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Había llegado Noviembre, estábamos cerca a nuestro aniversario, a estas alturas el mar de mi enojo se estaba apaciguando; los días de apatía e indiferencia quedaron atrás no por decisión propia sino por la *noticia que haciendo de demonio que se esconde debajo de la cama nos heló la sangre a todos sin excepción.

*Y es por ello que os pido respeto por lo que leerán a continuación.

Nadie sospechaba lo que había sucedido la noche anterior, esa mañana White no asistió al instituto hasta después del mediodía, nadie sabía la razón. Cuando me vió lo primero que hizo fue abalanzarse sobre mí y echar a llorar.

Entre un llanto ensordecedor, una voz y un corazón quebrado, White me relató lo sucedido. J'había partido de este mundo, ella lo vió irse.

—¡Él no merecía esto! —Gritaba White entre mis brazos desconsolada. —Él estaba cambiando.

No fui capaz de decir palabra alguna y aunque tuviera algo que decir sabía bien que no era el indicado para hacerlo.

—¿Al, por qué tuvo que irse? —Preguntó White en busca de una respuesta que le aliviara el alma. Solo pude mirar sus ojos hinchados con pesar.

—Lo siento tanto. —Fue lo único que pude decir al cabo de un rato.

Si bien es cierto que una buena acción no enmienda una vida de errores, J' aún tenía toda una vida por delante para demostrar que sí había enterrado a su antiguo yo. No lo merecía, nadie merece no tener la oportunidad de cambiar.

—¿Lo sigues odiando? —Inquirió White. Odiaba verla así, me partía el corazón.

—Nunca lo odié. Cometió errores como cualquiera pudo cometerlos, las disculpas que él quería darme hubieran sido bienvenidas. Fui un tonto White, lo lamento tanto. Lamento que él hubiese partido sin tener la paz de haber reconocido sus errores conmigo. Espero que en nombre de él puedas perdonar mi necedad.

White no dijo nada y solo me abrazó con más fuerza. En ese momento llegó Yellow, estaba destruida por la noticia, siempre había pensado que J' no había sido más que un intento fallido de noviazgo para ella, estaba equivocado. J' había estudiado más años con ella, él y ella tenían su historia daba igual si era de amor o de simple amistad.

—Los dejaré solos. —Dijo White apartándose de mí. —Nunca es tarde para arreglar las cosas. —Suscitó antes de irse.

—Amor yo.. —Empezó a decir Yellow.

—No digas nada. —La rodee con mis brazos y ella se tumbó de lleno en ellos. La abracé con fuerza, quería que ese abrazo le hiciera saber que entendía su dolor, que mis extremidades estaban allí para juntar todos sus pedazos y evitar que se desmoronara contra el suelo.

En los días siguientes se celebró el funeral de J', no asistí, no parecía justo con él, White, su familia y amigos, le había fallado a J' en vida no le iba a fallar en su despedida.

A diferencia de mi Yellow fue a la ceremonia, sé que me necesitaba, sé que me odio por no haber estado allí y no la culpo no obstante por más que la amara no podía acompañarla en su dolor. El no estar al lado de Yellow fue lo que terminó por sepultar nuestra relación.

Sigamos Caminando: ¿Usas Converse?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora