4.- El ataque

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Me quede un rato sentado, con la mirada perdida. Un maullido me saco de el "trance" y cuando baje la mirada vi un gato cafe oscuro de ojos azules mirándome, lo acaricie un rato y luego me levanté para caminar un rato.

Llegue a mi casa a las 2:30 de la tarde Cerré la puerta con llave y corrí las cortinas, me sentía paranoico por hacerlo de manera tan rápida pero desde hace un tiempo he sentido que alguien me esta vigilando y hoy no había sido la excepción.

Termine de hacer la limpieza de la casa a las 5:00 y me senté a leer un rato, sin darme cuenta ya eran las 11:40 y me fui a la cama. Los días pasaban rapidos.

Desperté como siempre, por una pesadilla, esta vez no recordaba que había soñado pero estaba exaltado. Me paré, me di una ducha fría y me puse mi uniforme.

Una camisa blanca con suéter azul muy oscuro, casi negro, y los pantalones igual, como siempre me puse mi bufanda porque no quería que se viera mi cicatriz y hacia frío todo el tiempo en el lugar donde vivo.

Desayuné y salí de la casa, estaba lloviendo, abrí mi paraguas trasparente y me encaminé a la escuela.

Cuando iba caminando la luz roja se puso en el semáforo.

Días como estos los odiaba, odiaba la lluvia con granizo, tal vez ahora no granizaba pero siempre corría el riesgo de que de la nada cayeran esas bolitas de hielo. Recordé que mi tío me pregunto que si quería un auto, claro que me negué pero el quiere que supere mis traumas así que un día hasta me llevo a un lugar muy lejos en coche, él sabe que no me gusta ni subir a uno.

Seguí mi camino cuando la luz se puso verde. Sentí un escalofrío al sentir a alguien detrás de mi, tal vez un hombre alto y grande o mi gran paranoia por cualquier cosa. No me volteé, solo seguí. Sin darme cuenta empecé a tiritar, quería llegar a la escuela enseguida y para mi buena suerte estaba dando vuelta a la esquina. Llegue y me metí de inmediato.

Las clases fueron como siempre, muy aburridas y lo que nos ponían a hacer eran cosas fáciles, al menos para mi. En el receso saque mi libro y me puse a leer, no era como si no tuviera amigos pero a veces me gustaba más estar solo y no había nadie a quien considere mi mejor amigo. Estoy seguro que si desapareciera, nadie me extrañaría, solo harían chismes, tal vez ahí saldrían mis amigos llorando, fingiendo que yo era su mejor amigo... Todo para llamar la atención, pero casi toda la gente es así ¿que se le puede hacer?

En mi escuela entrábamos a las 7:20 a.m. y salíamos a las 8:20 p.m. Yo jamas me quejé ya que esto me mantenía ocupado y lejos de esa casa.

Salí. Ya estaba muy oscuro y seguía lloviendo pero me fui por una ruta que aparentemente solo yo conocía ya que no había nadie.

Mire a la luna, era muy bonita, estaba redonda y brillante, siempre me gusto, ella me había acompañado en muchos momentos malos por eso me gustaba tanto la noche, era más cómodo, podías estar solo y a pesar de eso sentirte bien. Recordé muchas cosas, primero eran recuerdos de cuando vivía con mis padres, íbamos a el parque, salíamos a restaurantes y a el cine, recuerdos que apreciaré por siempre, esos recuerdos se trasformaron a unos dolorosos, cuando mi madre murió, cuando mi padre trato de asesinarme y cuando me fui con mi tío, no lo odio, es más, lo aprecio demasiado pero un cambió tan drástico fue muy difícil para mi. También recordé las noches donde la soledad era mi única compañera, veía la luna y me ponía triste, recordé esas pesadillas y las que seguía teniendo. Unas lágrimas recorrieron mis mejillas, baje la mirada.

Otra vez esa sensación de ser observado, levante la vista para ver que no había nadie, solo lluvia, pero detrás de mi sentía una respiración, mire por el rabillo de el ojo y vi una sombra aparte de la mía y luego sentí un fuerte golpe en mi cabeza. Caí de inmediato, sentí la sangre correr por mi cabeza y la lluvia fría recorrer todo mi cuerpo, no podía quedarme sin hacer nada. Me levante rápidamente y me volteé, un hombre alto y grande me miraba, usaba una mascara completamente negra, la sangre comenzó a chorrear por mi cara. Me lancé a el hombre pero me recibió con un golpe en el estomago, caí a el suelo sujetándome la parte afectada, escupí un poco de sangre.

-Creí que serias más cooperativo, pero me equivoque- su voz le encajaba a la perfección, una voz gruesa y áspera, como la de los malotes en las películas de acción.

Se acerco lentamente y me agarro la barbilla para que lo mirara, le sostuve la mirada con una llena de rabia y frustración, sentí un fuerte golpe, caí de espaldas, mi nariz comenzó a sangrar, me traté se parar pero sus enormes manos sostuvieron mi garganta, me hizo recordar aquella noche, no lo pude evitar y me puse a llorar, no quería recordarlo, no quería.

Puse mis manos en sus brazos, nada me podría salvar esta vez, grité con el poco aire que tenia y cerré los ojos con fuerza, mi desesperación me estaba destrozando por dentro, el aire se acabo y ahora solo sentía sangre recorrer mi garganta y cara, la lluvia golpeaba con fuerza mi cuerpo, esas manos apretaban más fuerte y mi mente quedo en negro.

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Perdón por tardarme en subirlo pero no encontraba el cuaderno donde tengo escrito todo, se había perdido 3:, pero ya lo encontré y aquí les dejo el capitulo.

Tal vez el capitulo quedo algo corto pero espero les este agradando pronto el próximo capitulo "¿Dónde estoy?"

¡No puedo!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora