Prohibido hacer eco

Primer dia de universidad

Termino de desayunar y arreglarme y me despido de las chicas. Salgo de casa hacia la estación de metro, tres años haciendo este recorrido y ahora ya empieza la cuenta la atrás. Cuando me bajo del metro veo que tengo unos WhatsApp del grupo que tenemos unos amigos de clase.
" Andres: ¿Chicos que tal?, tengo muchas ganas de veros, Alexia para no peder las buenas costumbres te espero a la salida del metro.
Yo: Vale Andres, estoy saliendo del metro. Tengo muchas ganas de veros.

Salgo del metro y veo a Andres que está esperándome para que vallamos a la universidad. En cuanto nos vemos nos damos un súper abrazo, a él ha sido de los pocos que no he visto este verano y tenemos muchas cosas que contarnos.
—Que bien te veo Ale, que morena estás.—
—Bueno a ti tampoco te veo mal eh.—
—Solo fachada, ya sabes no ha sido uno de los mejores veranos de mi vida, lo de Alba todavía no lo tengo superado del todo.— Andres y Alba estuvieron saliendo durante dos años, hasta un poco antes de verano, ella empezó a sentir cosas por otro chico y decidió dejarlo, para mi fue una situación muy difícil ya que ambos son de mis mejores amigos.
—Bueno en verano tenemos demasiado tiempo libre y pensamos demasiado, ya verás que en cuanto llevemos dos semanas de curso y veamos todo lo que se nos viene encima se nos quitan todas las tonterías de amores.—
—Eso espero ¿Y tú que tal como vas con Rodrigo?—
—Pues como siempre, ya sabes mientras que no nos vemos bien cada uno haciendo su vida, lo que me da miedo es ahora cuando lo vea por el campus. La verdad no quiero volver a caer pero a veces pienso que es un debilidad que tengo, no puedo evitarlo.—

Seguimos charlando hasta llegar y allí nos encontramos a Carlos, María, Raquel y Sara. Nos saludamos todos y casi sin tiempo a hablar tenemos que entrar a clase.

Terminan las clases y hemos decidió ir a comer a un bar que hay cerca del campus. Cuando entramos veo a Rodrigo sentado en una mesa con sus amigos, yo me hago las despistada como que no lo he visto y me siento con mis amigos en la mesa. El camarero se marcha después de tomarnos nota y alguien pone su mano en mi hombro, se perfectamente que es él, estoy muy nerviosa.

—Hola Rodri. ¡Que sorpresa!¿Que tal como estas?—
—Hola Ale, pues estoy muy bien pero no tanto como tú, estás guapísima y mira que ya era difícil estar más guapa que antes, lo tuyo es brujería.— Rodrigo siempre sabe cómo engatusar y una facilidad de palabra increíble, pero la verdad me gusta que siempre me diga cosas bonitas.
—Venga no empieces que te conozco.— El se empieza a reír.
—¿Y bueno que, no me vas a dar un abrazo ni dos besos ni nada?— El abre sus brazos y nos fundimos en un abrazo. Hasta que me doy cuenta que todos mis amigos nos están mirando y me separo de él, él se da cuenta de la situación.
— Chicos perdonarme, no os he dicho nada, esta chica me ha hipnotizado.— Rodrigo va saludando uno a uno de mis amigos hasta que da la vuelta y llega donde yo.
— Por cierto ya que estáis todos aprovecho para deciros que han reservado un pub para el sábado, vamos hacer la fiesta de inicio, irán varias facultades como la mía de medicina, la de derecho y alguna más y la vuestra hablé con Patri para ver si queríais venir, ¿No os a comentado nada?—
—Rodrigo sabes perfectamente que yo no me llevo bien con Patrícia, así que sabes que ella no nos dirá nada.— Le digo con un tono un poco de enfadada, Rodrigo y Patrícia son amigos desde que son pequeños, sus padres son muy amigos y para ellos la mayor alegría sería que sus hijos estuvieses juntos, pero por desgracia Rodrigo no se ha fijado en ella, es por eso que yo a ella nunca le he caído bien y ella a mí tampoco.
—Tal vez ella no te ha dicho nada porque sabía que te lo diría yo.—
—Seguro...— Rodrigo se acerca a mí y me dice al oído sin que los demás puedan enterarse.
—No seas enfadica, y que sepas que tú y yo tenemos mucho de que hablar, así que guarda algún momento para mí.— Se separa de mí y dice en alto.
—Bueno chicos lo dicho, nos vemos el sábado en la fiesta, me alegro mucho de veros de nuevo, adiós.—Me da un beso en la mejilla y se va.
—Que guapo que está Rodri tía.—Me dice Raquel.
—Lo tienes loco ¿Te has fijado como te mira?—Me dice Sara mirándolo mientras se va.
— Oye tú para de mirarle el culo. Empezamos todas a reírnos.—Sabéis que lo de Rodri y yo nunca irá a más, nos queremos mucho pero somos de mundos e ideas muy diferentes.
—Eso está por ver.—Me dice Sara

Pasamos el resto del tiempo poniéndonos al día sobre nuestro verano contando anécdotas que nos han pasado, hasta que decido irme tengo que hacer compra y organizar muchas cosas aún.