Futago no tamashī (Hectashi)

Yon (4)

Tenia 8 años cuando ocurrió.

Era una noche como cualquier otra, dormía plácidamente cuando sintió un dolor intenso en su vientre.

Fue tanto el dolor que sintió en ese momento que grito lo más fuerte que sus cuerdas vocales le permitieron y su madre corrió al rescate.

Ella encendió la luz y se acerco a él, estaba preocupada y asustada al mismo tiempo.

—¿Que sucede Tadashi?

—M-me duele —Fue lo único que pudo decir mientras se apretaba con fuerza su vientre como si aquella acción aminorara el dolor que sentía.

—Dejame ver cariño —Pidio ella tratando de sonar tranquila, tal vez le dolía el estómago a su pequeño.

Su madre subió su camisa com suavidad mientras Tadashi se limpiaba las lágrimas que habían salido por el dolor, en su vientre se veían, a su parecer, garabatos sin sentido.

Tadashi vio a su madre, ella estaba demasiado callada.

—Apareció —Susurró su madre

—¿Que apareció mamá?

—Tus palabras,  el nombre de tu alma gemela pero...

—¿Pero qué mamá? —Preguntó asustado, ¿acaso aquello era malo?

—Es imposible, tus palabras aparecen a los 13 años, aun eres pequeño, eso solo puede significar que... tu alma gemela es mayor que tu —Explicó su madre lo mejor posible, tampoco quería que su pequeño tuviera mas dudas que nada.

—¿Hay algo malo en eso?

—Pueden pasar muchas cosas por eso, ¿que dirá tu padre? si es mayor a lo mejor ya esta casada, no, eso no es posible —Se decía la mayor en voz alta sin notar que había hecho llorar de nuevo a su hijo

Tadashi estaba asustado.

¿Y si su alma gemela no lo quería?

No, eso no podía pasar.

¡Su alma gemela debía quererlo, ¡Era su obligación!, ¿O no?

Tantas preguntas venían a su mente, cada una peor a la anterior, su madre a su hijo llorar dejo sus dudas de lado para consolar a su pequeño.

—Siento preocuparte Tadashi, no pasa nada si es mayor que tú, el te querrá mucho a pesar de la edad y te ha de estar esperando —Aseguró mientras pasaba sus dedos por la cabellera de su pequeño que soltaba algunos sollozos

—¿T-tu lo crees, mamá? —Preguntó esperanzado el menor

La mayor tomo el rostro de su pequeño y limpio con suavidad las lágrimas que habían caído de los orbes marrones de su hijo.

-Claro Tadashi, es tu alma gemela —Mintió, las cosas no eran fáciles si aquella persona que estaba destinada a su hijo era mayor a él, había demasiadas probabilidades de que no lo quisiera o estuviera casado, hasta podría morir y el dolor que sentiría el menor sería horrible al igual que el perder sus palabras

—¡No! —Dijo para si borrando aquellos horribles pensamientos, su hijo estaría bien, su hijo encontraría a su alma gemela y se amarían por siempre.

¿No es acaso lo que cualquier madre pensaría?

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Editado 23-04-2019