Capitulo 4

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Alec

Ya era lunes y hoy comenzaba mi tortura oficialmente y lo digo así por que tanto jueves y viernes, Magnus casi me estuvo persiguiendo por la escuela, no puedo negar que me pareció un poco divertido pero aun así no lo quería cerca, y el sábado se apareció en mi trabajo, no solo entro buscándome, si no que se quedó conmigo mientras yo leía, no me hablo pero si se quedó ahí hasta casi la hora de mi salida, debo decir que se me hizo bastante extraño que hiciera eso, pero por alguna razón me había sentido bastante bien con él a mi lado y lo que sea que fuera lo tenía que frenar en ese momento, no podía dejar entrar a alguien, no podía y no lo haría y menos a alguien que conozco apenas hace una semana.

Llegue a la escuela temprano precisamente para no verlo, por suerte funciono o eso pensé hasta que entre a mi salón y lo vi sentado en mi lugar, ¿era enserio que no iba a dejarme en paz?, trate de que no me viera y me fui a sentar hasta el otro extremo del salón, lo más alejado que pudiera y me acosté en la banca evitando así cualquier contacto.

-No puedes esconderte de mí Alexander- me susurro en el oído pero no le hice caso- así que sigues sin querer hablarme- seguí sin responder y el soltó un pequeña risa- bien solo te recuerdo que hoy tenemos que empezar con el trabajo y si no me dices como le vamos a hacer te estaré molestando hasta que me digas

Alcance a oír cómo se alejó así que alce la cabeza y solo alcance a verlo salir del salón, sabía que era enserio lo de no dejarme en paz hasta que le dijera así que simplemente le diré que lo haremos en mi trabajo, a fin de cuentas no hago mucho y tengo bastante tiempo libre, además de que no estaríamos del todo solos, lo que me quitaba un gran peso de encima, ya me las arreglaría para justificar que Magnus fuera todos los días conmigo.

Las primeras clases no fueron tan aburridas nos hicieron trabajar en equipo, por supuesto yo trabaje solo y por suerte no me obligaron a estar con nadie y espero que sigan así, en cuanto sonó la campana de descanso fui a buscarlo, estaba con sus amigos que se me quedaron viendo y sabía que se burlaban de mí, aunque Magnus no lo hacía, se veía bastante serio cuando se alejó de ellos y fue hacia mí.

-Haremos el trabajo en mi trabajo- le dije y me quise reír por cómo se oía lo que dije

-Bien, entonces nos vamos en mi auto saliendo de la escuela- me dijo con una sonrisa

-No, yo voy primero a mi casa y después a mi trabajo así que te veo allá

-Bueno te puedo llevar a tu casa y de ahí nos vamos- insistió

-No- le respondí bastante serio- te veo en la biblioteca

Me aleje de él para ir a comprar algo de comer y después me fui a mi escondite, por suerte Magnus no había dado con él todavía y esperaba que no lo hiciera, era el único momento en la escuela en que podía estar solo, me senté a leer mientras comía, a veces me gustaría vivir dentro de algún libro, creo que mi vida sería mejor allí que aquí; cuando tocaron el timbre me levante guardando la basura en mis bolsillos y me fui a mi siguiente clase que para mí mala suerte era con la maestra que me caí mal peor aún fue cuando llegue y la puerta del salón ya estaba cerrada, sabía que no me iba a dejar entrar pero aun así toque la puerta.

-Señor Lightwood- me dijo molesta y sabía que todos los que estaban adentro estaban atentos- no creo que llega un poco tarde

-Lo lamento no volverá a pasar- me disculpe en voz baja

-Eso espero pero aun así no va a entrar a mi clase

Dicho eso se dio la vuelta y cerró la puerta en mi cara, alcance a oír risas dentro del salón, si antes la odiaba ahora más, regrese a dejar mis cosas a mi casillero y después me puse a dar vueltas por la escuela, ¿Qué se supone que iba a hacer durante dos horas?, no podía ir a la biblioteca porque me reportarían al igual que si iba a la cafetería, termine yendo hacia donde estaban las canchas, no había ido ahí la semana pasada por que el maestro de deportes no había ido, pero al parecer esta semana no me libraría de eso, camine y me fui a sentar hasta arriba en las gradas mientras veía a los del grupo que estaba en clase, por lo visto yo iba a sufrir demasiado en esa clase, los deportes nunca fueron mi fuerte y ese maestro parecía el diablo pero en fin ya que, no podría huir de aquí.

El chico fugitivo (malec)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora