Primer dia de trabajo

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Narra Blanca.

Estoy tan nerviosa, anoche estuve practicando en casa cómo llevar la bandeja, coger varios cafés, etcétera. Alexia y Alba se reían de mí, pero les voy a demostrar que no siempre tienes que decir la verdad en todo, que una mentira piadosa y un poco picardía en algunos momentos de la vida no vienen mal.
Que pasen rápido las horas en la uní y quiero empezar ya y ver que me espera en el trabajo.

— Mucha suerte, en tu primer día, tu tranquila, toma esto te va a traer buena suerte.— Alexia me da una cajita.
— Ale no, no puedo aceptarlo, es tu piedra de Ágata.—
— Ahora quiero que la tengas tú, Blanca por favor quédatela, te va a dar suerte.— Voy hacia ella a darle un abrazo, no tan fuerte como me gustaría porque ella ahora es una muñequita frágil, Alexia es mi mejor amiga, es una persona difícil, con un carácter muy fuerte, muy reivindicativa y es de la personas que jamas te dicen te quiero o te abrazan sin motivo, pero una vez quitas ese caparazón que tiene, es tan sensible, tiene un corazón tan grande.
— La verdad hago esto porque si ganas las apuesta quiero que seas buena conmigo.— Nos reímos y ella me guiña un ojo.
— Me voy, muchas gracias.— Voy otra vez hacia ella y empiezo a besuquearla.—
— Que cansina eres, para y vete ya.—

Me tiemblan la piernas estoy en la puerta de la cafetería, tomo aire, sonrió y entro. La cafetería ahora mismo se ve tranquila solo hay un par de mesas, me acerco a la barra, donde hay un chico, supongo que será mi compañero.
— ¡Hola!—
—¡Hola! ¿Que vas a tomar?—
— No, yo soy la nueva camarera, empiezo hoy.–
— Perdona, vale mira sígueme.— Lo sigo a través de la barra, me hace un gesto para que entre y vamos al almacén.
— Mira, aquí puedes dejar tu abrigo el bolso y lo que traigas, perdóname no me he presentado soy Juan, soy el hijo de los dueños, yo trabajo aquí por temporadas, supongo que la entrevista te la haría mi madre, porque es ella quien se encarga de todas estas cosas.— Que mala suerte tengo, el hijo de los dueños es quien va a estar conmigo el primer día, no voy a durar aquí ni dos horas.—
— Si, fue tu madre quien me entrevistó. Perdóname a mí también yo tampoco me he presentado soy Blanca.—
— Bueno pues Blanca, encantado, supongo que estarás nerviosa, pero tranquila, aquí no nos comemos a nadie, vamos para fuera que hemos dejado todo desatendido.—

La tarde la verdad está yendo muy bien, Juan es muy simpático, me está enseñando donde está todas las cosas, los tipos de cafés, infusiones y la toda la variedad que tienen en la carta. No sé si se habrá dado cuenta de mi total ignorancia sobre este trabajo, y por eso me está ayudando tanto o siempre lo hace así, pero me tranquiliza mucho ver la paciencia que tiene conmigo y lo bien se está portando.
— Mira atiende esa mesa tu sola, puedes hacerlo, además son clientes fijos, se portarán bien contigo.— Me dice Juan para que valla a una mesa donde hay cinco chicos sentados.
— Vale.—
—¡Hola!¿Que vais a tomar?— Estoy mirando mi libreta, mientras les pregunto, cuando levanto la cabeza no puede ser yo a estos chicos los conozco.
—¡Que sorpresa! Si tenemos chica nueva en la cafetería.— Dice uno de ellos.
—¿A mí tu cara me suena?— En ese momento todos se giran hacia mí, que vergüenza, no sé qué decirles.
— Si yo os recuerdo perfectamente algunos de vosotros.—
— Que sorpresa, tú eres la amiga de Alexia, te recuerdo perfectamente, esa noche que estuvisteis con nosotros en el reservado, valla par de dos como para no recordaros.— Pablo Alborán se acuerda perfectamente de nosotras, todos ríen, me estoy muriendo de vergüenza, ¿Porque me pasan estas cosas a mi? cuando se lo cuente a Alexia no sé lo va ha creer.
— Me está dando mucha vergüenza.—
— Tranquila, tenemos un buen recuerdo de vosotras.—
— Claro que si, no te tiene que dar vergüenza, además ahora que trabajas aquí nos vas a ver mucho, siempre venimos aquí.— Me dice el chico moreno de barba, la verdad no recuerdo sus nombres y menos en estos momentos con los nervios que tengo.
— Entonces espero que os portéis bien conmigo y tengáis paciencia, soy nueva en esto.— Mierda, no debería haber dicho que soy nueva.— ¿Os tomo nota?—
Empiezan a decirme lo que van a tomar cada uno, la verdad es que me lo está diciendo tranquilamente para que me dé tiempo a tomarles nota, cuando acabo me voy, le paso la nota a Juan y entre los dos lo preparamos todo y lo vuelvo a llevar a la mesa.
Pasa un rato y los chicos se levanta de la mesa y veo como Pablo viene hacia mi.
— Tengo que darte la enhorabuena, muy buen servicio y muy simpática.— Lo dice una poco fuerte para que Juan pueda oírlo, se miran y entre ellos se guiñan un ojo.
— Muchas gracias.—
— ¿Como te llamabas?—
— Del mío no te acuerdas pero del de Alexia si, yo soy Blanca.— Le digo en plan broma.
— Lo se está muy feo, pero te prometo que ya no se me olvida.—
— No pasa nada.—
— Bueno Blanca, nos seguiremos viendo, dale un beso a Alexia de mi parte, aunque a ella no hace mucho la vi.—
—¿Como?¿La viste? no me ha dicho nada.— Alexia se encontró con Pablo y no me ha dicho nada, estás chica cada día me sorprende más.
— Tal vez ella no le dio importancia. Me tengo que ir, mañana nos vemos,adiós.—
— Hasta mañana.— Les hago un adiós al resto de chicos con la mano y se van.

Prohibido hacer ecoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora