Prohibido hacer eco

Hospital

Estoy en una sala de espera, tengo dos costillas fracturadas, me están haciendo algunas pruebas más, para ver si me he dado un golpe en la cabeza o tengo algo más roto, en el brazo tengo un moretón, pero por lo demás todo está bien. Todavía no hay noticias de Rodrigo, yo no tengo idea a donde ha podido ir, mi cabeza no para de pensar y de sentir una cierta culpabilidad, en el estado que se encontraba, no debería haberle dicho las cosas que le dije, pero tampoco quería engañarlo, no sé si debería alejarme de él, como él me ha pedido.

— Toma, come algo.— Blanca me ha traído un sándwich de queso.—
— Gracias, estaba muerta de hambre.—
— Me imagino, Ale te quiero pedir que no te acerques más a Rodrigo, si no quieres denunciar no denuncies, pero este chico no sabemos a donde es capaz de llegar, tú no puedes sacrificar tu vida o ponerla en peligro por una persona que a ti no te aporta nada bueno.
— Blanca tiene una adición muy fuerte y esta sólo, todo el mundo le ha dado la espalda.—
— Claro que tiene una adición muy fuerte, pero hasta que el de verdad no se proponga salir, no va a salir y esta vez ha puesto de excusa que tú no fuiste, pero otra vez será otra excusa. Esta vez han sido dos costillas, pero, ¿ Y la siguiente que va a ser?—
Veo por las cristaleras al padre de Rodrigo, nos ve y viene hacia nosotras.
— Lo siento.— Me dice mientras me da un abrazo.
—¿Ha aparecido?—
— Si, otra vez con una sobredosis, lo han ingresado, le van a hacer un lavado de estómago y otra vez a empezar todo el proceso.- Se ve un hombre desolado, sin saber que hacer.
— No se que decirte, Rodrigo tiene que poner de su parte, si no, no tenemos nada que hacer nosotros.—
— Lo voy a sacar de este centro me han hablado de un centro que hay en Londres, tal vez allí sin vernos a nadie y en un centro mucho más estricto y con más seguridad, mejoren las cosas. Alexia siento tanto lo que te ha hecho, yo no he educado a mi hijo para que haga estas cosas, no sé qué he hecho mal.— Le doy un abrazo, su padre se ha portado muy bien conmigo en este tiempo, no se merece por lo que está pasando.
— Usted no tiene la culpa de nada.—