámalo chuleta si quieres -dijo para extenderle al felino

Tadashi iba a tomar al felino cuando este le gruño y se acomodo en el cuello de Héctor, solo pudo fruncir el ceño mientras veía a Héctor hacerle mimos al felino que ronroneaba de gusto

-Creo que habrá que amansarlo -Dijo Héctor -Los alebrijes por lo general son muy cariñosos con sus dueños

-¿Amansarlo? Pero si lo tienes bien amansado -Dijo cruzándose de brazos

-¿Celoso, chamaco? -Pregunto burlón el más delgado

-¿Yo? -Preguntó mientras se señalaba - claro que no y menos de mi alebrije y mi pareja predestinada - dijo lo último con sarcasmo

El otro le dio un beso en su huesuda mejilla antes de caminar en dirección a su casa con el felino en su cuello

-Entonces me llevo a esta cosita a mi casa - dijo sonriente

Se toco la mejilla antes de seguirlo con una sonrisa boba, tomó su brazo con timidez mientras este lo llevaba a su casa, o cantón como decía el mexicano.

¿Qué podría resultar mal a lado del mayor?



wii :D -ve los picos y se esconde- D:

¡No queria ponerles esa fea frase!- dice mientras corre

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Editado: 02-05-2019

Futago no tamashī (Hectashi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora