Capítulo 19# - Niñerías

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Capítulo 19# - Niñerías

Sam's POV

—Eran Megan e Ethan.— le indiqué a Hanna cuando ya había colgado la llamada.— Dicen que están encerrados en el Inti.

—La pesadilla de cualquier alumno.— susurró Hanna a mis espaldas.

—Bien, continúa. — le evoqué ya sintiendo que mi cuerpo estaba cada vez menos apretado. — Pero no hagas ruido.

La manera tan brutal que nos trataron esos niños fue realmente sorprendente, no tenían más de seis años, pero gracias a que eran más que nosotros lograron de alguna forma torturarnos con todos sus ataques.

Todo esto sucedió cuando Hanna aceptó el trabajo de niñera que le había pedido un amigo de su papá. Ella creía que sólo iban a ser un par de horas pero se tuvieron que aplazar debido a que los papás de los ingratos críos perdieron su tren de regreso. Ahí fue cuando Hanna me llamó por ayuda. Había llegado a esta casa con la esperanza de encontrarme con sólo unos tres niños como máximo pero mi expectativa se multiplicó por cuatro. No sólo la habían encargado de cuidar a sus hijos sino también a los hijos de los amigos y a los hijos de los amigos de los amigos, terminando con una guardería de críos que no hacían más que jugar, correr y gritar en un principio.

Habíamos decidido distraerlos para calmarlos un poco contándoles la típica historia de la princesa en el castillo interpretándola entre Hanna y yo, pero al parecer ellos quisieron darle un final distinto atrapando al príncipe con la princesa... terminamos amarrados en sillas por una cuerda que empezaba a doler y raspar. Después de un rato nos amenazaron con tirarnos huevos si nos movíamos así que permanecimos inmóviles. Luego, por suerte, Hanna se le ocurrió la idea de despistarlos diciéndole que iba a empezar su programa favorito. Así que mientras ellos se encontraban pegados en la televisión Hanna empezó a desamarrar el nudo que habían hecho en ella y cuando terminó hizo lo mismo con el mío.

Cuando por fin me pude levantar de la silla pasé por encima de mi cabeza todas las cuerdas que me estuvieron lastimando la última media hora. — Somos libres— grité en un susurro.

Le alcé la mano a Hanna para que me diera cinco y ella los chocó igual de aliviada que yo.

—¡Se escapan! — oí gritar a una niña del otro lado de la habitación.

—Joder— dije en un suspiro antes de empezar a recibir un ataque de huevos.

***

—Por suerte nos dieron ropa ¿no? — comentó Hanna estirando su camisa que le quedaba exageradamente grande.

—No, por suerte te pagaron el doble. — La corregí mostrando la suma de dinero que ella me había dado. — No tenías que darme la mitad... Bueno en verdad sí, gracias por reconocerlo.

—De nada. No sé qué hubiera hecho sin ti.— mencionó sacando también su paga con una gran sonrisa en el rostro.

El único ruido que había en la calle en esos momentos eran nuestros pasos y las bolsas con nuestra ropa manchada, el resto sólo eran grillos que se encontraban escondidos en los arbustos y de vez en cuando un carro que pasaba a nuestro costado. Nos estábamos dirigiendo al Instituto para sacar a mis dos mejores amigos del almacén que para ser honesto nunca había oído hablar de él. Faltaban unas pocas cuadras para llegar, pero al paso que íbamos parecía eterno, aunque debo admitir que me gustaba que fuese así.

—Para mí ha sido divertido. — solté mirando a Hanna y esperando a que dijera lo mismo. Pero en vez de eso enarcó una ceja y negó con la cabeza.

En su cabello aún colgaban ciertos pedazos de cascara, pintura y otros restos que no tenía la menor idea de lo que eran.

—No voy a volver a ser niñera. — declaró después de un rato. — Es decir, fue divertido y todo, pero solo hasta que nos atacaron.

AMIGOS DE LA INFANCIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora