PETRICOR

CAPITULO 8 " No es mi tipo"

ASIA

Sabía que detrás de esa puerta ya esperaba la doctora Jones, respire profundo antes de entrar ¿con que cara entraba? el show de ayer, mi cuerpo casi desnudo en la mañana y ahora esto, de seguro tiene una idea de mi como para dejarme aquí mucho tiempo más.

-Hola, buenas noches - dije después de dar dos toques y abrir la puerta. Ella estaba recargada con el trasero sobre el escritorio, me recibió con una sonrisa y se incorporó.

-Buenas noches Asia, adelante, pasa y ponte cómoda - me dijo separando una de las sillas del escritorio para que me sentara, apenas me acerque se fue a sentar a su lugar, este consultorio era más pequeño, pero igual de ostentoso, el escritorio era enorme, era de madera de ébano sin duda, las cortinas tras el escritorio caían desde el techo hasta el suelo, había obras originales de reconocidos pintores, la luz tenue y agradable, había una pequeña chimenea a mi derecha, cerca dos sillones, una pequeña mesa y una alfombra. - ¿Qué tal estuvo tu día? - preguntó mirándome directamente a los ojos, esta mañana sus miradas me habían evadido por completo, cosa que me incomodaba, pero su mirada sobre mí era casi insoportable...no podía sostenerle la mirada sin que mis ojos se desviaran a su boca... o pechos, de solo pensar que se diera cuenta quería morir.

-Sin duda mucho mejor que ayer, hice lo que usted sugirió... recorrí el lugar, almorcé en la cafetería... - ella sonrió en forma de aprobación.

- ¿Y qué te pareció? - La luz de la chimenea resaltaban sus rasgos, sus ojos se veían aún más claros, su cabello cobrizo daba tintes pelirrojos, su pequeña nariz apenas hacía sombra...

-No es tan desagradable como pensé, digo no es el Hilton, pero tampoco parece realmente un psiquiátrico, además conocí a alguien...

-Ya veo... es bueno que comiences a relacionarte, aunque debo confesar que me sorprendió un poco que hayas congeniado con la señorita Guz. - no sabía exactamente a qué se refería, pero de cierto modo lo entendía.

-Mañana vamos a desayunar juntas, también planeamos ir juntas a la alberca...

-Te recomiendo que vayas después del mediodía- dijo seria, pero yo no pude evitar reír, ella me miró sorprendida al darse cuenta de que el dato ya lo tenía y no pudo evitar sonreír, me encanta el tono de su risa, la manera en que su sonrisa se curva sutilmente hacia la derecha... bajo la mirada y llevó una de sus manos a al mentón tratando de adoptar una postura seria de nuevo, pero aún tenía esa mirada divertida.

-Necesito un traje de baño... - dije tímida sin saber cómo continuar, su postura divertida se volvió seria, ya sabía a lo quería llegar - Me preguntaba si podía hablar con mi padre para que me traiga algunas cosas que necesito.

- ¿Es para lo único que quieres hablar con él? - suspiré de forma pesada.

-No, también quiero escucharlo, lo extraño... me siento muy sola y triste... es mi padre - dije tratando de no llorar.

-Lo entiendo... pero déjame preguntar algo ¿hoy te sientes igual de sola y triste que el primer día? - Me quedé pensando por un momento, su pregunta me tomó por sorpresa - Toma tu tiempo para responder, recorre tu día con tus pensamientos y sé sincera.

-En realidad... Hoy no fue tan malo... pero sé que hoy en la noche, cuando esté sola... lo extrañaré.

- ¿Duermes con él? - me pregunto sabiendo la respuesta.

-Claro que no, pero eso no tiene nada que ver, hoy estuve bien porque no estuve sola, pero la noche me regresara con una bofetada a la realidad.

-¿Cuál es tu realidad?- preguntó como si fuera tonta y no supiera a lo que me refería.