Batalla

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El tiempo nunca pasa en vano, y aunque las situaciones los alejaran, siempre se volverían a unir.


Que caprichosa que es la vida.


Si sus gobiernos no querían la paz, el pueblo mismo se encargaría de otorgárselas. El pueblo, el arte...la música.


Así era, si sonaba la canción de Roxanne, al ritmo apasionante y trágico del Tango, si "Música ligera" volvía a llenar los corazones de los argentinos con un acento y acorde distintos: si su gente podía volver a reencontrarse sin derramar sangre, ellos debían volver a encontrarse sin derramar locura.


Martín y Arthur entrelazaron sus manos, mientras se dedicaban miradas de amor mutuo. Si tenían que atravesar nuevamente una batalla, lo harían, una batalla lado alado; en la que sólo importaba la paz.



Porque, si para las guerras no existen fronteras, para el amor, el arte y la paz tampoco.

Treinta días en nuestras vidasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora