PETRICOR

CAPITULO 57-Nibiru parte 2

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-------------------8 horas antes--------------

- Señora Echeverri ya tenemos los resultados. - irrumpió el doctor una hora después con una sonrisa en el rostro. - ¡Felicidades van a ser padres!

Ese peculiar e inconfundible dolor que solo Rebeca me podía producir había acertado de nuevo en el pecho, justo en el alma... Parecía tan irreal, me mantuve inmóvil con la mirada fija en el remordimiento, en el miedo y en las excusas baratas que me gritaban su mirada.

Mi padre estaba en otro universo, feliz y contento, apenas y podía digerir lo que había escuchado, así que sin decir nada salí de la habitación y corrí, corrí hasta salir porque sentía que mientras siguiera en ese lugar no podría respirar.

Corrí hasta llegar a un parque cerca del hospital y me senté en una de las bancas lista para desbordar mi dolor en forma de llanto, fue ahí donde me di cuenta de que ya no tenía más lágrimas para llorar, es como si Rebeca me hubiera secado el alma. Cerré los ojos un par de minutos y respiré profundo, solo tratando de acomodar las ideas en mi cabeza.

- No tienes por qué correr siempre que Rebeca y yo avanzamos. - mi padre estaba frente a mí. - Tu siempre serás mi niña.

-Hay papá... - solté después de un suspiro cargado de cansancio, estaba cansada, fastidiada de todo esto.

- Princesa, los cambios son buenos, antes no querías a Rebeca y ahora son amigas, estoy seguro de que vas amar a tu hermano.

-¡No somos amigas papá! - solté colérica.

- Lo siento, sé que te esfuerzas demasiado, sé que últimamente nuestra relación se ha visto afectada, que no estoy mucho en casa, yo solo trataba de darte espacio...

-Estamos bien, solo quiero estar sola - interrumpí.

- De verdad me siento muy feliz... Hace mucho que no me sentía así de feliz, por favor comparte esta felicidad conmigo. - mi pobre padre... Lo miré un par de segundos tratando de ocultar lo llena que estaba de culpa, me levanté y lo abracé con fuerza.

-Te prometo que yo no seré quién empañe tu felicidad, te amo papá. Solo necesito tiempo...

Mi padre me complació y se marchó, envié un mensaje a Ferni con mi ubicación para que viniera por mí en lugar de recogerme en casa, me llevaría al hotel de su padre. su padre había reservado habitaciones para familiares y amigos cercanos por la velada de Nibiru, pasaríamos la noche en el hotel y por la mañana tendríamos a un desayuno especial.

Tuve demasiado tiempo en aquella banca del parque para darme cuenta de que mi cuerpo ya había entendido lo que mi corazón no, mis ojos ni siquiera se habían molestado en llorar, se habían rendido, esto había sido el punto final para nuestra historia...

Cuánta razón tenía Eva, al decir que Ferni era mi sol, había llegado hasta ese parque como una luz, brillante y cálida.

- ¿Qué haces aquí? - preguntó confundida.

-Contemplar el sol - dije con la sonrisa más genuina del día mientras ella me miraba como si estuviera loca...Me dio su mano y la tomé para irme con ella.

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-Y... ¿te gusta? - preguntó cuando llegamos a la suite que su padre había reservado para mí. - acepté con la cabeza - mi padre incluso me ha dicho más de una vez que tiene un jacuzzi espectacular.

-Que atento mi suegro... - ella sonrió.

-La mía está por el siguiente pasillo ¿bajamos a la alberca?