AMIGOS DE LA INFANCIA

Capítulo 24# - Suerte En La Cancha

Capítulo 24# - Suerte En La Cancha

Sam's PDV

Al día siguiente asistí, como lo prometí, al partido de Hanna. En la mañana me envió un mensaje con la dirección del Insti con el que nos enfrentábamos. Fui en bus que me dejó unas dos cuadras más atrás del Gimnasio de la competencia. Al ver lo grande que era comparado al de nuestro de Wester me empezó a brotar la actitud competitiva gracias a la maldita envidia que me suele atacar. Ya dentro estuve sentado en las bancas buscando con la mirada a Ethan o Megan que quedaron en ir pero no los encontré por el momento. Había más gente de lo que esperaba, con costo podía guardarles el sitio a mis amigos ya que varias personas se me acercaban a preguntar si estaban libres. El partido empezaba en diez minutos y aún no encontraba ni señales de Hanna.

"Suerte en el partido" le escribí en un mensaje y unos segundos después respondió: "Haré mi mayor esfuerzo en rellenar las botellas con agua"

Sonreí al leerlo y guardé mi móvil en mi bolsillo del pantalón. Me empezó a dar hambre y decidí ir por unas golosinas, pero apenas me levanté escuché como alguien me llamaba. Me giré para encontrarme con Barbara con el uniforme de porristas.

—Hey, ¿qué haces aquí? — pregunté algo extrañado.

—Vine a animar al equipo. — dijo mientras agitaba sus pompones de un lado al otro— No suenas muy emocionado al ver a tu novia.

—Escucha Barbara, acerca de eso...— empecé, pero fui detenido por su distracción hacia las escaleras de nuestro costado.

—¡Megan!— vociferó haciéndome a un lado para abrazar a mi amiga con emoción.

Ethan sin recibir ningún saludo decidió terminar de bajar las gradas para saludarme a mí con un choque de manos.

—¿Dónde estaban? — les interrogué algo inquieto por su demora.

—Tuvimos que correr ya que mi auto se averió— contestó Ethan encogiéndose de hombros.

Barbara alzó una ceja y los miró con curiosidad.

—Megan, ¿Me acompañas a comprar agua?— le pidió Barbara jalándola del brazo sin dejarla responder.

—¡Compra golosinas! — les grité desde mi sitio.

Ethan tomó asiento a mi costado y frotó sus manos como si estuviera ansioso del partido. —Hanna lo hará genial. Me contó sobre como lavó el uniforme del equipo la semana pasada, si no fuese por ella te aseguro que este lugar apestaría.

—No lo sé, tal vez la metan a la cancha. No creo que la dejen todo el partido viéndolas desde su asiento.

—Mmm, ¿No recuerdas todos nuestros partidos de fútbol apenas llegamos? Nuestra mejor jugada era levantarse de la banca para ir al baño.

El sonido de un claxon resonó sobre todo el gimnasio y desde la puerta de la cancha salieron las jugadoras y jugadores del Insti con el que competíamos. Su mascota no hacía más que saltar y dar palmadas en el aire animando a más de la mitad del público. Cuando finalmente se ordenaron salieron los jugadores de Instituto Wester, fue ahí cuando Ethan y yo nos levantamos y empezamos a hacer barras a Hanna y al equipo. Nuestra mascota parecía que no sabía dónde estaba ya que se movía de un lugar a otro cambiando de dirección constantemente. Entre los jugadores no lograba distinguir donde estaba Hanna hasta que me di cuenta que no se encontraba con ellos.

—No me jodas, ¿la han sacado del equipo? — preguntó Ethan rotando su mirada por toda la cancha.

—No lo sé, puede ser...— murmuré consiente de que mi amigo no me oyó en lo absoluto por el gran bullicio que hacían las personas de las gradas.