Capítulo 14

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Capítulo 14: "¿Nuevos comienzos?"

Me encontraba frente a la gran casa Malik.
Frente al centro de Canadá, unas pequeñas calles achinadas, cabinas de teléfonos, y por la izquierda, ahí.. estaba nuestra casa. Su color es marrón oscuro. Cuenta con tres pisos y tiene su estilo ingles.
En la entrada, unos pequeños faroles alumbran el camino de rocas color crema. Un pequeño escalón de mármol, barandas de madera y la gran puerta en forma de chocolate. Los ventanales son enormes. Tenemos un pequeño jardín y las rejas que divide la casa a la calle. Un garaje en donde puede entrar casi 3 autos. Un pequeño diminuto laguito y por atrás, unos árboles gigantes que le dan el toque otoñal canadiense.

-Es preciosa amor.-abraza Perrie a Zayn.-¡Ya entraré a elegir mi cuarto!

Perrie entró a los saltos a la gran casa. Hizo resonar sus tacos rosados en el escalón de mármol.

-¿Te gusta?-preguntó él.
Esta vez se refería a mi. No contesté. Aún estaba enfada porque nos habíamos mudado, y porque quitó el oso del camión, también con la abofeteada que él me había dado hace dos días.

-Te estoy hablando.

nada.

-¿Así jugarás? me parece perfecto. Yo jugaré peor contigo.-advirtió.

idiota.

Entramos a la casa. Los camiones de mudanza ya habían llegado. El hombre de traje celeste, abre la compuerta para comenzar a sacar las pertenencias de Zayn y Perrie.

Y mías.

Decidí entrar a la casa para buscar mi habitación. Este lugar contaba con cinco habitaciones de huésped. Tres baños, un living grande, cocina espaciosa, salón deportivo y de entretenimiento. Dos balcones y un ático que me aterrorizaba entrar.

Perrie y Zayn ya habían escogido su cuarto. El mio era color marrón con un pequeño balcón, vista al centro de Canadá.
Esto era bellisismo.

Durante la tarde, Perrie se ocupó de llamar al nuevo personal hasta que vengan Mary y André. Todavía estaban en Londres haciendo papeles de tramite para venir aquí.

Zayn se ocupó de llamar a su empresa, a no dirigirme la palabra y a mirarme con el ceño fruncido.
Aveces me pregunto por qué estoy acá.
La única persona que me hacía sentir cómoda era Mary. Que por estos días estaba fuera del país.

-Lía-llamó Zayn.

Lo observé con la mirada. No iba a contestar un "¿Qué?" a su mando.

-Ocúpate de acomodar tus pertenencias en tu habitación y en tu baño. Esta vez si tienes ducha propia. ¿Entendido?

Asentí. Hoy iba a jugar duro.

-Y a las 9:00 baja ya a cenar.

Subí las escaleras. Lo primero que hice fue guardar mi ropa en el armario de pared que había. Tenía profundidad y luz. Al terminar, abrí el balcón para dejar paso al aire fresco de Canadá. El frío estaba algo insoportable, pero por suerte tenía calefactor. ¡Un gran calefactor!

A las 8:45 bajé a cenar. Zayn estaba con papeles de la empresa, mientras que Perrie fue a recorrer tiendas.

Me encontraba sola con él.

-Ven aquí-dice con sequedad.
-¿Qué quieres?-respondí.
-¿Qué te he dicho de ese maldito oso?

oh..

-No lo iba a dejar en tu casa, abandonado y solo.
-¡No te sirve de nada!

Tenía razón. Yo había abandonado a Nícolas.

-Un recuerdo.
-Tendrás mejores recuerdos.
-¿De qué hablas?
-¡Un estúpido pedazo de algodón no es buen recuerdo!-exclama.
-Zayn.-dije en tono de cansancio-Dime. ¿Qué tienes con Nícolas? el ya no está aquí y no volveré a verlo. ¿Qué tanto peleas? Debiste déjame conservar el estúpido oso y todos estaríamos felices y contentos. ¿Okey?
-Señorita Malik....-dice sarcástico.- No dejaré que insulte en MI casa. Hoy aclararemos las normas de convivencia.

ja.

-¿Qué normas, Zayn?-reí.-Nunca haces nada de lo que dices.
-Normas matrimoniales, como la crianza de los niños también.

¿Níños? ¿Acaso buscan otro hijo? ¿WTF? ¿Por qué en esta vida ocurre todo tan rápido?

-Tu eres la niña de la casa. Se que estas en una etapa de pre-adolescencia.-dice con express.
-Zayn... tengo diecisiete años.
-Sigues siendo una niña. Yo a tu edad...
-¿Qué?-levanté una ceja.

Apuesto a que tocaba traseros.

-¡No me desafíes!

Zayn se levanta del sofá de cuero. Por un momento, me sentí una hormiga. Él tenía una gran estatura.

-¿Podrías poner la mesa?

Dejo pasar el mal momento y de mala cara, voy hacia las cajas de empaque y saco un par de platos, cubiertos y vasos. Zayn había preparado un salmón rosado con salsa blanca.

-¿Por qué tan fino esto? ¿No puedes cocinar... nose, ¿Unas hamburguesas?
-¿Tan simple señorita?-dice secando unas copas.
-No lo se. No me acostumbro a tu finura.

Finura.. pero cuando insulta. ¡Valla guarango!

-¿Puedo probar un sorbo?-pregunté al ver como Zayn quitaba el corcho marrón del vino.
-Ni lo sueñes.
-¡Oh vamos! en el Center Club he prob...

¡Ops!.

-¿Qué has probado qué?
-Gaseosa.
-Te creeré todo lo que digas, por supuesto.
-¡Ahg!
-No irás a esos lugares aquí en Canadá. Es muy peligroso.
-Ya lo veremos.

¡Oigan esperen! he dicho que no hablaría con él por la abofeteada. ¿Qué demonios estoy haciendo?

-Estoy muy enfada contigo ¿Sabes?-confesé.
-¿A si? ¿A qué se debe?-se sienta en la punta de la mesa. Claro, el es el rey.
-A tu abofeteada.-digo débil.

El comedor se llena de silencio. Zayn me observa con su penetrante mirada miel.

-Disciplina. Necesitas disciplina Lía. En el instituto... ¿Acaso no te daban?
-Yo... Prefiero no hablar de eso.-miro hacia otro extremo de la casa. He notado que el techo es negro.

"-Ian te castigará si llegas tarde a clases-advirtió Ana."-Recordé. Ella estaba en lo exacto. El profesor Ian era el peor del instituto.

Esa tarde fue inolvidable para mi.
Él había abusado físicamente. Tres moretones, dos rasguños y un golpe en la cabeza con una fusta. Algo secreto que tenía Santa Ana era que los profesores te castigaban físicamente. Por ello la mayoría de los maestros eran hombres. Susan sabía que no lo había hecho a propósito. Y ella no hizo nada para detener mi castigo.
Como todo colegio pupilo de huérfanas, he visto cosas espantosas e inmundas. Nunca en mi vida me las olvidaría. Ni los golpes en el rostro de Emma.

En ese tiempo, Ian había querido abusar de mi muchas veces. Y pudo hacerlo. Susan sospechaba algo. Como recompensa, trataba de dejarnos tiempos libres o darnos extras en los comedores. Nunca nadie iba a compensar lo que pasamos allí.

-¿Vas a contestar?-interrumpe Zayn mis pensamientos. Ya era tarde para hablar. Yo estaba inundada en lágrimas.

Mi extraño protector/ TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora