Capítulo 4# - Chismes

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Capítulo 4# — Chismes

Sam PDV

—¡He ahí al chico cava hoyos! —La voz de Ethan se diferenció con el resto de voces que daban hacia el pasillo, al girarme lo divisé acercandose con Megan detrás algo confundida.—Te estábamos buscando cuando de pronto el director me llamó. El número de tu mejor amigo para salvarte ¿eh?... No sé si sentirme halagado de que sepas mi teléfono de memoria o indignado de que me involucraste en tus problemas — Me levanté cuando Ethan entró con Megan a la sala de espera donde me encontraba pensando en varias cosas a la vez en tan solo un segundo.

—Sí, no se me vino otra mejor idea así que como casi siempre haces algo para que dividan el castigo conmigo, creí que una pequeña ayuda de mi amigo no sería de mucho pedir— respondí recogiendo y colgando la mochila en mi hombro— espero que no la hayas echado a perder. —confié mientras salíamos de la deprimente sala.

— ¡Que va! Lo que le dije al director fue una de las mejores ideas que se me hubieran ocurrido antes.

— ¿A sí? Por qué escuché algunos gritos desde la otra línea mientras el director los llamaba. Y cuando colgó me miró en blanco y dijo que lo sentía ¿Qué rayos le dijeron?

—Ya te dije, hice el mejor plan que se me pudo haber ocurrido

Megan no aguanto y soltó una risa sarcástica— ¡Já! Si al "mejor plan" involucra una ruptura de pareja entonces sí, fue una de tus mejores ideas Ethan.

—Gracias— agradeció mi amigo haciendo notable que no entendió el sarcasmo de Megan. —Ahora, querida dama ¿podría retirarse y torturar a otras personas si no es molestia por favor? — le pidió, dándole una sonrisa.

—No me iré porque me lo pediste, lo haré por que de verdad si oigo lo que le vas a decir sé que me arrepentiré por el resto de mi vida— declaró Megan algo cansada de escucharlo tanto al parecer.

— ¿Por qué le dijiste que se vaya?— cuestioné extrañado.

—Es que quería hablar contigo... a solas— confesó sonando como mi papá cuando terminaba de revisar mi habitación.

—¿De qué quieres hablar? soy todo oídos —bromeé sin tener éxito de alguna minúscula risa de mi amigo.

—Eh, ya... ¿Aaron te ha dicho algo? — preguntó por fin Ethan salvando el incómodo silencio que se formó por mi buen chiste.

Su miraba mostraba un poco de miedo con angustia y poco a poco entendía el porqué quería que Megan no estuviera cerca.

— ¿Algo como qué? — dije con inocencia.

—¡Sam por Dios!, antes de entrar a clases sólo parecías muerto de cansancio pero ahora pareces muerto a golpes, ¿cómo te hizo eso Aaron? — se acercó a mi cara y miró de cerca mi golpe.

Lo agarré de los hombros para indicarle que estaba muy cerca y lo alejé un poco tomando una distancia comprensible entre nosotros. Suspiré fuertemente al recordar el escándalo que harán mis papás cuando me vean y mucho más el que probablemente arme él si le contaba la verdad.

—No fue Aaron, relájate— le mentí, sonriendo para alentarlo un poco.

Ethan entrecerró los ojos como si estuviera analizando mis gestos para saber si lo estaba engañando y me miró con con burla como si supiera la verdad.

—No me la creo— su respuesta con tono tan seguro me sorprendió un poco —entonces, ¿cómo te hiciste el golpe?—interrogó para saber hasta donde llegaría mi mentira.

AMIGOS DE LA INFANCIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora