Preludio a la batalla: Frente a frente.

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Ubicada un poco lejos de la ciudad, pero aún así todavía protegida por la gran muralla que cubría a Mirie. Un castillo de cuentos de hadas, rodeado de majestuosos jardines y un anfiteatro en donde se entrenaban a los caballeros. El antiguo palacio del rey, conocido actualmente como la academia de caballeros de Mirie.

Allí es a donde nos dirigiamos, para un pequeño duelo de exhibición entre Tyna y yo.

Así, más de seis años después de que inicie mi viaje, la logre ver por fin con mis propios ojos.

—¿Qué te pasa, Hill? —me pregunto Farenis mientras nos acercábamos a la academia—. Pareces distante.

Aparte de ella, en el carruaje viajábamos únicamente Tyna, Yunei, Xi y yo. Clarisse se quedo cuidando a Mía, mientras que Fili seguía construyendo defensas en la armería del castillo. Karla, Sarah y Suzanna, por su parte, se encontraban ocupadas en la "misión especial" que les había asignado exclusivamente a ellas.

—¿Nunca se los dije? —respondí con una sonrisa amarga—. Hace unos años quise venir a este lugar a estudiar.

—¿Y porque no lo hiciste? —cuestiono Xi—. Eres fuerte, tal vez tanto como un instructor, seguramente podrías haber entrado sin problemas.

—Lo que paso fue que me encontré con un problema —le respondí, recordando el pasado—. Me metí en una especie de pelea y termine desmayado por varias semanas, así que no pude llegar a inscribirme. Luego me fui al continente mágico. Se suponía que solo sería por unos dos años, hasta resolver el problema que teníamos en aquel entonces...

—¿Cuál problema? —pregunto Farenis con curiosidad.

No tenia ningún tipo de malicia al preguntar eso, sin embargo, al recordar como termino todo, el ambiente se puso desagradable. Tyna no pronuncio ninguna palabra, pero cerro su puño con fuerza y frunció el entrecejo, molesta.

—Después hablaran de eso —interrumpió Yunei, rompiendo de esa forma la tensión—. Ya casi llegamos. Hill, Tyna, recuerden: esto solo una práctica, no se lastimen demasiado. Hill, te conozco y sé que harás una locura, pero solo intenta que no sea muy grande, por favor.

—Sigo sin saber porque quieres hacer esto, Hill —intervino Farenis—. Los ejércitos enemigos están prácticamente en la puerta, no es momento de perder dos personas clave en la defensa...

—Farenis —la interrumpi—. Es precisamente por eso. No quiero que en medio de la trifulca nos apuñalen por la espalda. Para impedirlo, hay que asegurarnos antes quien es el traidor. O al menos intentarlo.

"Además, las personas te destestan —prosegui sin rodeos—. Tú no lo escuchas porque has estado todo el tiempo en el castillo, sin embargo, Clarisse y Karla me han notificado que se habla mal de ti.

"No seria problema si solo fuera el pueblo, pero también los solados te tienen grima. Eres "la traidora que regreso para que nos mataran". Al pueblo podrías ganártelo después, no hay problema con eso. Sin embargo, con los magos y caballeros si que lo hay. Podrían intentar matarte en medio de la batalla o darte al enemigo.

—¿Y esto dé que forma los persuadirá? —me cuestionó Xi.

—Miedo.

No fui yo quien respondió, sino Tyna.

—Ganar su confianza podría tomar tiempo —continuo mi hermana—. Lo mas sensato ahora es controlarlos.

—Si hacemos que piensen que todos los que te rodean son poderosos —proseguí—, podríamos frenar una represalia en tú contra. Al menos de momento.

—Muchos conocen el nombre de Tyna —agrego Yunei—. Tienes razón, una muestra de su poder bien podría refrenarlos. Entiendo eso. Pero, ¿que hay con lo primero que dijiste? ¿Porque dudas específicamente de Julius y Tailbert?

Theria Volumen 4: Los revolucionarios de MirieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora