Cuando entraron en la habitación, descubrieron que Lissandro solamente dormía en sus ajustados bóxer negros. Si Xavi percibió en primera instancia que sólo había una cama, lo pasó desapercibido. Se quedó de brazos cruzados, frente a la cama, mirando a su amigo dormir.
- ¿Realmente vas a ver? - preguntó Lucho.
- Quiero saber si es verdad - dijo Xavi. - O sólo lo haces para fastidiarme.
Lucho, que jamás se destacaba por tomar decisiones coherentes, aceptó el desafío.
Se tiró en la cama y puso su cara a la altura de la entrepierna de Lissandro. Descendió el bóxer y dejó ver un miembro semiflácido. Lissandro abrió levemente los ojos y lo miró. Le dedicó una sonrisa.
- Hazlo... - murmuró.
- Xavi está aquí y quiere ver - le dijo Lucho.
- Que mire - permitió Lissandro y volvió a cerrar los ojos.
Lucho se metió el miembro en la boca y poco a poco lo hizo crecer. Mientras lo hacía, se concentró en mirar a Xavi, que no salía de su asombro, como si fuera la primera vez que veía que algo así sucedía en el mundo.
<<¿Acaso es virgen o qué?>>.
Pero entonces entendió que no era una mirada de una inocencia perdida, sino la mirada de la devoción. Xavi había anhelado tanto hacer lo mismo a Lissandro, que finalmente el alcohol ahora estaba permitiendo que aflorara su verdadero sentimiento.
- Oooohhhh... - gimió Lissandro, retorciéndose de placer. - Qué bueno eres.
- Xavi te está mirando con deseo - le dijo Lucho, sin dejar de sonreír. - Creo que quiere también.
- Que pruebe - respondió Lissandro. - También hay para él.
Lucho volvió a mirar al muchacho, arqueando las cejas en señal de invitación. ¿Se atrevería a ir por lo que más deseaba?
Xavi salió poco a poco de su petrificación y descendió hasta ponerse frente a Lucho, pero con su cara a la altura de la entrepierna de Lissandro. Como si estuviera bajo los efectos de un hechizo, tomó la virilidad de Lissandro en sus manos y poco a poco se lo llevó a la boca. Hizo movimientos torpes, ésta vez sí con una inocencia que Lucho estaba corrompiendo.
- Oh, sí, bebé - murmuró Lissandro.
- No puedo creer que estoy haciendo esto - dijo Xavi.
- Relájate y disfrútalo - lo alentó Lucho. - ¿Quieres hacerlo acabar?
Xavi lo analizó con la mirada, como si aún dudara entre considerarlo un amigo o un rival. Finalmente, se inclinó por dejarse llevar por el deseo. Asintió con la cabeza, aceptando la propuesta.
El néctar de Lissandro salió disparado en el rostro y en la boca de ambos, como si un volcán hiciera una violenta erupción. Entonces Lucho decidió llevar el juego un poco más allá. Se incorporó y se acercó hacia Xavi, le tendió la mando para que él se levantara también y cuando estuvieron cara a cara le dio un profundo beso en los labios que Xavi devolvió.
La saliva se mezclaba con el semen de Lissandro, en aquel beso donde dos enemigos ponían fin a la guerra.
- Creo que podemos empezar a ser amigos - dijo Lucho, finalmente.
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La Zona Prohibida en la Playa
ParanormalLucho acepta con gusto la invitación de Lissandro, ese hombre casado con el que se está acostando, para ir de vacaciones a las playas de Bahía Ausente. En el viaje también irán sus graciosos amigos, con los que tiene una buena relación (bueno, con...