Prohibido hacer eco

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Alguien se coloca a mi lado en la barra, es el, es Pablo. Levanta la mano para que Blanca se acerque, le da un billete para que se cobre.
— El café de ella también.—
— No no, mi café no.—
— Te quiero invitar.— Termino aceptando, se perfectamente que lo pagará le diga lo que le diga y que Blanca se lo cobrara a él antes que a mí, tengo todas las de perder conmigo por lo que no lucho esta guerra.
— Gracias.— Veo que el resto de los chicos se están levantando, vienen hacia la barra para despedirse. Es la única oportunidad que tengo para pedirle disculpas a Pablo, por lo que me apresuro y antes de que lleguen le digo en bajo sin que nadie pueda oírnos.— Me gustaría hablar contigo.— El sonríe y hace un gesto aceptándolo.
— Buenos chicas, nos vamos tenemos que seguir con lo ensayos, que ya nos quedan muy pocos y el tiempo se nos echa encima.— Nos dice Lolo.
— ¿Cuando empezáis la gira?— Pregunta Blanca.
— Después de navidad nos vamos para Latinoamérica, tenemos un poco de promoción y después gira allí, y cuando acabe nos venimos para empezarla aquí.— Las dos miramos a Pablo mientras habla, Blanca me mira con una mirada cómplice, de la que Pablo se da cuenta.— ¿De que os reís?— Nos pregunta sin entender nuestras sonrisas y miradas.
— No de nada.— Le contestó.
—Si, se ríe porque mira.— Blanca se gira abre su bolso y saca el disco de Pablo, yo no sabía que lo había comprado, es más no me imagina que fuera capaz de contarle que vamos a escuchar su música.— Hemos dedicado darte una oportunidad y escuchar tu música y esta mañana me he pasado por el fnac y he comprado tu disco, ¿Este es el último no?—Todos empiezan a reír, al ver nuestro total desconocimiento.
— No ese es el segundo, se llama Tanto, el último es Terral.— Todos ríen todo el tiempo, sobre todo Pablo.
— Ya me han timado, la chica me ha dicho que sí que esté era el último.— Dicen en broma, seguramente haya cogido uno al azar.
— Que más da ¿no?, al final el primero o el último , son todos tuyos, son tu música, en todos estará tu sello.—
— Pues llevas razón, además que os hayáis animado a darme una oportunidad, me hace muy feliz.—
— Bueno ahora sí que si, nos vamos.— Dice Antonio. Los chicos se despiden, pero Pablo sigue sentado en la banqueta. Antonio mira a Pablo.—¿Vamos?— le pregunta.
— Ir vosotros, voy enseguida.— Todo se van, Blanca se pone a atender a otros clientes y nos quedamos los dos solos. Se hace un silencio bastante incómodo, Pablo me mira esperando que empieza a hablar.
— Quería pedirte disculpas, las últimas veces que nos hemos encontrado, he estado a la defensiva contigo y sé que mi trato hacia ti no ha sido el mejor, no se porque me he comportado así. Tú no has hecho nada, si no todo lo contrario, me has ayudado siempre, lo siento de verdad.—
— No tienes que preocuparte, la verdad las veces que nos hemos visto no eran momentos fáciles para ti.—
— Pero aún así, yo lo pague contigo, cuando tú no tenías culpa de nada.
— Bueno pues mira lo olvidamos los dos, y empezamos de cero.—
—De acuerdo, gracias Pablo.— No puedo aguantar mi impulso y me lanzo a darle un abrazo, que el le pilla por sorpresa, pero que termina devolviéndomelo.
— Me encantaría quedarme horas charlando contigo, pero me tengo que ir, aunque si te quieres venir a ver el estudio y empiezas a escuchar el disco pero en directo, por mi perfecto.—
— Me encantaría, pero llevo ya mucho tiempo fuera de casa y necesito descansar, todavía no estoy recuperada del todo.— Poner cara triste, pero después me sonríe.
— Vale si es por ese motivo, me aguantaré las ganas de ver la cara que pones en cuando escuches mi música, pero espero que me digáis con total sinceridad que os ha parecido.—
—Lo haremos.— Nos despedimos, se despide también de Blanca y se va.
Lo juzgue desde el primer momento, tal vez por el hecho de que fuese famoso, sin más, lo etiqueté sin conocerlo, y mi trato hacía él fue bochornoso, sin embargo él no guarda ningún rencor hacia mí, siento alivio de ello y mucho mejor conmigo misma. Decir perdón es tan fácil, pero perdonar cuando el daño ya está hecho es tan difícil, admiró a Pablo por ello.