Capitulo 22

2.3K 189 4
                                    

Magnus

Bueno creo que fue mala idea dejar que Alec tomara anoche, al principio no dije nada pero después de cinco bebidas más, con cada vez más alcohol y comencé a preocuparme más cuando ya ni siquiera podía sostenerse, así con mucho cuidado lo lleve hasta el auto y lo traje aquí donde inmediatamente se quedó dormido y ahora estoy en la cocina preparándole algo para cuando despierte, ya pasaba del medio día, solo espero que despierte pronto; puse todo en una bandeja y me fui hacia el cuarto, me extrañe cuando no lo vi en la cama para después verlo salir del baño.

-Buenos días- le dije un poco divertido al ver su cara

-No hables tan fuerte- me susurro y me comencé a reír- Magnus

-Bien, tratare de hablar bajo

-Gracias

-Ten te traje esto- puse la bandeja en la cama y solo la miro asqueado- me ofende que mires así mi comida

-No tengo mucha hambre en este momento

Antes de poder responderle se levantó de nuevo para ir corriendo al baño, sabía lo que se sentía pero creo que se merece esto para que entienda que no debe hacerlo de nuevo, él es demasiado tierno e inocente para esto; me levante para ir con él y lo vi recargado en el lavabo con los ojos apretados, así que me acerque con cuidado y lo abrace.

-¿Cuánto tiempo va a durar esto?

-Mmm máximo un día, tranquilo se te va a pasar

-Prométeme que no volverás a dejar que tome tanto- me susurro

-Lo prometo

Poco a poco se le fue pasando todo, incluso logre que comiera, despacio pero lo hizo porque bueno después de la última vez no podía permitirme que dejara de comer un día; ya como a las ocho de la noche estaba mejor, no excelente pero si mejor porque aún le dolía mucho la cabeza y bueno por supuesto que se la pasó casi toda la tarde durmiendo.

-¿Puedo faltar mañana?- me pregunto cómo niño pequeño

-No, Alec no puedes- le respondí con diversión

-¿Por qué no?- comenzó a hacer pucheros, lo que solo ocasiono que me derritiera de ternura

-Por que mañana ya vas a estar bien, además no puedes faltar

-Jum, bien tu ganas iré

-De todas formas ibas a ir

-Tal vez, pero quería que me lo pidieras- dijo sonrojado

-Ay Alexander, te amo ¿sabes?- le dije con una enorme sonrisa

-¿Qué dijiste?- se veía bastante sorprendido

-Que te amo, eso dije

-Y-yo no sé qué decir

-No te preocupes, solo espero que un día me lo digas de vuelta

Si dolía un poco no recibir uno de vuelta pero no quería presionarlo, si no se sentía listo o seguro para decírmelo no importaba tendría paciencia hasta que él mismo lo dijera sin sentirse obligado, de verdad quería que cuando lo dijera de verdad lo sintiera, aunque bueno estoy muy seguro de lo que siente por mí, así que trataría de no preocuparme tanto.


Al día siguiente nos levantamos temprano para ir a la escuela y después de dejarlo en su salón me fui al mío, realmente no paso nada interesante solamente lo de siempre, platicar y jugar con mis amigos y varios regaños por parte de los profesores pero esto ya era de todos los días; a la hora del descanso salí mucho antes que Alec así que me fui a su casillero a esperarlo mientras platicaba con Rafael.

El chico fugitivo (malec)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora