Capítulo 14# - Talleres

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SAM PDV

Salí de la clase abrumado de contener tantos números mezclados con letras en mi cabeza, a el profesor se le daba bien rayarme todos los días que me tocaba matemática con él. Llegué a mi casillero pensando en lo mal que me fue en ese examen sorpresa y la llegada de Ethan hizo que cambiase de pensamiento por lo que realmente estuve queriendo decirle desde el principio del día.

—Tengo un problema— dije sin dejarle empezar cuando estuvo apunto de abrir la boca.

—No, yo tengo un problema.— rebatió resaltando el "yo" en su oración. Se notaba que había estado corriendo buscándome por todas partes.

—Ya, pero yo iré primero— repliqué a punto de comenzar a contarle.

—¿Que? Estás loco, lo mío es más importante. Yo seré el primero—me cortó mientras se limpiaba la gota de sudor que caía desde su frente.

—Lo mío es más inesperado que lo tuyo...— Insistí cerrando mi casillero cuando ya tenía mi libro y cuaderno de historia en mano. Ethan iba a hablar pero dudó y reconoció mi observación— Sí, de acuerdo. Lo mío es esperado, pero eso no quiere decir que no sea importante.

—Va, suéltalo de una vez.— interrumpí rodando los ojos.

Nunca iba a parar de hablar si no lo dejaba empezar.

—Está bien.—Dijo Ethan tomando una bocanada de aire. Hizo un gesto con su mano para que espere unos segundos y después la bajó las metió en los bolsillos de su mismo abrigo que lleva casi todos los días— El Director Vega me envió a castigo un mes entero.

—¡¿Que?! ¿Porque? Si no has hecho nada desde el viernes pasado— dije dudando de que no me haya contado de su última novedad.

—Lo sé, eso es lo que le dije. Pero el idiota de Aaron me acusó con el director por haberle pegado sus cuadernos al casillero. Hablando de eso, Se te quitó rápido el golpe que Aaron te dio.

Fruncí el ceño sorprendido de que haya sabido qué fue lo que realmente sucedió.—¿Cómo sabías que fue Aaron?—pregunté desviándome un poco del tema.

—Ah, por favor Sam. Tu y yo sabemos que no eres el mejor mentiroso. Te falta un poco de práctica. Pero con el tiempo estoy seguro que mejorarás en ese aspecto. Te enseñaré si quieres.

—No necesito mentir para vivir, pero gracias por la oferta.

—Bueno, que tu mamá te de una paliza cuando le tengas que decir la verdad acerca de que te has liado con Barbara —murmuró mientras caminábamos hasta su casillero.—Bueno como decía. Me castigaron y creo que lo hizo por el pequeño recuerdo en sus zapatos, bueno aparte de lo del casillero.

—Ay Dios, ¿Ahora qué hiciste?

—¡El idiota me acusó! Se lo merecía.

—Pero si te enteraste recién hoy.

—Sí, pero tengo un instinto que se activa cada vez que el tarado hace alguna estupidez. Además, era unas zapatillas sucias de entrenamiento, ya estaban para ser botadas. Ese idiota ya se jodió con nosotros.

—Espera, espera. ¿"Nosotros"? no me metas en tus cosas, Ethan.— dije haciendo comillas con dos dedos.

—Sam, ¿has visto cómo te dejó el ojo? Parecías un panda semidespintado. Me sorprende que no hayas querido hacer algo al respecto.

—No voy a ayudarte. –Repetí dejando en claro mi opinión.

—Sí que lo harás, ¿este sábado estás libre?

AMIGOS DE LA INFANCIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora