Prohibido hacer eco

La cena

De camino en el tren a Madrid, por mi mente pasan imágenes de estas navidades, han sido maravillosas, estar con mi familia y amigos me recarga las pilas para empezar este año con toda la fuerza posible, además me encuentro totalmente recuperada del golpe en las costillas, en año nuevo recibí un mensaje del padre de Rodrigo, deseándome un feliz año, me comentó que Rodrigo le estaba yendo muy bien la terapia que estaba recibiendo en Londres, que estaba mucho más animado, me gustaría tanto poder hablar con él, no le guardo ningún rencor y ojalá volviese a ser el chico que conocí.
Mañana empiezo de nuevo las clases, tengo muchas ganas de volver a ver a mis compañeros, dentro de nada empezamos con los exámenes, algunas tardes trabajaré en el estudio, no sé cómo me organizaré para poder con todo, lo que si tengo claro es que en estos 6 meses que me quedan de universidad mi vida social se quedará a un lado.
Entro en casa, en el comedor veo luz, tal vez Blanca y Alba ya han llegado, dejo las maletas en el pasillo y oigo una voz que no es de ninguna de ellas.
— ¡Alexia!— Viene Alba corriendo hacia mí para darme un abrazo, Blanca también está y Lolo, ¿Que hace aquí?, ambos se levanta y vienen a saludarme.
— Pero que sorpresa, a ti si que no te esperaba aquí.— Le digo a Lolo.
— Bueno me he enterado de que ibais a pedir pizzas y no puedo resistirme y me he auto invitado.– Blanca se ríe por detrás, esto parece que va enserio.
— Pues que cara más dura tienes tú entonces, pero bueno me parece buena idea de que te quedes a cenar aunque te hayas auto invitado.–
—Alexia venga que te ayudo a entrar las maletas a tu cuarto.— Me dice Blanca agarrándome del brazo y sacándome del comedor, hasta llevarme a mi cuarto.
—¿Que quieres?—Se que quiere decirme algo, por eso me ha traído hasta aquí.
— Solo si tú quieres eh, sin compromiso, Lolo me ha dicho que Pablo también ha llegado hoy ya a Madrid y tal vez le podrías decir que si se quiere venir a cenar el también.
— ¿Que? No.—
– ¿Pero porque? Si ya os lleváis bien y estás navidades habéis estado hablando.
— Tampoco hemos hablando tanto Blanca, solo fueron cuatro cosas puntales y ya, además desde año nuevo que nos lo felicitamos no hemos vuelto hablar.
— Venga dile que se venga, no seas tonta, además así Lolo no está solo.— La miro y me lo pienso.
— Lolo no está solo, está contigo.— Cojo mi móvil y le mando un mensaje por Instagram

"Si te apetece cenar pizzas para despedir las navidades y el exceso de comida, queda usted invitado a venir a mi casa.
PD: Lolo ya se ha apuntado, es más, ya está aquí.🙊🙈🙉"

— Ya se lo he dicho, pero tal vez ni lo vea, porque no tengo su teléfono, él mensaje es por Instagram.—
— Nos esperamos y si no contesta se lo decimos a Lolo.— Blanca se va para el salón y yo me quedo sacando alguna ropa de la maleta para que no se arrugue demasiado. Suena mi móvil y es el.

"Obvio que quiero pizzas, pásame la dirección que voy volando.🍕😍🏃🏼‍♂️"

Le mando la dirección y poco menos de una hora suena el timbre.
—Alexia abre.— Grita Blanca desde el comedor, perfectamente podría haber abierto ella, pero sé que lo ha hecho aposta para que le habrá a Pablo yo.
— ¡Hola! Feliz año.— Le digo cuando sale del ascensor, esta tan guapo, viene hacia mí para darme dos besos.
— Feliz Año Alexia.—
— Pasa, tienes la cara helada.—
— Hace mucho frío, y aparcar por aquí no es nada fácil, y en el trayecto me he congelado.—
— ¡Pablo! Ven.— Oigo a Lolo gritarle desde el comedor. Se saludan ellos dos y después Pablo saluda a Blanca, Alba y Jorge que también ha venido.
— Esto de gritar de una punta a otra de la casa, te lo ha pegado Blanca.– Todos ríen, y es que Blanca siempre hace eso.
— Dicen que todo se pega menos la hermosura.–
—Doy fe, ¿Bueno pedimos ya o que? Tengo hambre.—
— Toma he traído un vino.— Dice Pablo dándome una bolsa con la botella dentro.
— No tenías porque traer nada, pero bueno, muchas gracias, ahora lo abrimos, voy a guardarlo en la nevera.—

Alba llama a la pizzería y se encarga de pedir, mientras que llegan abrimos unas cervezas y unos frutos secos, empezamos a contar historias para no dormir que nos han pasado durante estos años y ellos nos cuentan anécdotas que les han pasado en las giras.

— La ultima que hemos vivido si que ha sido muy fuerte, nos asustamos mucho por culpa de un tío loco, bueno de hecho Alexia terminó en el hospital con dos costillas rotas.— Mi cara cambia por completo e intento que Blanca se calle y no siga contando más, pero ella ni se da cuenta.
— ¿Como?¿ Te pegaron?— Me dice Pablo, con su mirada fija en mi.
— Blanca, eres una bocas, esto no lo tenia porque saber nadie.— Me levanto de la mesa y me voy a mi cuarto, se me han quitado las ganas de cenar.
— Ale por favor, perdóname, sabes que hablo demasiado.— Me dice Blanca detrás de la puerta. Prefiero no contestar, sabe que es un tema del que no me gusta hablar y aún encima que lo haya dicho delante de Pablo me ha sentado muy mal.
— Alexia, soy Pablo, ábreme.—
— No, por favor dejarme.—
— Solo era para despedirme, me voy.—¿Porque se va? todavía no han llegado las pizzas, no lo entiendo, oigo sus pasos como se van y la puerta cerrarse, me levanto me pongo unas botas y un abrigo y voy a buscarlo, ¿Le habrá pasado algo?