Jû ni (12)

1.6K 210 41
                                    

Era la quinta vez en la semana que tenía que salvar a su hermano de las peleas ilegales de robots, algo demasiado sorprendente es que solo habían pasado tres días, lastimosamente, en esta ocasión la policía había logrado atraparlos y había tenido una mala experiencia cuando le tocó estar en la misma celda que varios de los jugadores mientras su hermano estaba en una celda solo, gracias a que era menor de edad.

Sobo su pobre oreja con suavidad, la cual había sucumbido al jalón proporcionado por su adorada tía Cass apenas los había sacado de la estación de policías, aunque aceptaba que si él hubiese visto a sus sobrinos en la cárcel les haría lo mismo como mínimo.

Su tía podía ser un amor de persona la mayor parte del tiempo, pero cuando se enojaba era peor que el mismo diablo, razón por la que evitaba molestarla, contrario a Hiro quien recibía esos jalones de oreja de manera constante, ahora mismo debía estar comiéndose las donas del café y, si Hiro no veía la forma de calmarla, arrasaría con el café completo.

—Tendrás que disculparse con ella Hiro —Dijo cruzado de brazos  en un gesto de total seriedad.

Parecía que Hiro no entendía que su intelecto podía ayudar a las personas, que debía aprovechar aquél intelecto para algo mejor en vez de esas peleas robóticas que le causaban problemas, supo que no lo estaba escuchando cuando lo quito de la silla y se puso a buscar en su computadora una nueva pelea de robots a unas cuadras de ahí.

Frunció su ceño al notar hacia donde iba, no podía seguir dejándole escaparse a edad peleas, no quería que desperdiciará su vida en ello, entonces, se le ocurrió una idea, no sabía si funcionaria, pero, debía intentarlo.

Se ofreció a llevarlo, entrecomillas, al sitio con la excusa que con ello estaría más tranquilo, aunque en realidad tenía en mente el llevarlo a su universidad, cuando se detuvieron en la entrada de la misma vio a Hiro con una mueca en sus labios mientras se cruzaba de brazos, como si supiera que trataba de hacer.

—Voy por algo, no tardo —Dijo en un vano intento de excusarse —¿Me acompañas o te quedas? —Su hermano solo le siguió a paso lento con aquella expresión aburrida presente en el.

Le había mostrado el sitio y además le presento a Gogo, Wasabi, Honey Lemon y Fred.

Notó cuan maravillado se encontraba con cada cosa que le mostraban sus amigos, hasta que finalmente llegaron a su laboratorio donde volvió aquel rostro de aburrimiento, arqueo la ceja antes de buscar entre sus cajones la cinta adhesiva, vería como borraba su mueca en un instante.

—Y, ¿en que estas trabajando Tadashi? —Preguntó Hiro, tratando de ocultar aquél interés en lo que buscaba su hermano, o bueno, era aquello hasta que vio la cinta adhesiva en las manos de Tadashi y soltó una risa de manera leve —Tadashi, la cinta adhesiva ya fue inventada —Dijo en un tono obvio hasta que un pedazo de ella fue pegada en su brazo y luego jalada con tal fuerza que le hizo soltar un quejido mientras le veía molesto.

Entonces salió de su centro de carga su trabajo más ambicioso... Baymax, este caminaba lentamente hacia dónde se hallaba su hermano sobando la zona afectada, la manera en que movió la silla para poder llegar a su destino fue tan adorable que le sacó una sonrisa.

—Hola, soy Baymax... su compañero personal de asistencia médica. Detecté su necesidad de atención médica cuando dijo... "Ouch" —Inició la conversación de manera automática, una pequeña conversación que siempre tenía que decir por orden suya.

—¿Un enferme-robot? —Preguntó por fin Hiro mientras le veía fijamente, sólo asintió como respuesta a ello.

—En una escala del 1 al 10, ¿qué puntaje le daría a su dolor? —El robot volvió a atraer la atención de Hiro el cual simplemente bufo.

Futago no tamashī (Hectashi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora