Capítulo 18: "Adrenalina"
-¿De qué hablas, Zayn?
Lo observé detenidamente. Zayn estaba con su ceño fruncido, sus ojos mieles me fulminaban.
-¿Ahora tienes ganas de estudiar? ¿Cómo es eso?-pregunta cruzando sus brazos.
-No quisiste que vaya a la escuela. ¡Bien! ahora estoy aquí con un profesor de casa. Estoy tratando de que esto funcione. ¿Entiendes?-dije eufórica.Ya estaba harta.
-Tu sabes muy bien de lo que estoy hablando. "Soñaba con tener un baile. Pero ahora que está Niall, eso no me interesa"-dice imitando mi voz.
-Pareces un niño. Cuando te vi por primera vez me dio miedo tu frialdad. Ahora que noto tus celos me doy cuenta q-
-Momento. ¿Celos?-dice con frialdad.
-Si señor.
-Escúchame Lía Malik, Al único ser que tengo celos es a tu madre Perrie. Ella ahora no me da motivos para tener celos ¿Me sigues?-camina cerca mio-No te confundas.
-Claro Zayn... todavía no entiendo como ella logró convencerte-susurré.
-¿De qué hablas?
-Olvídalo... pareces ciego.-digo subiendo las escaleras.
-¡Ven aquí ya!-gritaEn cuestión de segundos, escucho unos fuertes golpes en la escalera. Él estaba subiendo a pisoteadas.
-Dime. ¿A usted le interesa mi relación con su madre?
¿Ahora me trata de usted?
-Oh señor.. disculpe-digo con tono de burla.
-¡No me tomes el pelo!
-No es que me interese.. solo me llama la atención que te engañe con otro hombre y luego la perdonas ¡Y encima te convence de mudarnos!
-Déjalo... yo solo no debí entrometerte en esto.
-¿De qué hablas?No entendí. Creo que lastime a Zayn. Y me he quedado confundida sobre eso de entrometerme. ¿No quiso entrometerme en su problema o en su familia?
Me encerré en mi cuarto y encendí la televisión. En media hora.. me quede dormida. Luego Kendra entró a mi habitación y me hizo bajar para cenar.
Aún dormida, tomé mis pantuflas de dinosaurio y bajé las escaleras. La luz estaba tenue y la mesa ancha perfectamente puesta. Tres platos, tres cubiertos, un vaso y una copa, rodajas de pan, vino fino y servilletas de lino. Esto si que era lujoso... recuerdo el comedor de Santa Ana. Toda la vajilla de plástico trasparente y el comedor inundado en voces chillonas.-Que tengan una deliciosa cena señor-dice Kasandra haciendo un gesto.
-Gracias. Puedes retirarte-dice Perrie con frialdad.Me senté frente a ella mientras que Zayn en el medio. Cenábamos cangrejo de mar. ¡Pobre animal!
-¿Y bien? ¿Algo para comentar?
-Si amor. ¡A qué no sabes que encontré!
-¿Qué?
-¡Encontré la nueva linea de MAC!
-Oh.. mira que interesante-dice tomando vino.
-Si. Tonos rosados.
-No me gusta que te maquilles tanto. Eres hermosa así.
-No lo se...
-Te ves bien sin maquillaje Perrie-opino.
-Ya ya ya... ¡Kendra ven aquí!-grita.Enseguida, ella se asoma cerca de nosotros.
-¿Qué te he dicho de mi dieta?
-Señorita yo obedezco ordenes del señor Malik.
-¡Zayn!-chilla-¡Sabes que odio la grasa!
-Es carne. Un poco no te engordará Perrie.
-No comeré.-dice corriendo el plato.
-No desperdicies. ¡Odio que hagas eso!
-Me vale mierda.Perrie se levanta y va hacia su habitación. Estaba acostumbrada a estas discusiones acerca de su "obesidad"
-Y tu te terminas todo.-ordena.
-A mi no me hables así ¿Okey? no te hice nada.
-Cierra tu boca. Nunca puedo cenar tranquilo. Ni el primer día en la nueva casa.
-Nose a quien le podrás echar la culpa.
-No quiero discutir contigo sobre estos temas. Eres pequeña.
-Oh... claro.Zayn deja los cubiertos y me observa con maldad.
-Una contestación más así y no podrás levantarte.
-Oh claro.-reí.
Enseguida, él se levantó de su silla con toda su furia revoleando su copa y yo en un milésimo segundo, corrí escaleras arriba tratando de esquivarlo. Subí la tercer escalera con dificultad por las pantuflas gigantes. Entré en donde Niall y yo estuvimos. Recordé que la biblioteca tenía espacio vacío abajo. Sin hacer ruido, me metí allí adentro. Entorné la puerta y me quedé esperando.
Esto de sufrir un poco de adrenalina me agradaba...Nunca en mi vida había subido dos escaleras tan rápido.
Se oyen ruidos, oh...
Comencemos a jugar a la chica mala, papi.
ESTÁS LEYENDO
Mi extraño protector/ TERMINADA
Hayran KurguLuego de pasar diecisiete años en Santa Ana, la vida de Lía Wanderwall, dio un giro de 360º. Esa mañana inesperada la llamaron, la hicieron alistarse y guardar sus cosas. Caminar por esos pasillos... no lo extrañaría. Lía nunca pensó que iba a sufri...