Mi extraño protector/ TERMINADA

Capítulo 30 (final)

Capítulo 30: "Hola, soy..."

Querido diario:
Martes 19, enero 2016.

-Vete de aquí que te regañaran y te arrodillarán en choclo-dije en lenguaje de señas. Estaba sentada en la banca, esperando a que me llamen en dirección. ¿Motivo? no lo sé. Es por eso que Sea está espiando. Las dos, habíamos aprendido a comunicarnos con lenguajes de seña. Era divertido y nadie se daba cuenta de nada.

Karl abrió la puerta. Enseguida, Sea dejó de espiar.

-Sigue aquí sentada cariño-dijo con su rasposa voz-Te llamaré en unos minutos.

Karl Moon y Monica Plander están cuchicheando mientras tienen papeles en mano. La rubia es una secretaria de Karl, nada agradable. Es celosa de todas nosotras y cuando no está él, nos trata con poca cortesía.Todavía creo que ella está enamorada de él, aunque es algo joven.

-Espera aquí mientras hacemos el chequeo de papeles-dijo ella con su labial rojo sobresaliente. ¡Horrible!

Esperé unos minutos, luego media hora y así mientras observaba el corredor antiguo sin gracia y aburrido.
Sea se tuvo que ir a la clase de inglés.

Una vez adentro, sobre el escritorio habían dejado la libreta azul de mi historial. Me levanté del asiento de madera dura y fui hacia ella. Cuando la abrí, en ella se encontraban mis datos personales, mis vacunas y mis traslados. En la página 15, apareció tachado mi traslado al otro país. Canadá.
Recordé cuando Zayn había pagado semejante cantidad de dinero solo porque el colegio no permitía que me mude de país. Santa Ana era muy estricto con las normas, pero no creí que un poco de dinero solucionaría las cosas. Si Zayn no hubiese pagado, no estaría en Canadá viviendo, aunque igual caí en este pupilo.

-Ya vinieron por tí, Wanderwall.-Anunció Karl, el director.

La sangre se me heló.

-¿Quién viene por mí?-Dije apenas audible. Mi corazón comenzó a latir de los nervios, por un momento pensé que moriría allí y a la mierda todo.
Karl tomó una gran carperta y me pidió que espere unos segundos.
Me levanté de la silla marrón y comencé a caminar para calmar mis nervios descontrolados y enfermizos. Fui hacia un cuadro que llamó mi atención. Karl Moon de joven con su esposa y unos hermosos hijos. Nuevamente, Karl Moon con un diploma en mano y una sonrisa de felicidad extrema. En los otros cuadros, frases y flores típicas de oficina escolar.

-Hola-dijo una gruesa voz interrumpiendo mis pensamientos- Y cuando me dí la vuelta, el corazón se me cayó en pedasos.
-Soy yo, Zayn. Zayn Malik.

Fin.