18: Leña al fuego, ¡qué empiece la guerra!

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LLOYD'S POV

Si pudiera enlistar todo por lo que hemos pasado, nunca terminaría de hacerlo.

Recuerdo cómo comenzó todo, en nuestra querida Ninjago, cuando Oliver quiso obtener el poder del Fangbatium Celestial. Y aunque fracasó, aquello tuvo sus consecuencias, pues su seguidor más cercano surgió para robar los amuletos dimensionales, con los que causó caos, destrucción, e hizo de los reinos su propio Imperio. Sólo restaban cuatro mundos que someter ante su mandato, no fue sino gracias a la destrucción de la mayoría de los amuletos que Dylan perdió todo lo que había construido, pero el precio de aquella victoria nos costó una tremenda perdida.

Días después, habitando en un reino que ni siquiera era el nuestro, la primera señal de amenaza brotó. Saol Maithland estaban en peligro ahora, amenazados por un demonio que había escapado del Vacío poseyendo el cuerpo de uno de nuestros amigos. Intentamos incansablemente detener lo que sea que estuviera haciendo, pero todo nuestro esfuerzo había sido en vano.

Sin pensar las cosas, fui con mi equipo al Mundo Oscuro, y aunque logramos descubrir qué se proponía nuestro enemigo, fuimos cautivos, y al escapar tuvimos que dejar a uno de los nuestros atrás.

Actualmente, sigo pensando día y noche en lo que podría ser el siguiente paso de esta historia. No ha habido señales del Mundo Oscuro en meses, y aunque estemos bien preparados, el miedo en mí y mis compañeros ha comenzado a desaparecer. Pero, ¿qué podría estar tramando el Rey?

Aquello era una pregunta que no me respondería este día. En cambio, hoy ninguno de nosotros tenía idea de lo que nos apremiaba la noche, ninguno se vino venir, lo que cambiaría el rumbo de este mundo para siempre.

Bajo mi pie, una ramita se partió por la mitad. Mi cuerpo se puso tenso; alerta a cualquier señal de vida que hubiera podido escucharme.

A lo lejos no se oía ni un alma, parecía ser que todos los animales del bosque se habían evaporado en cuanto comenzó esta terrible lucha.

Mantuve mi espada bien sujetada al frente, escudriñando con los ojos la densa oscuridad que ahora nos cubría a mí y a mi equipo.

Seguimos avanzando. Nuestro plan era llegar hasta el borde del campo sur para evitar cualquier tipo de contacto desafortunado. Nos movíamos silenciosos como hojas, pero ni siquiera eso, nos logró salvar de una emboscada.

El sai de cuarzo rojo se clavó en el tronco del árbol al lado mío, un movimiento sobre nuestras cabezas le permitió a la luz de la luna colarse por el follaje, haciendo reflejar una larga cadena de acero que nos encerraba en un círculo.

La cadena se apretó, mi espalda se unió a la de mis amigos y quedamos todos juntos y amarrados en plena oscuridad. Perdimos el equilibrio, y caímos al suelo. Al lado mío podía escuchar los reproches de Kai por haber sido capturados.

-¡Wujuu! -escuchamos al portador de la cadena aterrizar a unos metros de nosotros, pero apenas pude distinguir una sombra -. ¡Tenemos nuestra segunda carnada!

Otra silueta cayó a su lado, sujetando el mazo de espinas de cuarzo al lado de su cabeza (tenían tamaños muy similares).

-No cantes victoria, aún quedan algunos minutos antes del final -le dijo éste.

-Pero ya capturamos a todos, ¿qué es lo peor que podría pasar?

Una explosión resonó en el bosque. El suelo se sacudió bajo nuestros traseros, y un punto centellante de electricidad azul rebotó en cada uno de los árboles cercanos.

-¡Problemas amigos! ¡El equipo tortilla logró escapar! -reconocí a Leyla, un viento sopló justo a tiempo para que la luna hiciera brillar su cabello mientras pasaba sobre la copa de los árboles.

Ninjago III: The Mindnight EndDonde viven las historias. Descúbrelo ahora