Primer dia de trabajo

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Después de la universidad paso por casa, como algo rápido, me pruebo casi todo mi armario, hasta que decido que ponerme, he optado por un vaquero con las rodillas rotas, un jersey súper ancho negro y unas deportivas, un look muy informal, pero viendo el estilo de Kike no creo que le importe, y yo es en el estilo donde más cómoda me siento. A las 17:00 tengo que estar en el estudio. Hoy estoy mucho más nerviosa que ayer, espero estar a la altura de lo que Kike busca.
Son las 16:50 y y estoy tocando el timbre de la puerta del estudio, es porque es el primer día y he llegado hasta antes de tiempo, pero yo soy súper impuntual, si mis amigas o mis compañeros de universidad no se lo creerían.
— Ale, buenas tardes, pasa.—
— Buenas tardes Kike.—
— Tenemos que darnos mucha prisa, la sesión empieza a las cinco y media, y me he liado con un par de cosas y no tengo nada preparado, y para colmo la niña de Celia se ha puesto enferma y ella no va a poder venir, por lo que vas a ser mi mano derecha.—
— Vale, no hay problema tú dime que hago y esto a las cinco y media esto está listo.—
— Así me gusta esa es la actitud, Alexia la sesión de fotos de hoy es importantísima, yo confío plenamente en ti, pero hoy tenemos que estar al 1000%.— Que presión el primer día, y sin haber practicado nada antes y ya una sesión súper importante, será un reportaje de novios o un bebé.— Necesito que me ayudes a colocar las pantallas.—
— Vale.—
Colocamos todo, ya han pasado de las cinco y media menos mal que el cliente se está retrasando, porque nosotros acabamos de terminar de colocarlo todo, cuando oímos el timbre.
— Salvados por los pelos.— Me dice Kike guiñándome un ojo.— Ahora actúa con normalidad.— Se va del estudio para abrir la puerta, yo me quedo terminado de colocar la cámara en el trípode, no entiendo porque me ha dicho que actúe con normalidad, ¿Tanto se me notan los nervios?
— ¿Estas preparado o que?— Oigo a Kike hablar con otra persona.
— Bueno preparado si, pero ya sabes que estas cosas no me gustan mucho.— Esa voz la conozco, cuando entran los dos por la puerta y otras dos personas más, estoy a punto de desmayarme, mi primera sesión y tiene que aparecer el.  Nuestras miradas se cruzan y una sonrisa sale de su boca, mi cara de cabreo debe ser un cuadro.
— Mira Pablo, te presento que tenemos chica nueva, ella es Alexia.— Pongo una sonrisa falsa y él se acerca a mí para darme dos besos.
— Encantado Alexia.— ¿Y ahora hace que no me conoce, a qué está jugando?
— Lo mismo digo.—
— Mirar os presento, ella es Esperanza mi representante/amiga y el es Salva mi hermano y aparte trabaja conmigo— Nos saludan a Kike y a mi, y cuando salva llega a mi me dice al oído muy flojo, sin que nadie se entere:
— Me alegra verte de nuevo, no le hagas caso sabe quien eres perfectamente.
— Bueno pues presentaciones hechas, así que Pablo cuando quieras empezamos.—
— Al lió.— Le contesta Pablo, se gira me mira y me guiña un ojo.
Presiento que va ser una tarde muy larga e incómoda, colocamos un fondo blanco Pablo se coloca, Kike empieza a disparar fotos y yo me limito a ir haciendo las indicaciones que me va dando.
— Vale Pablo, ahora te quiero hacer una foto, con unas manos agarrándote por detrás, y la verdad me gustarían que fuesen de mujer, lo siento Salva.— Todos ríen, espero no tener que ser yo.
— Pues Alexia, ella es más joven, mira que manos más bonitas tiene.— Dice Esperanza cogiendo mis manos y enseñándoselas a todos.
— Ale te ha tocado, siente una privilegiada.— Río desganada, pero me limito a hacer lo que me dicen, voy detrás de Pablo, Kike me da unas indicaciones de cómo ponerme, para que lo único que se vea de mí sea parte de mis brazos y mis manos las coloco abiertas en su torso, mi cuerpo está pegado al suyo, noto su respiración y huelo su perfume, el mismo de aquel día, el mismo que llevaba su chaqueta.
— Vale Pablo ahora agárrale las manos.—
— Las tienes heladas.— Me dice Pablo
— Siempre las tengo así, soy de sangre fría.— Lo hago como una broma, pero es una indirecta para el, que creo que la ha captado muy bien.
— No me lo creo.— Me dice susurrando
— Vale, pues Alexia ahora te necesito aquí, lo siento Pablo, se que estabas encantado.—
— Pues te mentiría si dijese que no me ha gustado.— Ignoro las palabras, me pongo a recoger unos pantallas reflectoras, me agacho y noto un crujido de una de mis costillas, he hecho un mal moviendo, y todavía no estaban cicatrizadas, hago un pequeño ruido inconscientemente y una mueca de dolor, Pablo me ve y enseguida viene hacia mi.
— Ale, ¿Que te pasa estas bien?— Vienen todos hacia mí.
— Estoy bien, tuve un golpe hace poco en un costado, y todavía me estoy recuperando, solo he hecho un mal moviendo, pero estoy bien.—
— Te has quedado pálida, ¿Quieres un poco de agua? siéntate en la silla.— Dice Esperanza y sin contestarle si quiero agua o no, la veo como va a la mesa y coge una botella de agua y me la da, la verdad es que me duele un poco, pero no puedo parar la sesión y menos hoy, mi primer día.
— Estoy bien de verdad, gracias.— La miro con una sonrisa.— Por favor, vamos a seguir con la sesión.— Pablo no para de mirarme con cara de preocupación.
— Ale si quieres quedarte aquí sentada o irte o que te llevemos al médico solo tienes que decirlo, de verdad, no sabía que estabas convaleciente, te presioné demasiado con que empezaras hoy.— Me dice Kike sintiéndose culpable.
— Oye no, no estoy convaleciente, y nadie me ha puesto una pistola en la cabeza para estar aquí hoy, quiero seguir con la sesión, estoy bien de verdad.
Me levanto de la silla y otro crujido me vuelve a dar, otra vez me sale un gesto de dolor, no puedo disimularlo aunque quiera.
— Se acaba la sesión por hoy, ahora mismo te llevo al médico.— Me dice Pablo levantándome de la silla con mucho cuidado.
— No. Voy yo sola.—
—  No, yo voy contigo, no voy a seguir la sesión de fotos si no estás tú.— ¿Pero que está haciendo? Kike no me va a perdonar lo que acaba de ocurrir aquí, Pablo Alborán se quiere ir de la sesión de fotos por mi culpa, si quiere ayudarme no lo está consiguiendo. Le miro con cara de enfado, tengo mucha rabia dentro de mi, quiero gritarle y decirle que me deje en paz, pero no puedo hacerlo delante de todos ellos.
— Alexia yo me quedo más tranquilo si Pablo te acompaña, no pasa nada otro día seguimos con la sesión.—
— Lo siento, lo último que quería es que todo esto se paralizase por mi culpa.—
— No es tu culpa, lo primero es lo primero.— Me dice Pablo y solo me queda aceptar que me lleve al médico pero que ni me hable.

Prohibido hacer ecoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora