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De cuando en cuando Yellow y yo pasábamos alejados el uno del otro, total, nos veíamos todos los días en el salón por lo que ya fuese un tiempo de descanso o toda una jornada que estuviésemos apartados era algo que nos hacía bien; pues el gran problema de esta historia fue que nunca supimos a ciencia cierta cuánto tiempo era el necesario para cada cosa.

Ese día Yellow estaba con sus amigas y yo me la pasé con Pink. Solo desperdiciamos el tiempo hablando de tonterías, nos llevábamos bien, tan bien que todo terminó en desastre a causa de la malicia de otras personas.

Pink se encontraba sentada bajo el marco de la puerta del salón, yo le hacía compañía, estaba a su lado y nada más. Hablamos por un largo periodo de tiempo, fue una de esas conversaciones que te hacen perder el tiempo y que hace que los participantes se pierdan en una realidad en la que solo sienten que existen ellos. Perdido con Pink en esa realidad, nunca supe en qué momento Yellow abandonó el salón ni tampoco el momento preciso en el que todo se fue al traste. Solo recuerdo un inocente beso en la frente de Pink, beso que terminó siendo la peor traición de todas las habidas y por haber.

Fue entonces que decidí buscar a Yellow, había pasado casi todo el día con Pink y deseaba ahora estar con mi novia. La busqué por todos lados pero no la encontré, preguntaba a sus «nuevas amigas» si sabían dónde estaba y solo recibí respuestas sarcásticas y reproches relacionadas con Pink.

«A la mierda con ellas» pensé. «¿Quiénes se creen que son? O sea conocen a Yellow de hace un par de semanas y ahora son sus confidentes, sus amigas. Tengo que buscarla» seguí pensando mientras mi preocupación por Yellow crecía.

Recorrí una vez más el instituto. Costó trabajo pero por fin la había encontrado, Yellow estaba en el lugar de mi primer beso, lloraba de manera desconsolada. Me fui acercando a ella sintiendo cierto alivio pues para ese entonces yo ya pensaba que algo malo le había sucedido, no obstante Yellow percibió mi presencia y me mandó al diablo. No avancé más, quedándome quieto hasta que ella ya no deseara estar sola, sin embargo volvió a gritarme tratándome de lo peor. Yellow deseaba estar sola.

—Cuando quieras hablar, estaré esperándote. —Sugerí con calma.

—No volveré a hablar contigo. —Sentenció ella entre lágrimas.

«Solo lo dice porque está enojada, dale su espacio, ya se le pasara» pensé antes de alejarme un poco, lo suficiente para darle su espacio y que yo no la perdiera de vista. Al cabo de un rato Pink apareció.

—¿La encontraste? —Preguntó con la respiración agitada. Asentí y le señalé el lugar en dónde estaba Yellow. —¡Perfecto! —Gritó con alegría. —Pero ¿Por qué no estás con ella? ¿Qué sucede?

—Ella quiere estar sola, creo que no sabe que estoy aquí cerca así que si puedes hablar en voz baja te lo agradecería. —Respondí. —Y en cuanto a lo que sucede, no tengo la más mínima idea. ¿Tú sabes algo?

—No, no se nada. —Me tome la frente en señal de preocupación, estaba perdiendo la cabeza. —Tranquilo. —Dijo sentándose a mi lado. —Sea lo que sea, sé que tú y ella lo resolverán. —Pink me abrazó tratando de tranquilizarme. Nos quedamos un rato en silencio. —¿Mejor? —Preguntó ella finalmente.

—Un poco.

Pink me seguía abrazando, solo estaba allí, tratando de que yo no perdiera la cabeza; fue entonces que Yellow se puso de pie y empezó a caminar pero no en mi dirección. Me libré de las manos de Pink y no dude en correr tras de ella.

—Te ves muy feliz al lado de Pink. —Expreso Yellow con desaliento.

—¿De qué carajos hablas?

—No te hagas, te vi besándola en el salón... —Musitó incrédula de lo que decía.

—¡¿Que yo qué?! —Inquirí molesto. —¿Cómo se te ocurre que yo haría algo así?

—Te creí ¿Sabes? Todo eso de que tú me amabas. Déjame sola.—Demandó otra vez.

—No lo haré. Necesito que me digas el porqué dices que yo me bese con Pink.

—Tras de ser un perro traidor, también eres un cínico. ¡Vete con ella! Anda, te está esperando unos pasos atrás ¿O me lo vas a negar también?

—No te negaré que Pink está a nuestras espaldas. —Admití y vi como los ojos de Yellow se inundaban en tristeza. —Ella estaba allí para tranquilizarme. —Agregué tomando a Yellow de las muñecas o por lo menos intentando hacerlo.

—¡Suéltame! —Vociferó forcejeando entre mis brazos. —¡No quiero que me toques!

—Pídeme cualquier cosa menos eso, te lo suplico. —Mis ojos se pusieron vidriosos, de la nada yo también había empezado a llorar.

—Ahorrare tus lágrimas de cocodrilo. —Espetó Yellow con desprecio.

—¿Es la primera vez que me ves así y lo primero que piensas es que estoy fingiendo? —Inquirí con la voz quebrada. — Yo te amo. —Declaré desesperado.

—Basta de mentiras. —Replicó ella.

Libré a Yellow de mis manos. Mi mirada se perdía en el horizonte, veía como la posibilidad de que todo había terminado se acercaba hacia mi. Temblaba, el miedo me consumía y el corazón se resquebrajaba en mil pedazos.

—Lo mismo dijiste cuando te confesé que te amaba, no me creíste del todo pero esa pequeña parte de ti que aún creía en mí fue más que suficiente para armarme de valor y demostrarte que no era una promesa vaga, ni una mentira, ni nada similar. Yellow yo te amo. No quiero volver a ser ese chico que solo puede verte desde lejos, muriéndose de las ganas de estar contigo y resignándose a nunca jamás a estar de tu lado. —Hice una pausa, la garganta me dolía por el llanto. —Solo te pido que vuelvas a creer en mí.

—Estoy confundida, no sé qué hacer. —Repuso ella.

—Si tu mayor anhelo es que todo termine, te dejaré en paz. Me rindo.

Yellow abrió los ojos con temor, esa era la primera vez que yo le decía que me rendía; fue entonces que la amenaza de "el fin de todo" se convertía en una muy cercana realidad.

—T-t-te rindes...—Titubeo incrédula de lo que acaba de escuchar.

—No puedo obligarte a que sigas conmigo.—Dije refregándome los ojos. —Ten una linda vi... —Yellow me interrumpió con un beso.

—Amor yo... —Susurró Yellow deteniendo el beso. —Jamás te rindas.—Demandó. —No te rindas conmigo, si lo haces yo...

—¿Tú qué? —Pregunté.

—Te daré motivos para que no lo hagas.

Sigamos Caminando: ¿Usas Converse?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora