17: Escape Del Mundo Oscuro

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JAY'S POV

No nos habíamos topado con ningún solo guardia en todo el camino. Leyla seguía insistiendo en que nos metiéramos en un ducto para ir más seguros (ya saben, la vieja confiable), pero no hemos visto ni una sola rendija en todo el trayecto. Lo cual se me hacía extraño, siendo que este lugar era demasiado fresco. Me abracé los brazos.

—¿Tienes frío? —preguntó Leyla a mi lado.

—¡Me estoy congelando! ¿Cómo pudieron aguantar ellos tanto tiempo aquí metidos?

—Ya pronto llegamos —nos informa Zane desde el frente —. Si continuamos con la suerte de hasta ahora, no habrá problemas con el tiempo. Aunque me preocupa que todos estén abajo peleando con nuestros hermanos.

—Hmm… sí, tienes razón —le digo —. Tendría algo de sentido.

Zane se asomó por la esquina, muy pegado a la pared, para ver si no había moros en la costa. Nos hizo señal de que avanzáramos, Leyla y yo le seguíamos de cerca.

Leyla sujetaba con fuerza las katanas entre sus manos, las hojas las llevaba apuntando hacia atrás, lo que me causaba algo de nervio a la hora de que tuviera que atacar y movilizarlas hacia el frente. Yo había optado por guardar mis nunchakos; no estaba muy motivado para pelear, pero ella parecía centrado en ello.

Muy bien Jay, hora de romper el hielo. Tú puedes.

—Heey. . .Leyla —la llamé, lo cual la desconcentró rápidamente, aunque no volteó a verme.

—Jay, ¿qué sucede? —preguntó, tono amable.

—Bueno, yo. . .quería saber si después de esto quisieras. . .no lo sé. . . ¿ir por una malteada? —sentí la sangre en la cabeza en esto último.

»¡¿Una malteada?! ¡¿UNA MALTEADA?! No, no. Pensándolo bien, no estuvo tan mal. ¿Verdad?«

—¿Una malteada? —sonrió, esta vez sí volteó a verme —. Suena excelente. Pero. . . —regresó los ojos al frente, por un segundo vio el suelo —. Creo que. . .creo que lo mejor será que no.

¿»No«? —repetí, sorprendido. (En realidad creí que lo aceptaría) —. ¿Por qué no? —quise saber.

—Soy intolerante a la lactosa.

—¿En serio? —me sorprendí más, traté de recordar un momento en el que tomara un chocolate caliente —. No lo sabía. ¿Qué tal unas rosquillas, entonces?

—No como azúcares.

—Ok. . . ¿Mariscos?

—No me gustan.

—¿Y si. . .

Jay —se detuvo en seco, me tomó tan rápido de los hombros y girado hacia ella que ni siquiera me dio tiempo de pensar.

Jay —volvió a repetir, más lento —. No tengo tiempo, ¿vale?

Sentí como si me hubieran abofeteado. Leyla no era intolerante a la lactosa, no evitaba los azúcares, y estaba noventa y nueve por ciento seguro de que no le disgustaban los mariscos.

Es sólo que ella no quería ir conmigo. Y ya. Tan simple como eso.

—Es. . . ¡Está bien! —fingí alegría —¡No hay problema! De hecho, creo que… —me llevé una mano a la nuca —, yo también estoy algo ocupado últimamente, ¿sabes? Mis proyectos y… y todo eso, jeje. No te preocupes.

—¿Estás seguro?

—¡En lo absoluto! ¡Yo. . .

Nos interrumpió una sensación externa. Sentí mi cuerpo erizarse de derecha a izquierda, como si encendieran luces y cientos de flashes de cámara en cada órgano, hueso, y partícula. Lo primero que pensé fue que alguien había violado. Tuve un escalofrío, y comenzó a producirse la migraña.

—Ughh. . . —Leyla tenía una palma en la frente, fruncía el ceño —. ¿Tú también sentiste eso?

Pixal, ¿qué fue eso? —escuchamos decir a Zane más adelante —. Ya veo —dice después de un rato.

—¿Qué te dijo? —le pregunté, no con curiosidad ni ganas, gracias a la jaqueca.

—Pixal dice haber percibido un escaneo corporal a base de rayos x. Aunque, éste de algún modo tiene una variante, la cual Pixal no ha logrado identificar —explicó.

—¿Escanearnos? —volteé al techo, buscando alguna cámara o lo que sea —. ¿Será porque saben que escapamos?

—Quién sabe —dice el nindroide —. Pero no debemos desperdiciar el tiempo, nuestra mayor prioridad es encontrar a Oliver y Lloyd —se voltea, y aprieta el paso —. Donde quiera que estén.

LLOYD'S POV

Ninjago III: The Mindnight EndDonde viven las historias. Descúbrelo ahora