Descubiertos

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Narra Narrador:

El día se sentía pesado, Yato, Yukine, Hiyori y _________ estaban sentados en la sala formando un circulo. La diosa mantenía la cabeza y la mirada agachada. El dios y su shinki no querían ni voltearse a ver, y la mitad ayakashi los miraba a todos sin saber lo que pasaba.

Después del gran descubrimiento del rubio, las cosas se pusieron incómodas para todos. La diosa del amor no podía dejar de golpear las yemas de sus dedos contra sus brazos cruzados gracias a los nervios. No aguantaba la compañía de ninguno de los dos chicos; y el hecho de que el de ojos anaranjados haya descubierto su secreto con el de ojos azules, la hacia querer suplicar a los dioses por que se la comiera la tierra a causa de la vergüenza. Incluso sentía la gran necesidad de poder salir corriendo de casa. Un sentimiento pesado y vacío invadió su estómago, y una serie de escalofríos recorrían su cuerpo cada segundo.

Yato no podía imaginaba que su shinki se quedara en la casa de _________, "tal vez esa era la razón por la que no estaba en casa de Kofuku" concluyó. Pero cómo la diosa podía darle cobijo sabiendo que las cosas se había puesto incomodas por el día. El dios estaba confundido, molesto y ansioso. Quería reír y celebrar, pues ahora Yukine sabía que ellos estaban en una... "Relación". Pero moría por dentro, gracias a los sentimientos de su tesoro sagrado.

Sin embargo Yukine, no podía ni siquiera mencionar o pensar en su amo. Lo que él vio, fue más que una falta de respeto, el enojo que sentía podía convertirse en ira o incluso en cólera, se podía sentir en el vacío que estas emociones creaban en su estómago. Tratar a la chica que más le importa en el mundo de esa manera, y aún peor, sin tener una relación que les diera la libertad de ello. Se sentía humillado, triste y molesto. Una especie de tic comenzó a apoderarse de sus manos haciendo puños con ellas.

-¿Pueden decirme qué pasó entre ustedes?- indagó casi suplicante Hiyori al ver que nadie decía nada. La mitad ayakashi había arribado a la casa de la diosa en busca de Yato, pues no tenía nada que hacer en casa, y al entrar, pues se encontró con los chicos sentados en el suelo. _________ la invitó a sentarse amablemente, y después que la estudiante obedeció, notó lo pesado que estaba el ambiente. Es increíble como puso aguantar por minutos el silencio tan incomodo que los chicos alimentaban.

Al escuchar la pregunta de la castaña, Yato, Yukine y ________ voltearon a verla, luego se dedicaron una pequeña mirada, y al notar que entre ellos se correspondían la mirada, rápidamente se ignoraron y volvieron a sus antiguas e incómodas posiciones sin responder a la pregunta. Para esto, la de ojos rosados se había esperanzado en que sabría la razón por la que esto era incómodo, pero como nadie respondió, agachó la mirada y comenzó a pensar en algo que cortara el silencio o a formular alguna otra pregunta para averiguar lo que pasaba. Fue en eso que el estómago de ________ comenzó a gruñir por hambre.

-¡Prepararé el desayuno!- dijo la estudiante de preparatoria levantándose a gran velocidad para escapar de aquel ambiente.

-¡Voy a ayudarte!- dijo la diosa de la misma manera y ambas se fueron a la cocina, dejando a los chicos en la sala.

-¿Qué pasó entre ustedes?- indagó la de cola de gato una vez que estaba con la protagonista a solas en la cocina, sabiendo que no eran seguidas; mientras sacaba un poco de fruta de una canasta.

-Es... Algo... Difícil de explicar.- respondió _______ mientras ponía a hervir agua para el té.

-Parece que no piensan hablar entre ustedes.... ¿Cierto?- indagó triste y preocupada la de ojos rosados mientras lavaba la fruta que había tomado.

-Ni siquiera yo sé eso.- respondió preocupada la diosa mientras cortaba las frutas ya lavadas.

-¿Tan grave es?- preguntó Hiyori mirando a nuestra protagonista.

Dos Flechas Y Un Blanco (Yato/Yukine y tu) [CORRIGIENDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora