Preludio a la batalla: la caja de pandora.

2K 219 25
                                    

—Espera, Hill —me interrumpió Yunei y miro al grupo de Nierya—. Antes de él que siga con su explicación, me gustaría preguntarles si Nierya les ha anunciado ya lo que vio su amiga.

—De hecho —le respondió Julius—. No fue necesario. Ese pequeño ejército está a tan poca distancia de la ciudad que no podrían ocultarse ni aunque quisieran.

—En primer lugar, ese "pequeño ejército" es solo la avanzadilla —espetó Tyna—. El verdadero grueso aún está por llegar. Y es de ambos bandos, por lo que el ataque será mayor a cualquiera que pudieran esperar.

—¿Ambos lados? —repitió Tailbert, incrédulo—. ¿Se unieron para invadirnos?

—A ustedes y a todos los pueblos que quedan libres —contestó Farenis—. Es por eso que vinimos a toda prisa. Y no es lo peor.

—¿Han visto esto antes? —les pregunte, alzando el esquema donde aparecía un cañón mágico.

—Si —respondió Julius—. Varios de nuestros espías nos han notificado que el pequeño regimiento que se acerca tiene varias de esas cosas, pero hasta ahora no sabemos lo que hacen.

—Bueno, eso yo puedo respondérselos —les dije—. Mientras estuve en el continente mágico, pude ver uno de estos en acción. Son poderosos, concentran la energía mágica ambiental que luego disparan en un cañón de luz pura muy poderoso. Uno de estos puede dañar a un dragón, imagínense que pueden hacerle a las murallas de la ciudad o a los soldados.

—Las murallas son de mineral de Lastir —comento Julius—, el material antimagia más resistente que hay. Dudo que puedan destruirlas.

¿En serio? Pues vamos a probarlo.

—Tyna, por favor —le indico Farenis a mi hermana.

Tyna, obedeciéndola, cerró los ojos. Tras ella se concentraron una gran cantidad de sombras que se fueron condensando hasta que solo quedo una pequeña lanza negra flotando en el aire. En cuanto mi hermana abrió de nueva cuenta sus ojos, la lanza fue arrojada hacia la pared, destrozando gran parte de está con el impacto.

—Estas paredes también son de Lastir. Y lo que hizo mi hermana es una muestra solamente de lo que son capaces esos cañones —les advertí.

Julius se quedó mirando la pared, sorprendido, pero Tailbert, en cambio, tomo el esquema de mi mano y lo observo pensativo.

—He visto esto antes —murmuró.

—Sí, ¿verdad? —lo apoyo Nierya—. Pero no recuerdo donde.

—La caja de pandora —respondí.

Solamente las expresiones de Julius, Nierya, Tailbert y Farenis cambiaron, al ser ellos los únicos en comprender de lo que hablaba.

—¡Eso es imposible! —exclamo Tailbert.

—No lo es —respondí—. ¿Saben cómo conseguí esto?

Alce las hojas sobre la mesa y señale el esquema del cañón que aun sostenía Tailbert.

—Hace unos minutos apareció frente a mí con una carta en la cual alguien escribió una sola frase "La caja de pandora". No dudo que todos aquí nos hacemos una idea de quién me la envió.

La verdad es que no entiendo cómo le hizo para enviar esos objeto tan lejos, pero era bastante claro que Kein era alguien sumamente poderoso, mucho más incluso que Sarah. Era bueno que no fuera nuestro enemigo.

—Le envié una carta a Kein con un ave joür hace unas horas. Si bien ya le debería haber llegado, no entiendo porque la prisa —dijo Nierya, mirando fijamente las hojas—. Y aparte de eso, ¿por qué te respondió a ti y no a mí?

Theria Volumen 4: Los revolucionarios de MirieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora