Han pasado unos días y esta tarde iré al estudio necesito hablar con Kike en persona y ver si está cabreado, después de lo del último día siento que lo defraude, el tenia mucha confianza en mí, lo peor es que todavía me quedan un par de semanas de recuperación y aunque pueda moverme, también necesito tener mucho reposo.
Entro al portal, del cual la puerta está abierta, sus suelos de cerámica antigua, las pareces de gotelé y su barandilla metálica, hacen que sea un lugar muy peculiar, es un bloque antiguo y con una fachada muy estrecha, donde todos los pisos son negocios, no hay viviendas.
—¡Alexia, que alegría me da verte! ven pasa.— Ver su cara al abrirme la puerta me tranquiliza, tiene un amplia sonrisa y enseguida se avalancha sobre mí para darme un abrazo, pero con el debido cuidado de no apretar mucho.
— Yo también me alegro mucho de verte.— Entramos los dos al estudio, me ofrece tomar un café, y charlamos duramente un rato, no muy largo, él tiene un reportaje ahora y tiene que salir, según me ha dicho Kike, la chica que trabajaba con el, Celia, cada vez va a venir menos, y que ahora está haciendo un esfuerzo hasta que yo vuelva, me siento muy mal por estar interrumpiendo el trabajo de ellos, pero Kike me ha dicho que lo importante es que me recupere y que vuelva fuerte, porque va a ser de locos mi vuelta. En un principio hemos quedado en que volveré después de navidad, el día 8 de enero si las cosas van bien, volveré a estar por el estudio. Muchas veces me pregunto porque tanto interés en mí hay miles de fotógrafos en paro, en la calle, que estarían deseosos de encontrar un trabajo y empezar en ese mismo momento, no se porque lo hace, pero lo que si tengo claro es que no puedo decepcionarlo nunca más.Todavía es temprano que por lo que decido tomar el metro, para ir a ver a Blanca, la cafetería está en metro a unos veinte minutos del estudio, prefiero no avisarla que voy a ir para que se lleve una sorpresa.
Llego a la puerta, a simple vista es una cafetería pequeña, de las que llevan toda la vida, con su clientela fija y con un trato muy cercano y familiar. Entro y Blanca enseguida me ve, sale de barra para darme un abrazo.
— Que bien que hayas venido, ven.— Me coge del brazo y me lleva hacia una mesa.—Chicos, mirad quién ha venido.— En la mesa están todos los chicos de la banda y Pablo, noto como mis mejillas están ardiendo, debo estar como un tomate, aunque llevo un poco de maquillaje no creo que sea suficiente para tapar mis coloretes.—
— Alexia, pero que alegría.— Dice Lolo.
— Hola chicos.— Voy dando dos besos a cada uno de ellos, hasta que llegó al ultimo que es Pablo, no sabe muy bien que hacer, tal vez piense que estoy enfadada con el.— Hola Pablo.—Le digo, con una de mis mejores sonrisas.
—¿Como estas?— Me pregunta mirándome fijamente.
— Bien, muy bien, aún no estoy recuperada del todo pero ya falta menos.— Cuando apartó mi mirada de Pablo veo que Blanca se ha ido, me ha dejado aquí sola.— Bueno os dejo, me alegro mucho de veros, voy a tomar un café.
— Vale, me alegro que esté mejor Ale.— Le hago un gesto con la mirada agradeciéndole que se preocupe por mi, el resto de los chicos me dicen adiós, y voy hacia la barra, donde me siento y espero a que Blanca me ponga mi café.
— Tía, me has dejado sola.—
— Ha entrado una mesa, tenia que atenderlos, recuerda estoy trabajando.— Blanca se acerca a mi.— ¿Cuando le vas a pedir una disculpa a Pablo?—
— Pues no lo sé cuando encuentre el momento, delante de todos los chicos de la banda me daba mucha vergüenza.—
—Pues están a punto de irse.—
—¿A donde?—
—Pues a ensayar tía, ¿Que piensas que están aquí toda la tarde?—
— Pues vale, me da igual que se vallan, no he venido a verles a ellos.—
— No empieces Alexia, calma esa vena borde.—
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Prohibido hacer eco
FanfictionAlexia estudia su último año de fotografía en Madrid y sin duda será un año lleno de emociones y vivencias, que le cambiarán la vida por completo.¿Queréis acompañar a Alexia?