Llegue a la casa algo cansado. Había sido un largo día de escuela o más bien la ultima hora.
-¡Christian!- Alvaro llego casi corriendo y me dio un abrazo- que aburrida es la casa cuando solo estoy yo y Misino... Y Samuel, Sebastian y Samantha.
-Cuanta soledad- respondí irónicamente.
-Bueno, que sola es la casa sin ti.
-Apenas llegué hace una semana más o menos- le recordé mientras me separaba del abrazo.
-Si, pero es como si hubieran pasado cuatro años, ademas Misino esta extraños estos días y ni me hace caso, solo le hace caso a Samuel.
Es cierto, Misino solo me dirige miradas asesinas, solo me hace sentir mal pero no lo culpo yo también me odio la mayor parte del tiempo.
-¿Cómo te fue en la escuela?
-Bien.
-¿Conociste amigos?
-Si, dos.
-¿Cómo se llaman?
-Alex y Esteban.
-Muy bien, la verdad pensé que te costaría más.
-Si, yo también.
-¿Vamos a jugar Mortal Kombat?- parecía un niño pequeño.
-Claro.
Los dos subimos al cuarto y nos la pasamos jugando todo el día, Samantha nos llevo comida y cena. Ya eran las 8:42.
-Debo irme a dormir- dije mientras miraba la hora.
-Por eso odio la escuela. Yo mañana también tengo que salir temprano y regresaré tarde, como a las 11:30 p.m. ¡Que flojera!
-¿A dónde iras?- ahora que lo recuerdo, nunca me dijo en que trabaja.
-Eres bueno jugando Mortal Kombat, quedamos 26-5, a tu favor.
Suspiré molesto, ¿por qué le gustaba cambiar el tema?
Me pare del suelo seguido por Alvaro, se paso la mano por el pelo rojizo y me miro, yo solo desvíe la mirada.
-Perdón. Ya vamos a dormir- desconecto la consola y guardo el disco para luego ponerlo en su lugar.
Los dos salimos y nos fuimos cada uno a su cuarto. ¿Por qué era tan misterioso conmigo? No quería pensar que trabajara en algo malo pero... Parecía que no me quería dejar opción más que pensar eso. Me puse mi pillama, que consistía en una camiseta de tirantes blanca pegada al cuerpo y un pantalón flojo negro. Cerré la venta y la mire un rato, esta vez si que la había cerrado, aunque tal vez la vez anterior también, bueno, no era como sí el viento no la hubiera podido abrir por error ¿no?, apagué la luz y me acosté boca arriba con mis manos en mi nuca, mire el techo un rato. Esperaba no soñar con ese bosque nuevamente, o por lo menos no estar solo, como siempre.
Si, de nuevo en el bosque, solo. El clima era exactamente igual pero de noche y la marca estaba en el árbol, era imposible esto, no era normal.
Me pare y camine, no había ni siquiera fauna, solo árboles, todos exactamente iguales los unos a otros y el suelo estaba lleno de estas hojas amarillas y naranjas que tronaban cuando las pisaba, fuera de eso nada más, solo yo. Sentí que pasaron horas completas, nada nuevo, era como dar vueltas en el mismo lugar, como un perro persiguiendo su cola, me pare en seco y me senté justo en el lugar donde estaba, tal vez caminar era lo que me afectaba, comencé a juguetear con las hojas y a romper algunas, comencé a tararear una canción canción llamada "All my hear" de Sleeping with sirens, ahora me sentía más a gusto o algo así, sentí paz. Me acosté por completo y mire el cielo, era azul y estaba despejado de nubes. Cerré los ojos y sentí el viento, era una brisa comoda.

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¡No puedo!
Ciencia FicciónChristian es un chico con un pasado que lo tortura día a día, en especial el día en que adquirió unos poderes, de manera no deseada, que lo torturan todo el tiempo y que deberá aprender a controlar o ver como va perdiendo el control sobre ellos hast...