Reaparece

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— Alba, ¿Has hablado con Blanca?—
— No, no sé nada de ella.—
— Le escribí un WhatsApp a media tarde y no me ha contestado, ¿Como le estará yendo?—
— Es el primer día, no va estar con el móvil, Blanca sabe arreglárselas, seguro que le está yendo bien.—
— La esperamos para cenar, y que nos cuente.–
— Vale.—
Son las nueve y media pasadas y por fin oímos las puerta de casa. Vamos corriendo hacia la entrada, queremos que nos cuente que tal le ha ido.
— ¿Que tal?— Le decimos Alba y yo a la vez.
— Hola chicas, genial, os tengo que contar tantas cosas. Ale prepárate te vas a quedar muerta.—
— ¿Yo?, ¿Porque?—
—Bueno esperar que deje las cosas y os cuento, tengo mucha hambre.—
— Venga va rápido, hemos hecho la cena.—
Nos sentamos todas en la mesa, para que Blanca nos cuente su día, me ha dejado inquietante con lo que me ha dicho, lo quiero saber ya.
— Alexia Quiles, si yo fuese como usted hoy me callaría todo lo que me ha pasado, porque hoy he descubierto que no nos cuenta nada.— Me dice Blanca y no entiendo nada, no se porque me dice esto.
— No te entiendo ¿Como que no os cuento nada? yo os cuento todo.—
— No todo no, bueno empiezo a contaros y ahora me dices si nos cuentas todo.
Juan es el hijo de los jefes, cuando he llegado, ha sido él quien me ha estado enseñando todo, es un chico súper atento y muy simpático, y no sé si se habrá dado cuenta que no tenía ni idea, pero el primer día lo he superado con éxito, lo cierto es que ha sido gracias a él.
Y ahora prepararos. Entra un grupo de chicos se sientan en una mesa y me dice Juan que ya estoy preparada para hacerlo yo sola, y cuál es mi sorpresa que eran Pablo Alborán y los chicos de su banda.
— Que fuerte, ¿Y te reconocieron?— Le dice Alba, me quedo sin palabras, otra vez aparece.
— Yo me quería morir de vergüenza, claro que se acordaban, bueno en realidad de Pablo de quien se acordaba era de Alexia.— Siento mucha calor en mi cara. Las dos me miran fijamente.— Claro que no me extraña que Pablo se acuerde de Alexia, porque ellos se han visto más veces después del día de la fiesta.—
— ¿Que dices?, eso es mentira, ¿Eso te ha dicho el?—
— Alexia él me dijo que os visteis en la estación, no me ha dado mas explicaciones, pero si tú lo has ocultado es por algo ¿no?—
— No es que lo haya ocultado, simplemente estaba en la estación, vi que el estaba, pero yo jamas pensé que el se acordaría de mí, de hecho me intente esconder de él por si acaso se acordaba, me daba mucha vergüenza, además mi comportamiento con el digamos que no fue correcto, y al final él me vio me saludo, yo no le dije nada porque me quede paralizada y se fue. Eso es lo que lo vi, además cuando volví paso todo lo de Rodrigo, entonces lo de Pablo lo tenía hasta olvidado.—
— No vas a cambiar nunca, eres una borde, te saluda y tú no le dices nada, increíble lo tuyo.— Me dice Alba.
— ¿Y que querías que le dijese? tampoco se detuvo, siguió su camino.—
— Bueno Ale quieres que le diga algo de tu parte, van todos los días a la cafetería, Juan me ha dicho que son clientes fijos.— Me mira con un tono de voz y una mirada muy picaros.
— Le dices algo de mí y nuestra amistad a terminado. Bueno si una cosa, ahora te preparo su chaqueta y se la devuelves, pero de mí no le dices ni una palabra.—
— Vale, vale.—Hace un gesto con la mano hacia su boca como cerrando una cremallera.

Prohibido hacer ecoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora