16.-Lo siento.

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Se escucho como tocaban la puerta y luego la abrian.

-Hola- Alvaro entro saludando con la mano.

-Hola- me paré y fui directo a él, me sentía extraño con esto, no estaba acostumbrado a que alguien llegara y me saludara así, solo mi tío pero... Normalmente me encontraba en el parque "dormido como un vago" como decía él. Lo extrañaba realmente.

-¿Estas bien?- dijo lentamente mientras me levantaba la mirada, no sé en que momento baje la mirada.

-Si... Solo, no, nada- sonreí levemente.

Alvaro me miro de manera triste pero también sonriendo un poco.

-Si no quieres contarme no importa.

-Gracias.

-¿Qué estabas jugando?- pregunto con la obvia intención de cambiar de opinión.

-Un juego llamado The walking dead.

-Oh, uno en él que tomas decisiones que cambian el destino ¿no?

-Si.

-A mi hijo le encantaba ese juego- suspiro.

Me sentí un poco culpable de hacerle recordar a su hijo.

-Na, le gustaba más The legend of Zelda.

¿The legend of Zelda? Era el juego que había agarrado cuando vi... Lo que sea que haya sido eso.

-¿Quieres comer algo?

-Si.

-Vamos, Samantha es una buena cocinera.

-¿Por qué todos los nombres empiezan con "S"?- le señale de forma divertida.

-Mmm, no me había percatado de eso, pero si de que los tres son iguales; cabello rubio, ojos cafés, altos... Deben ser unos Marsh. Dios, si no fuera por que una es mujer y otro tiene los ojos más claros no podría reconocerlos a los tres.- dijo de manera tan dramática que solté una risita.

Llegamos a lo que parecía ser la cocina.

-Aquí es la cocina, si tienes hambre no dudes en venir y decirle a Samantha, cocina delicioso- Me guiño un ojo.

-Ja ja ja, gracias por el cumplido- volteé y vi a una mujer alta, idéntica a la descripción de Alvaro.

-Hola Samantha, te quiero presentar a Christian- Me volteo a ver- Christian, Samantha.

-¿Así que ti eres Christian?, un gusto.

-Igualmente.

-¿Puedes cocinarnos algo rico?

-¿No decías que toda mi comida era rica?- Dijo alzando una ceja y poniendo una mano en la cintura.

-Ja ja ja, sabes que si.

-Vale, en un momento.

Se metió en la cocina y empezó a preparar algo y minutos después llego con unos platos, que olían delicioso por cierto.

-Espero te guste Christian.

-Gracias.

Comenzamos a comer, era espagueti con albondigas, realmente era delicioso.

-Uf, Que delicia- Declaro Alvaro mientras se sobaba el estomago.

-Estuvo delicioso.

-Gracias, Christian.

-¿Y yo?, yo también opino que esta delicioso.

-Ja ja ja, tu siempre dices que mi comida es deliciosa.

¡No puedo!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora